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José María Bellido: “Todavía estamos lejos de que la ciudad se vea saturada por el turismo”

José María Bellido, alcalde de Córdoba

Alfonso Alba / Fotos y vídeo: Álex Gallegos

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José María Bellido Roche tiene 47 años pero es el concejal más veterano en Capitulares. El actual alcalde de Córdoba asumió su primera acta de concejal hace 20 años, en julio del 2004. Hasta 2011 estuvo en la oposición, para ser nombrado después concejal de Hacienda durante el gobierno de José Antonio Nieto, la primera mayoría absoluta del PP en Córdoba. Con la dimisión de Nieto tras la pérdida de la Alcaldía se convirtió en portavoz municipal del PP y a partir del año 2019 en alcalde de Córdoba. Ha gobernado primero en coalición con Ciudadanos y ahora disfruta de una cómoda mayoría absoluta.

El alcalde de Córdoba se cita con Cordópolis en el Parque del Flamenco, a la sombra de la guitarra-tobogán, uno de los emblemas de sus mandatos. Bellido se muestra especialmente entusiasmado con el desarrollo del anillo verde de Córdoba, una sucesión de parques públicos y zonas verdes, junto a una de las grandes zonas de expansión de la ciudad. Antes de que la vista se pierda en Sierra Morena y Las Ermitas, el horizonte se plaga de grúas que construyen centenares de viviendas.

En todos estos años, Bellido ya ha concedido varias entrevistas a este periódico. Echando la vista atrás de la hemeroteca, comprobamos cómo ha ido cambiando la política municipal: de uno de los plenos con más partidos de la historia a una cómoda mayoría absoluta. También cuando el actual alcalde era preguntado por un político de otro partido al que hubiese admirado. En 2016 respondió que el Antonio Hurtado del mandato de 2003 a 2007.

La conversación discurre en una cafetería de la Arruzafilla, donde el alcalde saluda a varios vecinos que se acercan a estrecharle la mano. Los tres cuartos de hora que dura la entrevista van pasando entre reflexiones sobre la política, el paso del tiempo, el gobierno de Capitulares, los impuestos y ese muro administrativo que impide muchas veces que los proyectos salgan en tiempo y forma.

Quiero volver a presentarme

PREGUNTA (P). Usted tiene 47 años y es el concejal más veterano en el Ayuntamiento, donde lleva ya 20 años. En el Debate sobre el Estado de la Ciudad anunció que se volverá a presentar a la Alcaldía. ¿No le llama la atención la política fuera del Ayuntamiento?

RESPUESTA (R). Sí, bueno, es que yo era el concejal más joven hasta que llegó Cinthia (Bustos), y me quitó el récord. Fui el más joven en tomar posesión en su día.

P. Y ahora el más veterano de Capitulares.

R. Ahora soy el más veterano, aunque no el mayor en edad, pero con mucha experiencia. He pasado por todas las situaciones que se pueden pasar en el Ayuntamiento: oposición con un gobierno muy fuerte, cuando la alcaldesa era Rosa Aguilar, que tenía mucha personalidad como líder política; luego, formar parte del gobierno llevando Hacienda, que era un desastre en aquellos años. Recuerdo días muy difíciles a nivel personal en aquel gobierno en el que no sabíamos cómo salir adelante. Después perdimos el gobierno, volvimos a gobernar en minoría y luego con mayoría absoluta. Creo que me quedan pocas etapas que quemar en el Ayuntamiento. 

P. La gran pregunta es, ¿está cómodo en la política local o le apetece probar otras cosas en política?

R. Yo quiero volver a presentarme. Eso lo tiene que decidir también mi partido.

P. Pero con mayoría absoluta es normal que cuenten con usted.

R. Por ahora, no, Alfonso. Estoy cómodo en la política local y, por ahora, no tengo interés en otro ámbito político. No he probado otra cosa y, en este momento, mi único proyecto es la política local y Córdoba. Creo que estamos en un momento de encrucijada de caminos, como muchos proyectos que están en ciernes, y me apetece seguir los próximos años.

P. Las mayorías absolutas no sientan bien a los partidos, especialmente al PP. ¿Cómo se siente ahora con esa mayoría? ¿No hay como una sensación de tranquilidad, de relajación?

R. Es cierto que no podemos caer en la autoconfianza ni en la relajación. Hay más tranquilidad porque cuando llegan momentos como en este trimestre, con las ordenanzas fiscales y los presupuestos, sabemos que los proyectos van a salir adelante. ¿Dónde no podemos caer? En encerrarnos en nosotros mismos. Durante el debate sobre el Estado de la Ciudad, una de las conclusiones que saco es que al final con dos partidos que tienen poco que ver entre ellos, como Hacemos Córdoba y Vox, vimos que sobre temas importantes podemos hablar, y lo vamos a hacer. El objetivo es gobernar con la tranquilidad de saber que tienes los votos para sacar los proyectos adelante, pero no encerrarte en ti mismo y no entender que Hacemos tiene una preocupación por la escuela pública y por el padrón, y que es bueno que nos sentemos con ellos a ver esos temas.

