Miércoles Santo de transición

Si el del martes ha sido un día incierto por el avispero de chubascos en que se convirtió toda Sierra Morena según daban las 12 del mediodía, el del Miércoles Santo apunta a ganar en certidumbre por la relativa estabilización de la atmósfera. Relativa en tanto en cuanto aunque el desplazamiento de la baja hasta dominios mediterráneos ya queda consolidado, existe un aporte frío desde las Islas Británicas durante la madrugada del martes al miércoles, que aún podría generar cierta inestabilidad a primeras horas de la mañana.

Éste aporte frío desde Gran Bretaña vendrá a prolongar un día más la dinámica ya conocida de brumas y nieblas matinales y posteriores desarrollos convectivos en zonas de sierra. No obstante, la diferencia clara con los días precedentes se hará notar en un mayor empuje de la dorsal anticiclónica de Azores, que en su panzamiento sobre la Península Ibérica debilitaría rápidamente los desarrollos que puedan formarse según medie el Miércoles Santo.

Una lectura rápida a los modelos meteorológicos nos indican claramente esa formación de desarrollos en zonas de sierra del cuadrante suroeste peninsular, pero que observadas con detenimiento tenderían a desaparecer rápidamente según avance la tarde. Lo que cabe esperar por tanto es el escenario ya dibujado, con crecimiento en el norte de la provincia que podrían llegar a afectarnos levemente en las primeras horas de la tarde, y que rápidamente deberían dejar paso al inicio de unos días de clara estabilidad.

En resumidas cuentas, riesgo de precipitación leve hasta las 5 de la tarde y posterior mejora en toda la mitad sur peninsular. Así pues, de nuevo ojo avizor al radar y pendientes de lo que crezca en la sierra llegadas las 12 del mediodía, pero con la certeza ésta vez sí de que la estabilidad ganará terreno según se enfile la noche que cruce hasta el Jueves Santo, cuando comience un paréntesis de tiempo estable y soleado para rematar una Semana Santa de lo más primaveral.