Medio año sin noticias de Fuensanta Roldán
La familia de la desaparecida en la calle San Fernando asume lo peor, aunque conserva “un hilillo de esperanza” tras seis meses sin ningún avance en la investigación policial. Su rastro se perdió en la madrugada del pasado día 30 de enero
Victoria tiene prácticamente asumido que no volverá a ver con vida a su madre, Fuensanta Roldán. Seis meses después de su desaparición ella y su hermano conservan “un hilillo” de esperanza, pero saben que es muy difícil. No hay noticias, no hay rastros, no hay nada. La investigación policial está “a la espera de un golpe de suerte”. Ha habido rastreos, preguntas, análisis de las grabaciones de las cámaras de negocios cercanos, comunicaciones y alertas con la Guardia Civil y Policía Local. Todo infructuoso.
Fuensanta, que el pasado mes de mayo hubiese cumplido 76 años salió de su casa a las cuatro y media de la madrugada bajó por la calle San Fernando, donde residía, y se dirigió al río. “Ese comportamiento no era propio de mi madre. Era una mujer que le gustaba estar en casa, apenas salía y su trato era básicamente con mi hermano y conmigo”, indica Victoria, que asegura que el ánimo de Fuensanta se apagó a raíz del fallecimiento de su marido “no estaba deprimida ni tenía problema alguno, pero sí una profunda melancolía”, señala. No dejó nota, lo que le hace pensar a Victoria que “debía sentirse muy agobiada para salir a esas horas, en bata y no decir nada a nadie. No lo sé, es todo muy raro”.
Después de varios rastreos tanto por la Policía, como por los Bomberos, la hija de la desaparecida sólo pide “encontrar lo que quede de ella, para poder llorarla de otra manera”, indica Victoria que señala que lo peor “es la incertidumbre, la falta de respuestas. No saber qué pasó” Por el momento, todas esas preguntas siguen en el aire.
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