P. ¿Es verdad que el PP propuso hace años la limitación de mandatos? Recuerdo que lo dijo Juanma Moreno y el propio José Antonio Nieto.

R. Sí. Yo nunca lo he dicho, pero es verdad que los ayuntamientos son una institución distinta a otros gobiernos. Siempre digo que hay tres límites: el primero, que es el más importante, lo marca el pueblo: nosotros o estamos donde tenemos que estar según lo que vota la gente; el segundo lo marca tu partido, puedo tener todas las ganas del mundo pero lo tiene que decidir el partido; y el tercero lo marca uno mismo. La política local es preciosa pero también tiene un contacto diario y continuo con la realidad, y con el vecino muy estrecho. Y tiene un sacrificio personal muy elevado, ya que uno no tiene vida privada. Cuando eres alcalde, hace que uno tenga que medir hasta dónde quieres llegar. Uno tiene que ser consciente de que mientras te aguanten las fuerzas, las ganas, mientras que tu partido te respalde y el pueblo quiera... Esos son los límites en los que yo me voy a mover.

Si llego a 12 años de mandato sería el alcalde más longevo de la ciudad

P. Si renovase un tercer mandato, sería el alcalde en democracia más longevo de la ciudad.

R. Sí, creo que sería el alcalde más longevo si agotara ese tercer mandato.

P. 12 años. Más que Herminio Trigo.

R. Pero digo lo mismo. Primero hay que ganar las elecciones y luego mantenerse durante los cuatro años. Pero sí, si llego a doce años sería el alcalde más longevo de la ciudad.

P. Acaba de reformar su equipo de gobierno moviendo fichas y cómo siempre su inseparable Miguel Ángel Torrico acaba regresando a los puestos clave.

R. Torrico es un gran político, con más experiencia que yo, todavía. Ha tenido un papel fundamental siempre en este gobierno. Al principio del mandato, en el primer año, asumió Urbanismo y Seguridad. Sacrifiqué el tener una persona en la Delegación de Presidencia porque era necesario un relevo en Urbanismo para una persona que lo hizo muy bien, que fue Salvador Fuentes. Son dos reflexiones las que han llevado al cambio. Después de un año, necesitaba una nueva figura en Presidencia, y Torrico era la persona más adecuada. Y vi que había una persona para llevar Seguridad, que era Jesús Coca. Es evidente Torrico siempre va a ser una figura clave en mi gobierno.

P. Desde fuera, ha parecido que algunos fichajes no han acabado de encajar muy bien en el organigrama municipal.

R. Puede ser que se perciba así. Pero los cambios que he hecho han sido necesarios. Cuento algo más en el caso de la Sostenibilidad. Cuando cierro con Daniel García-Ibarrola su incorporación a la lista, lo que me pide, y lo puede corroborar él junto a otro testigo, su actual coordinador, es que quería Sostenibilidad, y él siempre me dejó claro que esa era su prioridad. Sin embargo, yo le pedí que también asumiera Turismo, porque consideré que era la persona más adecuada. Él lo aceptó a regañadientes. Después de un año, necesitábamos reforzar la Delegación. Es como Inclusión. Tenemos una Delegación de Inclusión que ha empapado al resto del equipo de gobierno. La accesibilidad ha llegado a todos. Con la Sostenibilidad nos pasa lo mismo. No podemos mantener nuestro plan estratégico y ejes de gobierno con la sostenibilidad en un papel principal, y luego que la Delegación de Sostenibilidad, permítaseme la expresión, sea de segunda. Ni es coherente con el gobierno ni con nuestro planteamiento. Así que al igual que con Miguel Ángel Torrico, si tiene que llevar Emacsa y la vicepresidencia de Sadeco, Turismo lo tiene que coger otra compañera, que en este caso ha sido Marian Aguilar.

Esta será la última subida de tasas (agua y basura) de estas características

P. Explique cómo se anuncia una sexta bajada consecutiva de impuestos pero el recibo de la basura sube un 45% y el del agua otro 10% acumulado al 15% del año pasado.

