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Sobre este blog

Soy una barcelonesa trasplantada a Córdoba, donde vivo creyendo ser gaditana. Letraherida, cinéfila aficionada, cultureta desde chica, más despistada y simple de lo que aparento y, por lo tanto, una pizca impertinente, según decía mi madre. Desde antes de tener canas, dedico buena parte de mi tiempo a pensar y escribir sobre el envejecer, que deseo armonioso. Soy una feminista de la rama fresca. Yo, de mayor, vieja.

La dominación vergonzante

Anna Freixas

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Sobre este blog

Soy una barcelonesa trasplantada a Córdoba, donde vivo creyendo ser gaditana. Letraherida, cinéfila aficionada, cultureta desde chica, más despistada y simple de lo que aparento y, por lo tanto, una pizca impertinente, según decía mi madre. Desde antes de tener canas, dedico buena parte de mi tiempo a pensar y escribir sobre el envejecer, que deseo armonioso. Soy una feminista de la rama fresca. Yo, de mayor, vieja.

Aunque parece que la prensa está algo más desinteresada del tema de Gisele Dignidad, de vez en cuando siguen apareciendo informaciones que desvelan detalles iluminadores de la perversidad sin límites. Se trata de un goteo de noticias que nos permiten atar cabos e ir relacionando situaciones que todas tienen un denominador común: la sexualidad miserable de algunos hombres basada en el abuso sin paliativos que constituye la llamada sumisión química, mejor nombrada como la ‘dominación vergonzante’.

He estado pensando mucho acerca de la violencia sexual que se ejerce sobre mujeres y niñas que están dormidas, drogadas, sometidas químicamente, por lo que no pueden defenderse, no pueden reaccionar y tampoco sustraerse a este abuso sin paliativos sobre su cuerpo. Voy a poner algunos ejemplos para que vayamos nombrando lo que no debemos pasar por alto.

Por supuesto, el caso de Gisele Dignidad nos ha puesto delante de los ojos un tema de enorme importancia. La violación durante años de una mujer, con la venia de su marido que la drogaba para que sus compinches pudieran hacer barbaridades con su cuerpo inerte. Un asunto que afecta a nuestras hijas, hermanas, amigas, nietas.