Salta
No le importa lo lejos que esté su destino, que ella coge impulso,
sonríe, aprieta los dientes y salta hacia él.
Los retos a su edad parecen imposibles y tan lejanos como el horizonte, pero no le importa.
Si el horizonte está lejos, sólo piensa en saltar más aún.
Dichosa inocencia disfrazada de aventurera sin miedos o temores…
Será una mujer valiente, aunque si lo piensas,
¿cuál no lo es?
Desde que empezó a ponerse de pie sobre las piernas de su madre hasta ahora apenas ha pasado un rato para mí.
Y resulta que es casi su vida entera.
Quizá nosotros no podremos acercarla a su destino,
quizá tampoco acercar su destino a ella.
Pero sí que le daremos el impulso necesario.
Todas y cada una de las veces que necesite.
Y siempre.
Debe ser cosa de ser padres,
o yo qué sé.
Si no tengo ni idea.
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