R. Lo explico de manera sencilla. Desde que llegué he dicho que íbamos a bajar impuestos y lo hemos hecho. Van ya seis veces seguidas. ¿Qué impuestos hemos bajado? Hemos bajado los impuestos que estaban topados. Lo denuncié en la oposición. Estaban topados la plusvalía, el impuesto de vehículos, licencias no, pero éramos los más caros de Andalucía, y el ICIO estaba al máximo legal. Hemos bajado los impuestos. Esto ha generado un ahorro para los ciudadanos, de unos 100 euros al cordobés, y ha incentivado la actividad económica, que se ve en la construcción, que hace que los ingresos se sostengan incluso aunque bajen impuestos. Este año para compensar de lo que vamos a hablar he bajado también el IBI. Eso son impuestos.

Durante cuatro de los cinco años que soy alcalde han estado congeladas las tasas: el autobús, el agua, la basura... ¿Qué ocurre? Sadeco tiene un problema regulatorio. Teníamos unos ingresos y unos gastos. Se aprueba una norma por el Gobierno de la Nación que nos dice que lo que se deposita de residuos en el vertedero por tonelada hay que pagar y cobrárselo al ciudadano. Tenemos que repercutir ese coste. Segunda cosa que dice la ley. Nosotros teníamos un sistema, en toda la historia de Sadeco, no solo en mi gobierno, que es la recogida del húmedo-seco. Nos dicen que hay que pasarse a otro sistema e implantar un quinto contenedor. Tengo que afrontar los gastos de ese quinto contenedor y adaptar la planta de tratamiento. Más coste que la ley dice que hay que repercutir en el ciudadano. Tercera consecuencia: a nosotros, con Ecoembes, nos compran el plástico. Antes se compraba a un precio y ahora no. Nos bajan los ingresos. Si sumas nuevo impuesto, nuevo sistema de recogida y menos ingresos, no salen las cuentas. No queda más remedio. No me gusta que suba. Yo también pago mi recibo, pero no queda más remedio.

En el caso del agua, no es tanto el marco regulatorio, aunque también hay obligaciones, sino que después de mucho tiempo de tasas congeladas también tenemos que hacer inversiones para mejorar la eficiencia y regenerar agua, evitar vertidos al río. Hemos subido mucho menos que el entorno, si nos vamos a otras ciudades no hay menos del 40% de incremento. Emacsa tiene una situación buena, por eso hemos tenido un incremento más moderado. En Málaga por ejemplo se ha incrementado el precio por el coste que les supone producir su agua a través de desaladoras. Eso significa asumir más gastos de electricidad, etcétera. Nuestra política fiscal es bajar impuestos pero nos encontramos con situaciones por las que los tenemos que actualizar. Emacsa no recibe un euro del presupuesto municipal, sino que se autofinancia por lo que cobra. Ese es el modelo que queremos perpetuar.

P: ¿En principio será la última subida o está en mente la posibilidad de actualizar otras tasas, como el billete de Aucorsa, el precio de los teatros, Cecosam...?

R. Lo que puedo garantizar es que esta será la última subida de esas características. No puedo descartar es que haya subidas ni en esas mismas prestaciones no tributarias, pero serían más moderadas, en línea con el IPC o la inflación en los próximos años, sino el modelo no se sostiene. Los servicios públicos hay que pagarlos para que sigan siendo de calidad. Fíjate que en Sadeco, por ejemplo, lo que pagamos no es la limpieza viaria, eso lo cubre el presupuesto municipal. Lo que sí se financia con la tasa es la recogida de residuos. Esas tasas, todas en general, en los próximos años la congelación será complicada. Lo normal es que haya pequeñas actualizaciones. Pero ya digo, en el entorno del IPC.

P. En la oposición siempre criticó, junto a Salvador Fuentes, que el presupuesto no se ejecutara no ya en su totalidad sino prácticamente a la mitad. ¿Es la asignatura pendiente del Ayuntamiento?

R. Es un problema común a todas las administraciones, no solo a nivel local. Es cierto que es complejo. ¿Porqué? Por que hay unas rigideces en los procesos de contratación de servicios y de personal. Desde que decimos que se va a incorporar un policía hasta que lo hace pasan dos años, cuanto menos. Lo mismo sucede con las inversiones. Estamos en el Parque del Flamenco: pones el dinero, luego proyecto, después la contratación, ya que lo tienes, licitación de obra, ejecución con los habituales retrasos, y hasta que lo ejecutas se te van otros dos años. Eso te hace un decalaje que es difícil de ejecutar.

Dicho esto, hemos mejorado mucho en Córdoba. En 2018 se ejecutaban 270 millones de euros al año, y en 2023 hemos superado los 350 millones. Está muy bien. 80 millones es mucho dinero. Es un gran avance, especialmente en inversiones, donde hemos ejecutado más de 40 millones en un año entre el capítulo 6 y 7. Eso es como dos presupuestos de inversiones en un año. Hemos mejorado mucho. Estamos ejecutando el equivalente a un presupuesto, pero tenemos el atraso de años anteriores.

