Los precios del aceite vuelven a remontar a niveles históricos ante la previsión de una campaña más corta aún
Los precios del aceite de oliva en origen han vuelto a remontar y rozan, de nuevo, niveles históricos. Este verano, los precios en origen alcanzaron su pico máximo. La media de todos los aceites de oliva llegó a superar los ocho euros el kilo en origen. El virgen extra, incluso, cotizó por encima de los 8,20 euros en origen, aunque se llegaron a cerrar operaciones por encima de los diez euros. Pero tras el verano, los precios bajaron muy lentamente. Así, el coste medio en origen descendió de esos 8,10 euros a prácticamente los siete euros que se han llegado a pagar hace dos semanas. Pero el mercado ha vuelto a cambiar. Y las previsiones de una campaña de producción más corta aún de lo previsto ha hecho que los precios se disparen de nuevo y coticen cerca de sus niveles máximos históricos.
Según el sistema PoolRed, que es la referencia del sector aceitero en España, el precio medio de todos los aceites de este mismo martes en origen estaba ya por encima de los 7,80 euros el kilo producido. En el caso del virgen extra se iba a 8,10 euros. Pero el resto de aceites cotiza ahora a precios más bajos. El virgen cotiza en 7,60 euros y el lampante, el aceite de oliva de peor calidad, en 6,80 euros.
La clave de esta oscilación está en que “este sector se mueve por psicología”, según detalla el secretario de la Asociación de Municipios del Olivo (AEMO), José María Penco, uno de los mayores expertos en el mercado oleícola a nivel nacional. “Nunca hay un único factor” para explicar “esta fluctuación de precios”, sostiene. En este caso, señala que se trata de la comprobación de que los rendimientos están siendo “menores a lo esperados”.
El rendimiento graso de la aceituna es el porcentaje de aceite de oliva que se extrae de cada fruto. En la campaña actual se habían previsto unos rendimientos grasos del 18%, pero conforme avanza la cosecha se está comprobando que rondan el 15%. “Estos tres puntos de diferencia” suponen una merma de “entre un 17 o un 18% menos” de producción de aceite de oliva, señala. La campaña actual se preveía igual de mala que la anterior, con una producción en España de 750.000 toneladas, cuando lo habitual es de 1,5 millones. Pero los rendimientos más escasos provocarán que la campaña sea, a su vez, más corta.
La ley de la oferta y la demanda
Penco insiste en que la única manera en la economía de libre mercado que tiene un sector para regular la oferta a la demanda es a través del precio. A una menor oferta (la mitad que en un año normal) se incrementan los precios del aceite de oliva para que haya un menor consumo, detalla. Este verano hubo menos operaciones de compraventa, mientras se enlazaba una campaña con otra. Eso provocó una leve caída de los precios en origen, un espejismo para la campaña actual, que se vuelve a prever de precios muy altos e incluso históricos.
El día clave será el próximo 12 de diciembre, una jornada “crítica” para el sector, en palabras del secretario de AEMO. Esa jornada, el Ministerio de Agricultura publicará los primeros datos de la cosecha de aceite de oliva en el mes de noviembre. Entonces, todos los actores del mercado sabrán con exactitud cómo está siendo la producción, si los rendimientos están siendo tan bajos o no. A partir de entonces, con “datos reales”, los precios subirán o bajarán.
Ante el futuro, la previsión no es pesimista. Todo dependerá de la lluvia. Si este año hidrológico es normal, la cosecha se recuperará, ya que los olivos “están descansados” tras dos años a mitad de producción. Pero si la cosecha actual es corta y encima se prolonga la sequía “se tensionará el mercado” aún más. Las reservas de aceite actuales ya han sido muy escasas en un sector que suele ser muy conservador. Cada campaña se enlaza con algo más de 450.000 toneladas de aceite de oliva en los almacenes. Actualmente, se han enlazado las dos campañas con 250.000 toneladas. El margen para una tercera campaña corta es crítico.
Pero si llueve, la producción se normalizará y los precios volverán a bajar. “Esto no es como con la gasolina, que han subido mucho los precios y bajado muy poco”, detalla Penco. Al contrario, es un sector que en un buen año de producción tendrá unos precios que se ajustarán en los cuatro euros por kilo en origen, unos márgenes suficientes para los productores y para los consumidores.
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