La envenenada herencia cultural andaluza de los cebos
La Brigada de Investigación de Venenos ha realizado más de 90 inspecciones en la provincia de Córdoba desde su creación en 2014
Existe una cultura arraigada en el sur de España ligada al uso de cebos envenenados para eliminar animales salvajes. Así lo reconoce Mercedes Romero, agente de la Brigada de Investigación de Venenos, dependiente de la Delegación de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta. “la motivación siempre eso doble: o bien ligada a la actividad cinegética o bien a la ganadería y siempre se busca eliminar a animales a los que se consideran alimañas y que pueden interferir en ambas. Por ejemplo, hablamos de los zorros”, incide Romero. “Existe una herencia cultural en el uso del veneno para erradicar estos animales”, prosigue Romero.
La Brigada de Investigación de Venenos está integrada por 10 agentes de Medio Ambiente distribuidos por toda la provincia de Córdoba, especializados en la lucha contra el veneno en el medio natural, ha explicado Algar. Además, la Brigada también cuenta con una Unidad Canina Especializada en la detección de tóxicos en cebos y cadáveres de animales integrada por cuatro perros.
Todos ellos luchan para tratar de detectar y erradicar el uso de venenos, así como para denunciar a quienes los usan. “El problema de este tipo de cebos es que no discriminan y afectan a muchos animales en peligro de extinción como los buitres o los alimoches, que se alimentan de carroña”, prosigue Mercedes Romero. “Además, los animales que consumen esos animales muertso y envenenados, se convierten a su vez en venenos para otros carroñeros, una vez que las toxinas entran en la cadena trófica”, destaca la agente de Medio Ambiente.
El elenco de especies afectadas por el uso del veneno es muy amplio ya que al tratarse de un método nada selectivo, afecta a cualquier especie que ingiera el cebo. Especialmente sensibles son las especies necrófagas, como el buitre negro o el alimoche, tanto por la ingestión directa de los cebos como por la de los cadáveres de otros animales envenenados, ya que el carácter residual de estas sustancias hace que siga activo en los organismos sobre los que incide.
El delegado de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Francisco de Paula Algar, ha presentado esta mañana en rueda de prensa el balance de inspecciones y actuaciones de control llevados a cabo por la Brigada de Investigación de Venenos en la provincia de Córdoba desde que fue creada en marzo de 2014. El total de inspecciones realizadas por la Brigada desde su creación ascienden a 91, 42 de ellas preventivas y 49 urgentes. En lo que va de 2016,
se han realizado 25 inspecciones, de las que 13 han sido preventivas y 12 urgentes.
Durante los años 2014 y 2015 y según los datos obtenidos en este periodo, se constata que de 66 inspecciones realizadas, en 17 casos se determinó la presencia de cebos o cadáveres de animales envenenados de un total de 37 localizados. Es decir, un 25,75 % de las inspecciones de la BIVE dieron como resultado la localización de cebos o cadáveres de animales envenenados.
Según informa el delegado, las actuaciones de la Brigada se realizan a través de un protocolo de actuación concreto, y pueden ser de carácter preventivo que consiste en inspecciones programadas, sujetas a un calendario establecido, que tendrían por objeto la localización de posibles cebos o cadáveres de animales envenenados. Estas actuaciones estarían especialmente orientadas a zonas de riesgo y, por lo general, se realizan con el apoyo de la Unidad Canina Especializada.
Por lo que respecta a las actuaciones de carácter urgente, que se producen en casos de alerta por aparición de cebos o cadáveres de animales presuntamente envenenados, se realiza una ejecución de inspecciones orientadas a la intervención en casos de alerta. De confirmarse la presencia de posibles cebos envenenados intervendría como apoyo la Unidad Canina Especializada.
En ambos casos, los agentes junto con la Unidad Canina Especializada, son convocados en algún lugar visible del pueblo en cuyo Término Municipal se vaya a realizar la inspección, con el objetivo claramente disuasorio de que se conozca que se realizan estas inspecciones. A continuación, se dirigen a la finca que se vaya a inspeccionar, avisando al titular en el mismo momento de proceder a la inspección. En estas inspecciones se suele recorrer gran parte de la finca acompañados por los perros y se inspeccionan naves y vehículos en busca de sustancias de uso prohibido.
Entre las funciones en la erradicación del uso de venenos, el delegado destaca que los Agentes de Medio Ambiente realizan inspecciones en coordinación con el Seprona e investigación policial, levantan muestras biológicas y de indicios de delito, elaboran informes técnicos, complementarios y diligencias para su incorporación en los expedientes administrativos y atestados. Además, inspeccionan el Libro Oficial de Movimientos de productos tóxicos en los establecimientos autorizados y realizan inspecciones de control de los diferentes medios prohibidos de caza en el medio natural.
El delegado ha subrayado que siendo un delito el uso del veneno, los Agentes de Medio Ambiente poseen la condición de Policía Judicial Genérica, tal y como establece
la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por tanto sus inspecciones técnico-oculares, recogida de muestras, entre otras, tienen validez en un proceso judicial.
Riesgo para la salud pública
Para Algar, “el uso del veneno supone no sólo una grave amenaza para las especies silvestres y sus ecosistemas, sino también puede suponer un alto riesgo para la salud pública, ya que hay que considerar la cercanía de núcleos de población a los lugares donde en ocasiones han sido hallados cebos envenenados”.
Todos los cebos y cadáveres de animales presuntamente envenenados son remitidos al Centro de Análisis y Diagnóstico (CAD) de Málaga, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía que ha convertido la lucha contra el veneno en una de sus prioridades.
En base a los resultados de las muestras analizadas por el CAD,
se determina que la principal sustancia en los casos de envenenamiento es el Aldicarb seguido del Carbofurano, ambos compuestos han sido retirados del mercado, ha señalado el delegado.
“El uso y la tenencia de estas sustancias pueden ser constitutivos de delito, por lo que es importante informar a la ciudadanía que posea todavía algunos de estos productos u otros cuyo uso ya no esté permitido, para que se dirija a las autoridades correspondientes y así poder realizar su oportuna entrega”, ha afirmado Algar.
El responsable de Medio Ambiente ha animado a la ciudadanía a poner en conocimiento a los Agentes de Medio Ambiente cualquier indicio de uso de venenos y ha resaltado la labor fundamental de concienciación a la ciudadanía que realizan los agentes sobre las actuaciones en el medio natural.
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