Córdoba tiene una gran ventaja: está bien diseñada

P. Los ciudadanos muchas veces no comprenden cómo funciona la maquinaria interna del Ayuntamiento, ese departamento de contratación donde todo se dilata, todo son problemas administrativos y hay toneladas de papeles. Un ejemplo: antes las obras de reparación de calles se hacían en verano que es cuando menos se suele molestar a la ciudadanía, que está de vacaciones, y la de la calle Alfaros ha empezado en octubre.

R. Una cosa es hacer parches y otra la obra. En los parchecillos estamos haciendo lo posible por ser más ágiles. Se ha incrementado el contrato de reparación de vía pública y el año que viene se dobla el contrato de zonas verdes, de cuatro a ocho millones. Y eso es verdad que es más fácil. Una vez que tienes el contrato, das un parte, van y arreglan. Es bastante más sencillo. Pero las grandes obras, como la de la calle Alfaros, dependen del calendario de contratación. Empiezas el proceso y no sabes cuándo lo vas a terminar. Lo digo con toda la modestia, pero es así. Puede ser impredecible debido a recursos, impugnaciones y otros problemas administrativos. Es muy difícil programar con exactitud cuando va a comenzar exactamente una obra. Hoy en día es casi como sacar la bola de cristal.

P. Pero eso le encanta a los políticos, lo de dar plazos.

R. Y a vosotros también, que cada vez que presentamos una obra nos preguntáis, ¿y esto para cuándo?

P. Vivienda. Es el gran problema de España ahora y para los próximos años, sobre todo por el acceso de las nuevas generaciones a la propiedad ¿Cómo piensa el Ayuntamiento abordar este tema? Por ejemplo, ahora mismo no hay una gran oferta de vivienda de protección oficial en la ciudad.

R. Córdoba tiene una gran ventaja: está bien diseñada. Mi deber es, primero ejecutar bien ese diseño y ser ágil. Segundo, hacer que el diseño los próximos años sea igual de bueno. En el corto plazo, el acceso a la vivienda. Es clave mantener varios equilibrios. Uno, el crecimiento de la ciudad con la actuación en las zonas consolidadas. La ciudad tiene que seguir creciendo. Aquí [estamos en la avenida de la Arruzafilla] viene ahora mismo un barrio enorme, que es el O-4, que ya está urbanizándose, donde se construirán más de 3.000 viviendas, de las cuales casi 2.000 serán de protección oficial (VPO). Claro, eso hace que si de ahí logramos sacar 2.000 VPO de promoción tanto pública como privada, va a haber oportunidades. Este desarrollo urbanístico, que es el más importante en Andalucía, permitirá que haya oportunidades de vivienda asequible.

En toda la ciudad, lo dije el otro día en el debate, tenemos previstas 6.000 viviendas más para construir en los próximos años, con más de 3.000 de VPO. Eso debe balancear el precio para que no se dispare al haber mucha oferta. También estamos trabajando en la ciudad consolidada, de la mano de otras administraciones que nos ayuden como en el Figueroa o construyendo viviendas en el casco histórico, donde queremos impulsar más promociones siguiendo el modelo de Don Rodrigo.

En el largo plazo, nuestra responsabilidad es perpetuar este modelo de una ciudad bien diseñada y que se ha logrado a través del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Si tenemos el O-4 y todas las viviendas previstas para los próximos años es porque el Plan General así lo recoge. ¿Qué necesitamos en los próximos años con el PGOM? Que ese modelo crezca. Y que si podemos desarrollar actuaciones como las del cordel de Écija, estarán ligadas a vivienda protegida o vivienda de precio limitado. En definitiva, que el modelo que se dio Córdoba hace 25 años podamos seguir alargándolo en el tiempo para que el precio, que no es barato, no se dispare.

Intento gobernar sin alterar mucho el modelo que Córdoba ha tenido a lo largo de los últimos tiempos

P. Entiendo que uno de los grandes problemas del casco histórico es la desaparición de barrios, especialmente en zonas como la Judería, vinculadas a la proliferación de viviendas turísticas. ¿Tiene su gobierno algún “miedo” o reticencia a la hora de regular este fenómeno?

R. No, en absoluto. De verdad que no. ¿Qué está pasando en Córdoba? Por primera vez estamos recuperando población. Los nuevos barrios están provocando la llegada de nuevos cordobeses. Eso es bueno. Yo mismo te he dicho que hay que convivir con la ciudad ya consolidada, como es el casco histórico. Hay que diferenciar zonas del casco, que tiene más de 40.000 habitantes, no es que esté vacío. El otro día cuando dimos ese dato en la asamblea de las Ciudades Patrimonio la gente se sorprendía. Pero es que el casco de Córdoba es muy grande. Tenemos aún muchos barrios normales y corrientes, con su comercio local, sus tabernas. A ti no te lo voy a contar.

