La Feria de Córdoba tiene la mitad de las casetas que cuando se trasladó a El Arenal
Hace 30 años, la Feria de Córdoba se trasladó desde el Paseo de La Victoria al recinto de El Arenal. Fue un tránsito provisional. En el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) del año 2001 y aprobado en 2003 se estableció que el futuro de la Feria sería moverse un poco más hacia el sur, al otro lado de la Autovía A-4, donde actualmente está su aparcamiento. Aunque es eso lo que dictan las normas, la Feria lleva provisionalmente en El Arenal desde hace 30 años.
El traslado estaba previsto por dos motivos: que El Arenal iba a transformarse en un proyecto urbanístico más ambicioso (la non nata Ciudad del Ocio) y que el espacio se quedaba pequeño para la gran demanda de instalación de casetas que se estaba produciendo. Pasadas tres décadas no han ocurrido ninguna de las dos cosas. Ni se ha desarrollado la Ciudad del Ocio, un proyecto con el estadio El Arcángel como epicentro, ni hay más demanda de casetas. Más bien al contrario.
El Ayuntamiento trasladó la Feria a El Arenal en el año 1994. El Paseo de La Victoria se había quedado pequeño. Entonces se montaron 172 casetas en el recinto ferial. Tres años después se rozaron las 200 casetas en la Feria de Córdoba, una cifra que no se ha llegado a repetir. La primera vez que se montaron menos de un centenar fue en 2011. El número de recintos ha ido progresivamente en declive desde el año 2000. Entonces fueron 140 casetas. Este viernes, a las 22:00, cuando se encienda oficialmente el alumbrado, la Feria de Córdoba tendrá menos casetas que nunca desde que se instaló en El Arenal: 84.
Los caseteros alegan como uno de los principales motivos los costes. Con la inflación, tanto la asociación de Casetas Tradicionales como la de Populares coinciden en una cifra aproximada: montar una caseta tiene un coste medio de unos 60.000 euros. Ese dinero hay que recuperarlo y los beneficios no son tantos en la división con el esfuerzo y lo que supone construir una ciudad efímera cada año en la Feria de Córdoba.
De hecho, ambos colectivos reclaman que concluya lo efímero. Cada año, hay que volver a montar toda la instalación eléctrica en El Arenal y la mayor parte del servicio de agua. Además, salvo algunas instalaciones en las casetas de la calle Guadalquivir, el resto del montaje desaparece de un año para otro, lo que siempre eleva los costes y desanima a los caseteros.
Este progresivo abandono ha provocado que el mapa del recinto ferial tenga algunos espacios vacíos, dibujados ahora como zonas de descanso. Por ejemplo, hay una enorme distancia entre la Caseta Municipal y las instalaciones de la calle Cristo de los Faroles. La manzana entre Cristo de los Faroles y Medina Azahara está vacía desde hace años, ocupada por una inmensa área de descanso y por el hospital de campaña de la Cruz Roja.
Además, la media de superficie de las casetas ha ido creciendo. Con la renuncia progresiva de muchas, las que aguantaron ensancharon tomando su espacio. Eso ha provocado que aunque el número sea la mitad de hace tres décadas la superficie se mantenga casi idéntica, salvo la manzana ya perdida enfrente de la Caseta Municipal.
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