La lotería del Domingo de Ramos

Como ya apuntase el pasado miércoles, la que hoy empieza es una de las semanas más inciertas en lo meteorológico de todo el año. Lo que éste Domingo de Ramos suceda, puede catalogarse casi como una auténtica lotería meteorológica, que aunque pueda ser en su gran parte estable, deje en la jornada chubascos aislados que enfilarán Sierra Morena desde la campiña sevillana. Así que primera recomendación, atención al radar de precipitación y ojo avizor a lo que crezca dirección Estepa.

El centro de la baja ha quedado ya encajado en San Vicente, donde se hará fuerte estos días e irá mudándose con lenta parsimonia hasta el Mediterráneo ya bien mediada la semana. En ese transcurso, la tónica dominante será la ya anunciada y tan propia de éstas fechas, mañanas tranquilas que deberían ver crecer nubes de tormenta según ascienda el Sol, concentrando entre las 2 y las 8 de la tarde los desarrollos convectivos más propicios para dejar agua según tercie la trayectoria de los mismos.

En lo inmediato y referente al Domingo de Ramos, el centro de la baja queda aún lo suficientemente al oeste de nuestra posición como para dejarnos en una suerte de “tierra de nadie”. Las provincias más afectadas serán las más occidentales, con Huelva y Sevilla a la cabeza, donde la jornada pinta trágica con casi toda seguridad, y que nos dejarán a nosotros a expensas de lo que nos llegue vivo desde el Golfo de Cádiz, que en cualquier caso apunta a chubascos cortos de débiles a moderados y con tendencia a desaparecer según avance la tarde.

La lectura de modelos meteorológicos parecen convergentes tanto en la franja horaria de entre las 12 del mediodía y las 5 de la tarde como en la mayor afectación en zonas de sierra, una auténtica lotería que viene a coincidir con las horas en que hermandades y cofradías tengan que decidir plantar en las calles cruces de guía. Una jornada extraordinariamente complicada para la previsión de lluvia en la pequeña escala, que debería venir marcada por la precaución y la buena lectura de las imágenes que nos devuelva el radar de precipitación de Sevilla, auténtico protagonista de la jornada para prever con cierta antelación si el riesgo de ponerse en la calle es asumible o no, y en la que cualquier cosa pudiera pasar.