Acto vandálico contra el busto del párroco de la Trinidad

Es la segunda vez que la estatua dedicada a Antonio Gómez Aguilar, impulsor de la obra educativa, sufre un acto del mismo tipo desde que se inauguró en marzo

“Siento una absoluta indignación”. José Manuel Belmonte, autor de varias esculturas que salpican la ciudad, no sale de su asombro. Por segunda vez desde que se inauguró el busto a la memoria de Antonio Gómez Aguilar -impulsor de los colegios de la Trinidad-, la figura ha sufrido un acto vandálico. El bronce, erigido en la esquina de la avenida de la Victoria con Lope de Hoces, ha amanecido con una cruz invertida pintada con spray rojo y, según el escultor, “han tratado de hacer también una esvástica”.

“Estoy convencido de que es el mismo tipo que pintó las esculturas del Cristo de los Faroles, Santa Marina, Vientos de Cambio o la dedicada al escultor Juan de Mesa, en San Pedro”, sospecha Belmonte. “Casi siempre son figuras de corte religioso y casi siempre se pintan igual, con cruces invertidas y esvásticas”.

Esta mañana, Belmonte esperaba paciente a que llegasen los técnicos de Sadeco para proceder a la limpieza. Algunos turistas y curiosos se paraban delante del busto con cara de incredulidad. “Es una vergüenza, esto no pasa en ningún sitio, es una falta de educación absoluta”, se quejaba el autor.

“Lo que tiene que hacer el Ayuntamiento es crear una comisión que vigile, controle y restaure los monumentos cuando se hagan estos actos vandálicos”, afirma el escultor. “Yo creo que la solución es instalar cámaras de seguridad que permitan identificar a los autores, se les sancione ejemplarmente y que se publique para que todo el mundo lo sepa”, termina tajante.