Tenía escrito un bonito artículo sobre por qué hay árboles que resisten los vientos huracanados, como los que nos asolaron hace unas semanas, y otros que se tronchan a la primera. Voy a dejarlo para otro día, que para resiliencia, la de ahora. Hay que tener la cabeza muy amueblada y una suerte de aguante inatacable para resistir lo que nos está pasando.
Llega un momento en que distinguir entre realidad, ficción o fake new es literalmente imposible. Ni ser ingeniero aeroespacial, ni tener un máster en Derecho Internacional o en Genética Molecular, es bastante. Y no digamos lo que se nos viene encima con la “mágica” inteligencia artificial para distinguir lo realmente auténtico.
El otro día llegó a mis manos un documento jurídico que, al leerlo, percibí que tenía algo que no me cuadraba, pese a su aparente corrección. Había un giro por una sola palabra que lo hacía absolutamente inútil a su fin. Finalmente descubrí que el documento se había redactado por un señor lego en derecho que pulso un botón y “aplicó” la inteligencia artificial.
“Niños de Gaza llevan su nombre escrito en la mano por si mueren bajo las bombas” ¿Fake new o uno de los mayores genocidios infantiles conocidos?
“El Papa Francisco da luz verde al bautismo de gais y trans” ¿Fake new o noticia que nunca debió siquiera serlo si, como añade el Pontífice, tachado de comunista por los que se creen los más fieles, la Iglesia “no es una aduana, sino una casa paterna donde hay lugar para todos”?
“La guerra de Ucrania ha terminado y Rusia la ha ganado” ¿Fake new o realidad? Cuando se deja de hablar de algo y deja de ser importante, simplemente es que no existe.
“Las cuatro asociaciones de jueces se han puesto de acuerdo para oponerse a la carta de naturaleza que en el acuerdo de PSOE y Junts se le da a la lawfare. ¿Fake new o estamos ante una tan insólita y grave realidad como para que todas las asociaciones de jueces se hayan puesto de acuerdo por primera vez?
“La estabilidad del Gobierno o, mejor, de la legislatura, dependerá de una negociación permanente”, dixit en rueda de prensa, con puesta en escena de auténtico presidente, un prófugo huido en maletero ¿Fake new o humillación, chuleo y chantaje nacional?
Y es que de repente me desperté creyendo que me había abducido una fuerza maligna que me estaba impidiendo distinguir la realidad de una macabra ficción. Tal vez ese otro infame documento de cuatro páginas firmado por un gobierno en funciones y un huido de la justicia que es quien pone las condiciones y pisotea a todo un país, a la justicia y la igualdad de los españoles … ¿Habría sido redactado, como mi documento, con una inteligencia artificial con mucho de artificial, pero muy poco de inteligencia?
Sin la separación de poderes, la independencia judicial, la libertad y la igualdad de todos ante la ley, estaremos muertos. Y esto no es fake new, ni inteligencia artificial. Solo auténtica realidad.
Soy cordobesa, del barrio de Ciudad Jardín y ciudadana del mundo, los ochenta fueron mi momento; hiperactiva y poliédrica, nieta, hija, hermana, madre y compañera de destino y desde que recuerdo soy y me siento Abogada.
Pipí Calzaslargas me enseñó que también nosotras podíamos ser libres, dueñas de nuestro destino, no estar sometidas y defender a los más débiles. Llevo muchos años demandando justicia y utilizando mi voz para elevar las palabras de otros. Palabras de reivindicación, de queja, de demanda o de contestación, palabras de súplica o allanamiento, y hasta palabras de amor o desamor. Ahora y aquí seré la única dueña de las palabras que les ofrezco en este azafate, la bandeja que tanto me recuerda a mi abuela y en la que espero servirles lo que mi retina femenina enfoque sobre el pasado, el presente y el futuro de una ciudad tan singular como esta.
¿ Mi vida ? … Carpe diem amigos, que antes de lo deseable, anochecerá.
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