Felicidades
Una pared llena de Christmas.
O felicitaciones navideñas, que cuando era pequeño no se llamaban así.
Docenas y docenas de dibujos infantiles.
Escolares plasmando buenos deseos con motivo de la Navidad.
Niños anhelando el bien ajeno por nada a cambio.
¿Qué más da que cada buen pensamiento venga rodeado de señores obesos vestidos de rojo o de abetos nevados o de establos modestos albergando salvadores bajo la luz de una nueva estrella?
Si la Navidad sirve para eso, bienvenida y que dure todo el año.
Así que no.
No es una pared llena de Christmas.
Es una puerta.
Entremos.
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