Viviendo deprisa
Cuando Alejandro Sanz cantaba la canción que da título a este artículo, una persona con un sueldo normal se podía permitir acudir a uno de sus conciertos a escucharle sin que hiciera playback hasta para saludar al público y además sin dejar de comer unos pocos días. Para la línea viene bien, y para él, mejor aún.
Qué tiempos. Y lo que ahorramos ahora en gomina, no todo iba a ser malo.
Seguimos viviendo deprisa pese a que La Unión ya nos avisaba de que el tiempo pasaba tan despacio en Sildavia, y nosotros, sin mudarnos, porque éramos más del lobo hombre en París.
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