Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Lee ya las noticias de mañana

El paseo

Elena Lázaro

0

Se han citado directamente en el portal a las cinco de la tarde. Pensaban llegar juntas, pero ha sido imposible cuadrar las agendas y ya no podían seguir demorándolo. No hace tanto que las visitas a Esperanza eran semanales, pero desde que empezó la demencia sin saber muy bien por qué se han ido separando en el tiempo.

Hace casi tres meses que Ruth y Alicia no ven a su amiga. Han avisado esta misma mañana a Adela, la señora que cuida a Esperanza. Saben que estará lista a la hora acordada. Elegante y con esa belleza serena que luce desde su juventud.

Nada más llegar tocan a la puerta. Adela les pide que suban; necesita ayuda. Al entrar en el portal ven a su amiga sentada en la silla de ruedas al principio de la escalera mientras Adela termina de atusarle el pelo. La silla eléctrica que debería bajar a Esperanza se ha vuelto a romper. Adela toma el mando y empieza a ordenar:

-Señora Ruth sujete la puerta mientras yo bajo la silla

- Señora Alicia sujete a doña Esperanza. La bajaremos entre las dos.

Ruth aprovecha la puerta para descansar. Su cadera no aguanta tanto paseo. Ha venido andando y necesita darle un respiro. Se apoya sobre el portalón metálico mientras observa la escena. Ve a Alicia sujetar a Esperanza. En realidad intuye a Alicia bajo la enorme figura de Esperanza. Su amiga sigue siendo una mujer corpulenta y Alicia, esa pequeña figura con fama de fuerte. No entiende por qué siempre le adjudican a Alicia las tareas físicas más duras cuando su fortaleza es de carácter.

A Alicia le tiemblan las piernas. Está a punto de derrumbarse, pero sabe que si lo hace, todo el peso de Esperanza caerá sobre ella. Pide a Adela que se apresure con la silla y siente un enorme alivio cuando llega. Entre las dos ayudan a Esperanza a bajar los quince escalones que las separan de la puerta. Todo un everest para su edad.

Por fin llegan a la calle. Se despiden de Adela que vuelve a sus tareas en casa. Alicia empuja la silla mientras Ruth se apoya en ella para caminar. Apenas recorren cincuenta metros para llegar a la cafetería. Se sientan y miran el reloj. Son las cinco y cuarto. Una eternidad para las tres amigas.

- Hola chicas. Suerte que hayamos podido vernos otra vez- sonríe Esperanza en el único momento de lucidez de toda la tarde, la última que pasan juntas antes de que Ruth llame a Alicia para avisarla de la hora y el lugar del funeral de Esperanza. Tendrán que anotarlo en sus agendas.

Etiquetas
stats