P. Pero poco a poco vemos que el fenómeno llega, poco a poco notamos esa amenaza.

R. Sí. Pero la foto actual es de una inmensa mayoría de barrios que siguen estando muy habitados con un problemón en el entorno de la Mezquita, un lugar al que van unos dos millones de personas al año y que se da a la mercantilización. Casi que hay que entenderlo. Es muy difícil que en espacio que visitan dos millones de personas al año no se dé un fenómeno así. Y de verdad que el tema de las viviendas turísticas no nos asusta y estamos dispuestos a regular. En Córdoba ya hay una regulación, que no es mía y que ya existía, y vuelvo al Plan General, que dice que en los edificios de viviendas, como los que tenemos aquí alrededor, lo que es actividad económica no puede ir más allá del bajo o de la primera planta. ¿Desde cuándo se considera actividad económica a las viviendas turísticas? Desde la última ley de la Junta de Andalucía. Ya solo sin hacer nada no se podrán iniciar nuevas viviendas turísticas en edificios más allá del bajo o de la primera planta. Eso sin tener que tocar ninguna regulación actual. Eso nos quita la posibilidad de crecer en un 75 u 80%. Y luego está lo que acaba de decir el Tribunal Supremo, que con una mayoría de dos tercios de los votos de los vecinos de un bloque ya se pueden prohibir. Pero en Córdoba eso ya existe desde que la ley de la Junta lo considera actividad económica.

Estamos realizando un estudio para tener datos objetivos que justifiquen cualquier regulación adicional. La Junta nos dice que podemos regular pero basándonos en datos objetivos. Lo importante es no actuar solo por una sensación, sino respaldar nuestras decisiones con cifras concretas. Ese estudio lo está realizando la misma empresa que hizo el Plan Municipal de Vivienda. Está evaluando el impacto de las viviendas turísticas en toda Córdoba. ¿Qué creemos que va a salir? En áreas cercanas a la Mezquita-Catedral creemos que hay un porcentaje elevado de este tipo de propiedades, lo que está encareciendo los precios y hace que salgan vecinos. Eso nos va a hacer la radiografía del resto de la ciudad.

Cuando tengamos los resultados, estaremos en disposición de regular. Te puedo asegurar que será mi gobierno el que saque adelante una ordenanza que determine cuántas viviendas turísticas pueden existir y en qué zonas, y todo ello con datos claros. Esto no es echar un huevo a freír. Necesitamos tener ese estudio y después hacer una ordenanza. Pero miedo a regular, ninguno. El otro día en la asamblea de la OCPM lo dijo muy bien el presidente: Una ciudad no puede convertirse únicamente en una plataforma de Airbnb, porque eso acabaría con su esencia y con su encanto.

P. Al hilo de la asamblea de la Asociación Mundial de Ciudad de Patrimonio, no sé si estamos casi en el límite de los turistas que esta ciudad puede acoger en determinadas fechas y en determinadas zonas. No sé si se trabaja de alguna forma para que eso no sea así.

R. A ver, yo creo que nosotros sólo tenemos un problema y lo digo de corazón. Solo tenemos un problema de un número elevado de turistas que sí pueden incomodar determinadas zonas de la ciudad, que fundamentalmente coincide con los patios en mayo. El resto del año te diría que todavía estamos lejos de que la ciudad se vea saturada por el turismo. Mayo y octubre son meses muy fuertes, pero yo te diría que quitarnos la semana de patios y ciñéndonos mucho al Alcázar Viejo y a esa zona, yo no veo la ciudad todavía saturada. Te pongo una comparación es real, que es Brujas. Brujas no es más grande que Córdoba, ni mucho menos. Brujas tiene más del doble de turistas al año que Córdoba. Entonces, a lo mejor en Brujas sí tienen ese problema. Pero nosotros estamos lejos de tener los índices de visitantes y de turistas que tienen otras ciudades europeas que sí se puede considerar que ya están saturadas. Nosotros no estamos ni de lejos en esas cifras que hay en otras ciudades que patrimonialmente y por tamaño se pueden comparar con Córdoba.

García Ibarrola aceptó a regañadientes Turismo

P. El gran motor del turismo en Córdoba es Mezquita. No sé si le preocupa el informe que acaba de recibir Unesco del World Heritage Watch alertando de un poco la actuación del Cabildo, de ese borrado islámico del monumento. Es cierto que uno ve las redes sociales de la Mezquita Catedral y ahí se comparten muy pocas cosas del pasado islámico del monumento.

