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Sobre este blog

Sergio Gracia Montes es graduado en Derecho por la Universidad de Córdoba. En 2018 impulsa desde Córdoba el Centro de Investigación de la Extrema Derecha (Cinved), con el que analiza y estudia los movimientos populistas y extremistas en España y a nivel internacional. Gracia cuenta con amplia formación en materia religiosa, política y de derechos humanos, e interviene en medios nacionales (Cuatro, La Sexta, Huffington Post, El Independiente, El Confidencial o El Temps) como experto en fanatismos y movimientos de ultraderecha.

Locura en el manicomio

Javier Milei, en la presentación de su libro en Madrid

Sergio Gracia

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La primera pregunta que deberíamos hacernos es ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? En este punto ya no caben respuestas vacías de contenido para rellenar espacio, donde lo único tangible, lo único real, es que una parte de la sociedad no tan minoritaria ha decidido comprar discursos apocalípticos, extremistas, radicales, salvapatrias, donde los correligionarios siguen a un líder mesiánico que más temprano que tarde, les pedirá suicidarse en un rancho o en un escampado perdido al más puro estilo Heaven's Gate, Rancho Santa Fe, California en 1997.

Ustedes se preguntarán ¿Por qué Heaven's Gate? ¿Quiénes eran los Heaven's Gate y qué tiene que ver con la actualidad? Los Heaven's Gate fue considerada una las primeras sectas religiosas de la era internet y que usaron la tecnología digital para difundir sus creencias a un público más amplio, como hoy hacen algunos políticos o gurús que te piden hacer burpees a 1000€.

Decía el gran Jesús Quintero “Siempre ha habido analfabetos, pero la incultura y la ignorancia siempre se habían vivido como una vergüenza. Nunca como ahora la gente había presumido de no haberse leído un puto libro en su jodida vida, de no importarle nada que pueda oler levemente a cultura o que exija una inteligencia mínimamente superior a la del primate. Los analfabetos de hoy son los peores porque en la mayoría de los casos han tenido acceso a la educación, saben leer y escribir, pero no ejercen. Cada día son más y cada día el mercado los cuida más y piensa más en ellos.”

¿Por dónde empezar? Es complicado dado que el último fin de semana ha sido intenso en desvaríos y discursos difícilmente de sostener por mentes mínimamente formadas y leídas, pero es que los seguidores de estos movimientos vienen con el lavado de cerebro desde hace años y la corriente es cada vez más mayoritaria ya que nadie se quiere quedar fuera cuando el líder mesiánico ostente el poder. Luego puede venir la otra parte, el duro despertar.

Al más puro estilo sectario, los predicadores han pedido a sus correligionarios morir de hambre o por no poder acceder a una sanidad universal. Escuchen el discurso de Milei sobre el estado social, lean las palabras de Le Pen sobre los productos españoles y el cierre de fronteras o paguen 1000€ y dejen a su familia para seguir al salvador. No pienses, solo aplaude.

Pero vayamos al inicio de esto por poner un punto de partida. Durante años, la ultraderecha disfraza de derecha moderada, regó con cantidades ingentes de dinero público medios de comunicación privados y pseudomedios que vendían como información lo que era mera especulación y opinión financiada, dinero público que quitaban a la sanidad y educación pública.

Esto nos llevó a 2 palabras “lawfare” y “enfangar”. Dos palabras que juntas se entienden mejor que separadas. Porque el lawfare se utiliza para enfangar a través de una “guerra jurídica”, “persecución judicial”, “instrumentalización de la Justicia” o “judicialización de la política”. Pregunten a Antonio Costa, Lula, Victoria Rosell, Jacinda Ardern, Sanna Marin, Mónica Oltra o Dilma Rousseff. Pedro Sánchez y su mujer han sido los últimos. Una lista inacabable de procesos “legales” que fueron utilizados como arma política para descabalgar al ala progresista. 

Como decíamos al principio, el fin de semana ha sido intenso. Madrid se convirtió durante 2 días en la ciudad de la “libertad financiera” ¡Joder con la libertad financiera! Desde un evento en el Casino de Aranjuez (Madrid) de un tío que anima a dejar los estudios, a hacer ejercicio a las 5 de la mañana y a abandonar a sus familiares y amigos, pasando por un encuentro entre el Presidente de la CEOE y algunos de sus “amigos” con un individuo que iba “repartiendo cacahuetes”, y que finalmente, asiste el domingo a una bacanal ultraderechista donde insulta al Gobierno de España y sus políticas ¿Qué puede salir mal?

La elección de Madrid por parte de los ultras chillones no fue casual. A pesar de que están en algunos gobiernos regionales y locales, en España no tocan pelo, no tocan poder y ahí les duele. Recuerden que los franquitas y ultraderechistas debido, según ellos, a “la incertidumbre política” aplazaron sine die el Viva 2023, su evento folclórico. Entonces no había nada que celebrar, ahora quieren tocar poder en Europa, más sillones, más financiación para su agenda ultra y para sus pseudomedios.

La ultraderecha se ha convertido en un contenedor donde cabe toda la basura. La ultraderecha se ha convertido en un manicomio donde los locos andan sueltos y aplican políticas extremistas que rompen el consenso social, donde lo último que se les ha ocurrido es convencer a sus adeptos de que pagar impuestos no sirve para nada. Servicios como la atención sanitaria (construir hospitales), el sistema educativo (construir colegios o universidades), servicios culturales (bibliotecas) o la construcción de infraestructuras (carreteras o aeropuertos) ¿De verdad no sirven para nada? Cuando se pongan enfermos, no acudan a ningún hospital público, cuando les roben no llamen a la policía. Defender hoy la democracia pasa por defender la justicia social.

Abascal dijo en 2023 “Hay que abatirles, sí, a todos los desalmados que traen odio, dolor y muerte. Y a ser posible hay que abatirles antes de que maten a un solo inocente”. Ahora amenaza “hay que echarles a patadas”. Esto es el manicomio social que quiere la ultraderecha, donde todos se maten por un trozo de carne al más puro estilo “Los Juegos del Hambre” donde en un futuro distópico, Katniss y Peeta participan en un evento televisado en el que los jóvenes luchan entre sí hasta la muerte. Sean bienvenidos a “Los Juegos del Hambre” de la extrema derecha.

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Sergio Gracia Montes es graduado en Derecho por la Universidad de Córdoba. En 2018 impulsa desde Córdoba el Centro de Investigación de la Extrema Derecha (Cinved), con el que analiza y estudia los movimientos populistas y extremistas en España y a nivel internacional. Gracia cuenta con amplia formación en materia religiosa, política y de derechos humanos, e interviene en medios nacionales (Cuatro, La Sexta, Huffington Post, El Independiente, El Confidencial o El Temps) como experto en fanatismos y movimientos de ultraderecha.

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