Un subfusil de asalto entre las armas incautadas en Las Palmeras

Fue toda una sorpresa. Cuando los agentes de la Policía Nacional entraron la semana pasada en varios pisos del barrio de Las Palmeras en una operación contra el tráfico de drogas esperaban encontrar armas. Pero no todo un subfusil de asalto. Así lo confirman fuentes cercanas al caso, que indican que el asombro fue mayúsculo cuando comprobaron que a las clásicas escopetas y los típicos machetes, se encontraba toda un arma de guerra. Un subfusil que da cuenta de la importancia de la operación y del grado de violencia potencial de este grupo.

A la espera de análisis más en profundidad, en principio el arma ha sido catalogada como real. Las réplicas suelen identificarse inmediatamente.

Además del subfusil, los agentes encontraron un rifle con número de serie borrado, un rifle del calibre 44, once cartuchos de munición al parecer del calibre 300 y veintiocho cartuchos de al parecer calibre 44; 14 cartuchos de escopeta al parecer del calibre 12/70, una carabina de aire comprimido con mira telescópica, una pistola al parecer de aire comprimido negra, una réplica de subfusil, una navaja gigante de muelles con la cachas de madera, una daga, dos machetes, dos navajas de muelles, una navaja de unos 20cm de hoja, puño americano eléctrico taser, una navaja de unos 10 centímetros de hoja, una navaja estilo estilete

En total, los agentes de la Policía Nacional han procedido a la detención de trece personas, durante la pasada semana, por la presunta comisión de un delito contra la salud pública, a las que se les acusa de traficar con cocaína, todo ello tras efectuar seis registros domiciliarios en distintos puntos del barrio de las Palmeras. De ellas, solo cuatro ingresaron en prisión, el viernes. El juez ha ratificado la cárcel provisional para los cuarto.

La operación bautizada como Roma por parte de los investigadores, tuvo comienzo a mediados del pasado mes de agosto, cuando los agentes encargados de luchar contra el tráfico de drogas, detectaron cómo, al parecer, en la barriada de Las Palmeras existiesen varios domicilios desde los cuales se pudiese estar vendiendo cocaína, tanto al menudeo como a pequeños traficantes se encargaría a posteriori de venderlas en otros lugares de la capital.