R. El concepto de asesor puede tener muchas acepciones y el asesoramiento también. Si leéis el propio documento, en el prólogo dicen que hacen ese trabajo anual que envían a la Unesco. Y hasta ahí llega su asesoramiento. Incluso ellos mismos en el documento no ponen el ejemplo concreto pero sí dicen que hay un patrimonio que entendemos que está en peligro, que llevamos casi los diez años incluyéndolo en este estudio y ha dicho un alto responsable de la Unesco que no tiene suficientes datos para valorar y se quejan amargamente. Lo hacen como diciendo no sabemos para qué sirve nuestro trabajo. Entonces, qué quiero decir: primero las cosas a su terreno. Mandan ese informe a la Unesco, pero no es que la Unesco les tenga a ellos contratados para asesorarles.

P. Es una ONG. Icomos también lo es.

R. Pero Icomos sí tienen con un ellos una relación más profesional, estaría en un nivel más al más elevado de asesoramiento. En segundo lugar, francamente no comparto la visión que tiene la autora de ese artículo. Lo que está haciendo el titular del bien que es el Cabildo restaurar todas las puertas del muro de la Mezquita. Eso está muy lejos de borrar la huella islámica. Todo lo contrario. Lo que se está haciendo es restaurar todas las puertas con toda su iconografía islámica. Ahora se va a iniciar la restauración del Mihrab, y que si hay algo que tiene huella islámica en la Mezquita Catedral es el Mihrab, que es la esencia, el lugar del rezo de los musulmanes. Otra cosa es que la Iglesia, lógicamente, defienda su culto católico y en sus redes lo divulgarán. Patrimonialmente yo creo que es intachable la labor que se está haciendo.

P. El informe incide también en que ha sido la propia Junta de Andalucía la que ha devuelto el Plan Director al Cabildo alegando, por ejemplo, un uso excesivo de los lugares del pasado islámico para exposiciones, conciertos, etcétera. Bueno, de hecho el congreso de la OCPM se inauguró con un concierto de la Orquesta de Córdoba en la ampliación de Almanzor.

R. Habría que verlo, pero por nuestra parte son cosas puntuales. No sé cuántos congresos así tendremos en Córdoba. Y más de patrimonio. Yo creo que aquí incide más el sentido común en cuanto a la gestión ya de los usos que cualquier otra cosa. Creo que en eso es fácil acordar. Hace algo más de dos años tuvimos unas jornadas en Córdoba a las que vino la directora, la segunda por así decirlo, de Unesco en París. Ella, al contrario, lo que nos manifestaba era que está bien que los monumentos, que los patrimonios tengan un uso ciudadano cultural, participativo, incluyendo, por ejemplo la Semana Santa. En cuanto al uso, el sentido común de no agotar aquello. Tampoco convertir aquello en un Santa Santorum donde nadie pueda entrar, porque hay que tenerlo solo de mírame y no me toques. En el término medio está la virtud.

P. Acaban de dar marcha atrás en las autorizaciones de verbenas en el casco histórico por todos los problemas asociados. Tenemos el problema de las cruces. ¿Cree que hay un uso excesivo del espacio público que hace imposible, a su vez, el plan de devolver la zona a los vecinos?

R. Son dos cuestiones distintas. Las cruces son una fiesta tradicional que tiene su sentido, entre otras cosas, porque nacen en el casco y porque se viven en el casco. Lo que tenemos que intentar es que no se nos vaya de las manos. Tendremos que poner medidas de acuerdo con los organizadores de limitaciones de horarios, limitaciones de ruido, limitaciones de presencia de gente, control policial, limpieza para evitar que se nos vaya de las manos, ni en masiva presencia de jóvenes ni en botellón. Pero si te digo que las cruces sí entiendo que se tienen que seguir desarrollando donde donde tienen su germen y es una fiesta tradicional. ¿Qué diferencia tienen con las verbenas? Las verbenas las intentamos recuperar, pero no están ligadas a ningún sitio, nacen en un barrio, pueden nacer en cualquiera de ellos. Y si vemos que da problemas, como en el casco histórico, pues lógicamente vamos a decir que no se hagan más. Por que una cosa es que nosotros mantengamos una tradición y hagamos frente a los problemas que origina la celebración de esa tradición y distinto sería que alentáramos nuevas celebraciones que no tienen ninguna tradición, que generan esos mismos problemas. Hay un salto enorme, diferente. Por eso en este caso, directamente es cierto que vamos a decir no se hagan más. Lo que lo que vamos a hacer es alentar un nuevo fenómeno y luego convencidos, sabiendo que este año no era algo que buscáramos ni que pensáramos que se iba a dar. Se ha dado así porque los jóvenes, hoy en día a través del móvil, se ponen de acuerdo donde quieren ir. Se puso de moda y ahí acabaron todos. Si no se sabe usar adecuadamente, pues se restringe.

