Objetivo salvar la arboleda de cultivo: la Confederación autoriza un desembalse extraordinario en el Guadalquivir
El pleno de la Comisión de Desembalse de la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha aprobado este lunes un desembalse de 385 hectómetros cúbicos en toda la cuenca en un situación de “extraordinaria” sequía nunca vista desde 1995. Esos 385 hectómetros cúbicos son apenas un 20% del riego normal. En un año sin sequía, cada agricultor con derecho a regar tiene derecho a recibir un aporte de 6.000 metros cúbicos por hectárea (como si sobre su tierra llovieran 600 litros). Ahora, el máximo por parcela (y las habrá con menos dotación) será de 700 metros cúbicos por hectárea.
La Comisión de Desembalse ha decidido, además, que los “riegos extraordinarios” que se puedan autorizar a lo largo de la campaña serán solo para “la arboleda” de la cuenca, ha indicado en declaraciones a los medios en Sevilla el presidente de la CHG, Joaquín Páez, quien ha señalado que “ha sido una de las comisiones más complejas”, porque “desafortunadamente la situación es muy mala”, al tiempo que ha agradecido “el comportamiento de todos los usuarios y de todos los representantes que han estado en esta comisión de desembalse con unos números francamente muy malos”.
La arboleda, principalmente cítricos, pero también almendros y olivar, se regará para evitar un daño mayor. Si un naranjo o un limonero se seca este verano el agricultor tardará una media de cinco años en volver a producir. Si los arroceros no pueden sembrar este año, podrán cultivar el que viene si vuelve a llover y hay agua suficiente. Esa es la gran diferencia entre cultivos “en una cuenca donde cada vez hay más arboleda”, reconoció el presidente de la Confederación.
La campaña oficial de riego arranca ya, tal y como ha decidido la comisión de desembalse, ante una situación que es dramática y con la que se pretende salvar los muebles de algunos cultivos. “Los datos de precipitación son malísimos”, ha apuntado Paez, al tiempo que ha recordado que “el último día que llovió y llovió muy poco fue el 5 de marzo, mientras que en abril no ha llovido nada, con una aportación a embalses con un déficit de un 70% en este año hidrológico y unas reservas al 25,4%, es decir, un 36,5% menos que la medida de los últimos 25 años”, ha apuntado. En este sentido, Páez ha añadido que “llevamos cinco años consecutivos en los que estamos desembalsando más de lo que entra en nuestros embalses. Hace un año, tal día como hoy, había 500 hectómetros cúbicos más que hoy, y hace un año la campaña de regadío fue muy mala”.
Además, “hemos tomado otra decisión”, ha informado el presidente, “y es que la campaña de regadío oficialmente va a acabar, si la situación no cambia de manera ostensible, el 30 de septiembre”, al tiempo que ha añadido que “en anteriores campañas, durante el mes de octubre, teníamos una reserva para garantizar los últimos cultivos y los cultivos de arboleda, pero ahora mismo no estamos en condiciones de poder comprometernos a ese desembalse en octubre”.
Joaquín Páez ha informado que los riegos extraordinarios “solo van a poder ser los correspondientes a olivar y arboleda”, mientras que “el arroz, en cuanto a riegos extraordinarios, y las herbáceas no van a tener posibilidad”. “Hoy les hemos comentado a los representantes de los arroceros, que con lo que le vamos a dar de dotación, que van a ser 1.283 hm3 por hectárea, ahora mismo, y debido a la complicación técnica para ajustar los desembalses, no tener pérdidas y ser lo más eficientes posibles, va a ser muy complejo que aparezca el cultivo del arroz”.
“No obstante, también nos hemos comprometido con ellos a que si las condiciones cambiaran, ellos empiezan a sembrar a partir del 15 de mayo, veríamos la posibilidad”, ha señalado Páez, que ha afirmado que “también nos hemos comprometido con los usuarios a ser muy eficientes, primero, en cuanto a la gestión diaria por parte de dirección técnica y, segundo, a la gestión de la cesión de derechos”.
Agua garantizada para el consumo humano
Aunque la situación es dramática en el campo, los embalses que suministran a las viviendas tienen agua suficiente como para pasar el verano, según reconoció Páez. Así, sostuvo que puede haber problemas de cortes de agua en pequeños municipios que para beber dependen de sus manantiales, pozos o acuíferos, y que a consecuencia de la sequía estén agotados. Pero el resto de la cuenca dispone de agua para sobrevivir al periodo estival.
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