Emocionado Rosario de recuerdos y vivencias
La iglesia de la Merced acogió este sábado el Pregón de Glorias, que pronunció Ángel María Varo con un discurso de marcado carácter personal y cargado de sentimiento | La Banda de Música María Santísima de la Esperanza abrió un acto en el que fue presentado el cartel de Glorias
Son más de las diez y media de la noche, algunos minutos por encima de esa hora, cuando un encendido aplauso ilumina aún más si cabe la iglesia de la Merced. Es la respuesta que ofrecen cuantos se encuentran, en ese instante en pie, en el céntrico templo al “Rosario de recuerdos y vivencias” de quien anuncia el tiempo de Glorias en Córdoba. Tras el atril, Ángel María Varo lo agradece emocionado. Termina su Pregón, marcado por las propias experiencias de su infancia, las que en su día significan tanto para él como para sus hermanos el conocimiento y los primeros pasos en la vida cofrade. Concluye con una sincera disculpa, quizá innecesaria, pero también cargada de nobleza, a los miembros de las hermandades que puedan haber sentido un menor trato en su alocución. Lo cierto es que todas están presentes en sus palabras, que lo son de devoción. Acaba un discurso muy personal, con el que logra transmitir a los presentes su pasión por las cofradías de esta ciudad.
Antes de poner punto final a su texto, realiza especial mención a Nuestra Señora de las Lágrimas en su Desamparo, titular de la Misericordia, de la que es hermano. Está a punto de finalizar un sentido Pregón de Glorias, en el que Ángel María Varo realiza un recorrido por todas y cada una de las hermandades de Gloria de la ciudad. Rememora en ese camino de palabras emocionadas los días en que las letanías en latín del rezo del Rosario de su madre le acompañan en su visita a los distintos templos. Recuerda y permite recordar a los presentes, tanto como si al igual que él todos hubieran vivido cada una de sus experiencias. Se detiene en San Rafael, en quien firmemente cree, así como en la custodia que a Córdoba ofrece. También lo hace en el hogar de la Blanca Paloma, y traslada a los oyentes a Almonte, o en la imagen del Santísimo Cristo de Scala Coeli. El suyo es el discurso de un hombre de Fe, que muestra con orgullo y defiende.
Comenzó el acto minutos después de las nueve con los sones de la Banda de Música María Santísima de la Esperanza, que interpretó un repertorio dedicado únicamente a las hermandades de Gloria. De esta forma, se escucharon las marchas “Fuensanta Coronada”, de Abel Moreno; “Aires de Gloria”, de Juan Antonio Pedrosa; “Villaviciosa”, de Alfonso Lozano; y “La Virgen del Carmen”, de Rafael Wals. Fue después momento para que quedara descubierto el cartel de Glorias, que presenta a Nuestra Señora de la Cabeza en el interior de la Mezquita-Catedral. Es obra la fotografía que lo ilustra de Rafael Montenegro, quien participó de la presentación junto al presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, Francisco Gómez Sanmiguel; al vicepresidente primero de la Diputación, Salvador Fuentes; y a la teniente de alcalde y delegada de Seguridad y Vía Pública del Ayuntamiento, Carmen Sousa. También asistieron otras autoridades civiles, así como el delegado diocesano de hermandades y cofradías, Pedro Soldado.
Entonces era ya momento de escuchar a Ángel María Varo, cuya presentación corrió a cargo del periodista de Canal Sur Radio, director del programa Paso a paso, y que también fuera pregonero tanto de Semana Santa como de Glorias, José Antonio Luque. Sus palabras estuvieron marcadas por la emoción de la amistad y significaron un gran prólogo al Pregón de Glorias 2015, que comenzó como terminara el de Semana Santa de 1991, pronunciado aquél por el propio Varo, que recordó en varias ocasiones lo que para él y sus hermanos fue la infancia junto a sus padres. Y eso no es otra cosa que una “escuela de Glorias, Gloria de escuelas”. La enseñanza esta vez la impartió él desde el atril en la iglesia de la Merced.
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