Es muy difícil programar con exactitud cuando va a comenzar exactamente una obra. Hoy en día es casi como sacar la bola de cristal

P. En el vídeo le preguntábamos por cómo se imaginaba la ciudad dentro de veinte años. Hay veces que uno piensa cómo serán los veranos dentro de veinte años y da un poco de miedo. No sé si se trabaja en un plan muy serio para mitigar el impacto del cambio climático y adaptar la ciudad.

R. Estamos atajando desde varios frentes. Primero la movilidad, los gases, la medición de la contaminación. Estamos instalando más medidores de calidad del aire porque había muy pocos y además precisamente alejados de la zona donde se ha restringido el tráfico, lo cual, en parte era un sinsentido. Entonces, primero vamos a medir la calidad del aire. Y qué efecto está teniendo realmente la zona Acire, la zona baja de emisiones, si funciona o no funciona y cómo se compara con el resto de la ciudad. Segundo lugar, no solo es el anillo verde. Estamos trabajando a ver si en los próximos meses podemos sacar adelante eso de los proyectos Hislas que estamos poniendo en marcha en el casco histórico, que tenemos que hacerlo con solares. Es decir, intentar refrescar el casco y el centro sabiendo que no tenemos la zona de expansión que hay aquí [junto al Parque del Flamenco]. Claro que aquí llegamos y de golpe puedes hacer miles de metros cuadrados de zona verde porque tiene suelo. En el casco histórico, no. Vamos a hacer pequeñas actuaciones que entre todas sumen bastantes metros. Y luego, por último, los materiales. Cuando me hablas del casco en el PGOM sí hay una reflexión que ya está puesta en los ejes estratégicos, que es una revisión primero de eso de las zonas verdes y segundo de los materiales a utilizar. Aquí es verdad que por regulación, igual que el PGOU tenía sus cosas buenas había otras que no eran tan buenas. Se ha abusado de un material muy árido. Vamos a intentar incluir en el próximo PGOM que en esa regulación haya otros materiales que, siendo nobles y respetando nuestra arquitectura y nuestro patrimonio, no haga tanto absorción de calor. Y luego las sombras, que tendrá que haber naturales donde se pueda, y digo donde se pueda. ¿Cuál es el problema que tiene plantar muchos árboles en el casco? Que convierte también las aceras en una barrera de accesibilidad. Es que es que es verdad que en el casco limita mucho el espacio. Ni hay metros para zona verde ni hay aceras grandes. Entonces habrá que compatibilizar árboles donde se pueda, sin que eso suponga una barrera de inclusión y en donde no con otro tipo de sombras que sean artificiales.

P. Las políticas de movilidad se están centrando en construir nuevos aparcamientos, grandes avenidas y la Ronda Norte. Pero desde que gobierna, salvo el caso de La Viñuela, no ha habido nuevas peatonalizaciones. No sé si a veces se piensa más en el tráfico que en los propios peatones, siendo Córdoba una ciudad en la que andando en 20 minutos se llega a cualquier sitio.

R. Vamos a ver, sí, en parte te puedo dar parcialmente la razón en tu planteamiento. Intento gobernar sin alterar mucho el modelo que Córdoba ha tenido a lo largo de los últimos tiempos, en el cual nos sentimos cómodos. Creo que la zona baja de emisiones es un ejemplo que tiene que ver con esto. Si tenemos una zona Acire, que es enorme y la ciudad ya está acostumbrada a que por ahí no pasan coches, vamos a empezar por ahí. No vamos a inventar nada. Y ahora ya estudiamos los datos y vemos si ampliamos. Fíjate que la única que hemos hecho efectivamente es La Viñuela y es donde más me han chiflado desde que soy alcalde cuando he ido a un barrio.

