Dos noticias aparentemente inconexas

Más basura que nunca en el primer fin de semana de Feria

Sadeco

Hemos cogido al azar dos noticias sobre la Feria de Córdoba. Y, de pronto, por razones indemostrables, se nos han revelado unidas por un hilo invisible. No nos pregunten por qué. La primera dice así: “La Policía Local sanciona a una caseta por impedir la entrada en pantalón corto”. Usted pensará que estamos ante un problema menor. Una cuestión insustancial que no debería de ocupar el mínimo espacio en las páginas de un periódico.

Pero se trata de un asunto central que monopolizará la política local del próximo milenio. Ante la amenaza imparable del calentamiento global, resulta inquietante ponernos exquisitos persiguiendo bermudas y criminalizando sandalias. Mucho menos cuando las bases de la Feria prohíben taxativamente discriminar la entrada en las casetas por razones de vestimenta, salvo que porten símbolos que inciten a la violencia, el racismo, el sexismo o la xenofobia.

El criterio sería ya la hostia en verso si se aplicara también a algún local de moda de la Ribera, cuyos porteros machacas despachan con cajas destempladas a cualquier insensato que se atreva a entrar en pantalones cortos. Un establecimiento, por cierto, de propiedad municipal subarrendado a un grupo hostelero sobradamente conocido por todos ustedes.

Un perspicaz internauta ha avisado en la red social X que la Feria de Córdoba se está sevillanizando, que es una forma muy cordobesa de denominar al clasismo señoritingo. En la Feria de Sevilla, que es la mejor del mundo, como cualquiera puede saber, si no vas en traje y corbata es que eres un mindundi de barrio sin oficio ni beneficio. Y eso sí que no.

La otra noticia señala lo siguiente: “Sadeco recoge más basura que nunca durante el primer fin de semana de la Feria de Córdoba”. En total, se han acumulado 162.040 kilogramos de residuos en apenas dos días, un 5,47% más que el pasado año. Como observan, es un dato que invita al optimismo. Vivimos en un mundo en que el éxito se mide en unidades de crecimiento continuo. Si no aumentas tu producción estás muerto. Aunque sea en toneladas de porquería y desechos sólidos urbanos.