Una mujer increpa al alcalde y a la ministra en una entrega de viviendas
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FOTO Y VIDEO: MADERO CUBERO
Una mujer con una niña pequeña en brazos arremetió verbalmente contra la ministra y el alcalde quejándose por “estar en la calle”
El acto de entrega de llaves de unas viviendas de protección oficial en Córdoba, 155 apartamentos situados en la calle Joaquín Sama Navarro, se ha convertido en un calvario para la ministra de Fomento, Ana Pastor, que asistía al acontecimiento al lado del alcalde de la ciudad, José Antonio Nieto. Una mujer con una niña pequeña en los brazos, se acercó al grupo institucional lanzando duras acusaciones. La mujer se quejaba por encontrarse su hija en una situación desesperada con una niña de corta edad. En medio de un impresionante revuelo, la mujer fue retirada por los servicios de seguridad.
A pesar de las medidas de control, la mujer había logrado colarse en el acto de entrega de llaves. Cuando empezaron a repartirse, la mujer se levantó, se situó cerca del alcalde José Antonio Nieto y comenzó a vociferar. “Sinvergüenza, hay mucho paro, señor alcalde, mi hija no tiene vida, esta todo el día trabajando y la van echar de su casa”. Inmediatamente, los miembros de seguridad se acercaron a la mujer para contenerla. El hecho de que llevara a una niña pequeña hizo que su expulsión del lugar se prolongara un minuto. Tiempo que aprovechó para explicar a gritos su situación y su desesperación.
Al acto asistieron, junto a a la ministra y el alcalde de Córdoba, el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, la delegada del Gobierno de la Junta, Isabel Ambrosio, entre otros cargos políticos y representativos de la ciudad. A las puertas del inmueble se desplegó un fuerte dispositivo policial y se acordonó la zona. Una veintena de manifestantes, algunos pertenecientes a la Acampada Dignidad se concentraron en las inmediaciones de la entrada enarbolando pancartas y gritando consignas en favor del derecho al trabajo y la vivienda.
Finalmente, el acto prosiguió con normalidad, solo con el eco, fuera, de los gritos de los concentrados. Estos se hicieron más fuertes cuando Ana Pastor y el resto de representantes públicos salieron rápidamente para subirse en sus coches oficiales. Solo entonces, se retiró el cordón de seguridad.
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