P. Pero ahora nadie quiere volver lo de antes.

R. Ahora no quieren, pero lo recordarás. La experiencia no fue precisamente buena aquel día. Llegamos allí y los vecinos estaban enfadados. Las cosas hay que hacerlas encajando con lo que realmente la ciudad y los vecinos quieren. Y hay que pensárselo mucho. Creo que puede haber peatonalizaciones que tengan sentido en Ciudad Jardín, restricciones de tráfico en barrios que son como islotes. Te hablo de Miraflores, del Alcázar Viejo, o puede pasar en San Rafael de la Albaida. Hay determinadas zonas que por su configuración se puede restringir tráfico porque además no alteran el paso. Entonces ahí seguramente sean bienvenidas. Y no te digo que no. Y luego eso no quita que, por ejemplo, la Ronda Norte: es que no somos la única ciudad que no tiene una ronda completa. Tampoco tiene sentido. Es verdad que se nos queda muy pegada a la ciudad, pero ¿qué estamos haciendo? Ya no es una ronda. Es decir, la actuación que se va a hacer aquí es una ronda a efectos administrativos, porque la Junta tiene la competencia, pero va a ser una avenida. No tiene una configuración de ronda, no va a haber medianas de carretera. Va a haber limitación de velocidad, semáforos, pasos elevados para que los coches disminuyan la velocidad, un carril de servicio para los vecinos, un jardín enfrente. Es decir, pues va a ser otra avenida de Trassierra, otra avenida de Cañito Bazán, que es lo que tiene sentido, una avenida amable, pero que sí permita que el tráfico fluya. Vamos a tener los datos: pasan muchos menos coches por la avenida de la Arruzafilla de los que pasan por el Vial. Así se diseñó en su día y, eso sí es una ronda: cuatro carriles, miles de coches al día a una velocidad media alta-alta. Aquí no vamos a tener eso, ni de lejos, es que ni se va a acercar. De hecho, vamos a sacar los datos exactos. En fin, todo, como vuelvo a decirte, en su justo término y su equilibrio.

El tema de las viviendas turísticas no nos asusta y estamos dispuestos a regular

P. ¿Le hará caso a Vox y presentará a Córdoba a una nueva candidatura a ciudad cultural en 2031?

R. No, ya lo dijimos en su día. Esta es una propuesta que ahora es nueva en cuanto a que es nueva por Vox, pero que ya fue objeto de debate hace unos años y de de debate público. Nosotros estamos en otro momento. Hay muchas ciudades candidatas muy fuertes que llevan ya trabajando tiempo: Granada, Jerez, Cáceres. Y segundo, que en nuestro momento ahora es otro. Si es que yo creo en el momento de la Capitalidad Cultural pasó ,en un futuro, ya veremos, pero ahora estamos en otro momento distinto. Estamos hablando de Capitalidad Verde. Estamos hablando de una ciudad industrial. Estamos hablando de retos con el turismo. Todo eso es lo que ahora mismo en la ciudad tiene un debate vivo, es real. La ciudad no está en una mentalidad de Capitalidad Cultural. Lo primero saber detectar como gobernante, qué es lo que la ciudad quiere. No veo a nadie ahora mismo ilusionado con eso como para lanzarme.

P. Si no le pregunto por los accesos al estadio los aficionados del Córdoba Club de Fútbol me matan.

R. Ya vienen de camino. Ya vienen. Están encargados ya en la Gerencia. En el estadio vamos a ser más ambiciosos. Que tampoco piense nadie que van a ser unos caminitos. Serán para evitar que pisemos barro. Es una actuación muy sencilla, importante porque no nos manchamos los pies, pero muy modesta en cuanto a su configuración. Pero vamos a cerrar ya la herida de esa visión en obra en el estadio. Nos va a costar mucho a todo, sí que es una inversión gorda, es una inversión modesta.

P. Bueno, ya nos ha costado el estadio.

R. El estadio ya nos ha costado una castaña y esto nos va a costar rondando los 850.000 mil euros. No es poco dinero. Al que ahora vamos a fastidiar es a Rafalcor, que no va a poder sacar los memes cuando hay un terremoto. Como ciudad verdad que cerramos una imagen que era fea.

P. Llegamos al final y no hemos hablado de la Base Logística. El gran proyecto. ¿Espera estar en el 2028 cortando la cinta inaugural?

R. Hombre, yo espero que esté y si no que me inviten, por lo menos. De verdad que tengo mucha ilusión en ese proyecto porque supone un cambio de paradigma en la economía local. Es una gran oportunidad. Realmente lo importante de la base logística empieza dentro de unos años. Ahora hay que sembrar los los cimientos, pero empieza luego. Ahí tenemos un centro de contratación de cientos de millones de euros al año, que tenemos que hacer que lo más que se pueda se quede en Córdoba, y que vengan industrias y que otros crezcan aquí y que otros se alíen con empresas locales. Y eso es lo bonito. Ahora mismo es trabajo mucho administrativo, mucha obra, mucha organización, mucho convenio, pero todavía no hay nada palpable. Realmente. Lo bonito de la base logística empezará entonces y es cuando Córdoba tiene una oportunidad por delante enorme, que yo lo que sí me alegro de haber logrado que eso venga. Eso sí, a mí ya me queda para siempre. Yo con eso me siento muy satisfecho y muy contento y muy orgulloso.

Lograr que haya venido la base logística es algo que me quedaré para siempre

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