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Fuel Fandango: “Venimos del folclore”

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Juan Velasco

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Fuel Fandango son gasolina y raíces. También lo son sus conciertos. Su estética. Su música. Y por supuesto, una entrevista no iba a ser menos. Juntar a Alejandro Acosta (Lanzarote) y a Cristina Manjón (Córdoba) para una entrevista no es tarea fácil estos días, estando como están ambos enfrascados en la gira de despedida de su segundo álbum, ese Trece Lunas que los ha llevado por todo el mundo y que los ha consolidado como una voz propia dentro del panorama de la música independiente española.

A menudo relacionados con Córdoba, por ser aquí donde se conocieron y donde han grabado gran parte de su material, Alejandro y Nita (como se conoce a la cantante) aprovecharon su estancia en la ciudad para pasear por sus callejuelas y charlar un poco de música, que es de lo que han hecho su vida.

Relajados con el recibimiento que ha tenido Trece Lunas, el grupo está a punto de concluir la gira antes de ponerse a grabar el tercer disco. Ese que, como ellos mismos reconocen, suele ser el más importante. Pero antes, queda despedir como se merece el segundo, y horas después de que esta entrevista tuviera lugar, ofrecieron un recital “épico” -según me contó Alejandro a posteriori- en el Teatro de La Axerquía, en el marco del Festival Eutopía.

Eso ocurrió después. 24 horas antes del concierto, Alejandro y Cristina me recibían en la Plaza del Potro con el estómago lleno y con una sonrisa y nos resguardábamos del calor pseudo veraniego en el patio de La Barbería para tener una charla en la que, al igual que ocurre en sus conciertos, Alejandro tiene un papel y Cristina otro. Él es puro tempo canario y ella un torbellino de espontaneidad y sinceridad.

Junto a ellos, los padres de Cristina, quienes la llevaron, con 12 años, de peña en peña para que cantara, y tres o cuatro personas que no se perdieron la oportunidad de pasar una tarde con los auténticos Fuel Fandango, esas dos personas que se conocieron hace años en la antigua Discoteca Silos.

PREGUNTA. Tenemos público, como en los conciertos. Una entrevista peculiar. Por cierto, ¿Qué es lo más curioso que os ha pasado en una entrevista?

RESPUESTA. C (CRISTINA) A (ALEJANDRO)

A. Buff…

C. Jajajaja… Yo me acuerdo de un entrevistador dijo que yo era Ali, y tu eras Nito… Aunque yo después de haber cocinado un bacalao a la dorada en la tele, en Televisión Extremadura, en una vitro, ya cualquier cosa.

P. Hablando de comida, en las giras cocináis vosotros.

A. Hombre, yo hago un cocidito rico

(Cristina se ríe)

A. Nos gusta comer, tenemos nuestra “policía gastronómica”, que son los encargados de elegir los sitios. Carlos (Sosa, el batería) traga, pero el que más traga es el bajista.

C. El bajista es que se come lo suyo, lo mío, lo del Alex… todas las sobras, no se tira comida con ese hombre.

A. Pero es buenísimo, porque llegamos a un sitio y la policía gastronómica se baja de la furgoneta y lo primero que hace es ponerse a buscar sitios.

P. ¿Y dónde habéis comido mejor?

C. Hombre en Galicia se come muy bien, en general. Galicia, País Vasco…

A. Hombre, y nuestros homenajes en Cádiz también nos los hemos pegado.

C. Andalucía, Canarias… Pero cuando vamos al norte, a mí me encanta.

¡Nos flipan los caracoles!

P. Bueno, en Córdoba también ¿no?

C. Si hombre, claro. En Córdoba también se come muy bien. Además ¡nos flipan los caracoles!

A. Sí si. A mí me encantan. Y la comida es sagrada.

C. Sí porque ten en cuenta que, sino, estamos todo el día en carretera comiendo bocatas.

P. En el momento más intenso de la gira, ¿Cuántos conciertos hacéis?

A. Seguidos, seguidos, no hacemos más de tres conciertos.

C. Eso ahora. Hace años hacíamos más, pero yo ya dije “se acabó”, porque sino cuidas la voz… Lo puedo hacer, pero me puedo ocasionar un problema en la garganta, porque ya no es solamente tocar cuatro días seguidos, es que mi música es muy fuerte. Y el volumen de escenario es de electrónica… brutal. Y yo no puedo hacer tanto concierto con tanto viaje de por medio porque sino me hago daño, y la garganta es lo más importante. Por eso intento hacer tres conciertos, descansamos dos días, o si hay cuatro pues que dejamos un día entre medias, algo así.

Intento contestar siempre en las redes sociales y mando besos y corazones… mando de todo. Me gusta ser agradecida

P. Es que con el primer EP, lo que hicisteis fue petarlo en el directo.

C. Es que ya salimos a la calle.

A. Lo organizamos un poco para hacerlo. Lo pusimos en descarga directa el mismo día que hicimos el primer concierto. Y los temas fueron saliendo a base de conciertos.

C. ¿Teníamos cuatro temas nada más en el EP no? Y tardamos en sacar el disco dos años. Empezamos en 2008. Que ya vamos a hacer seis años. Y en 2011 grabamos el disco, si mal no recuerdo, cuando ya llevábamos tres años girando.

P. Aquel disco sale por descarga directa en Internet. Era otra época, pero ¿qué peso tiene Internet y las redes sociales en Fuel Fandango?

A. Empezamos con Myspace, y luego el Facebook. Y sigue funcionando de la hostia, porque el disco lo sacamos nosotros solos. Y los conciertos… Lo hicimos todo por las redes sociales.

C. Si. Y lo llevamos nosotros todo [los perfiles]

P. ¿Pero no sois muy activos?

C. Pesados no somos…

A. Intentamos poner la información justa. Y lo organizamos bien.

P. Cristina, ¿tú te quitaste de Facebook?

C. Yo me quite porque tenía uno personal, no como artista ni como grupo. Y entonces empezó el grupo a tener un poco más de vida, y dije, “bueno, utilizo esto como plataforma para animar y para la promo”. Pero es que creo que tenía ya cinco mil y pico personas, ya eran amigos, no amigos, fans y tal… Y me llegaba mucho mensaje privado y yo no puedo atender a todo el mundo. Me siento mal sino atiendo a todo el mundo, así que dije, “me lo quito, me quedo con el de mi grupo”… Y luego tengo Instagram y Twitter. Esos sí son también personales y de grupo… Yo es que intento contestar siempre y mando besos y corazones… mando de todo. Me gusta ser agradecida.

P. Y sólo con un EP, y Myspace, ya cruzáis el charco.

C. Fuimos a Hungría…

A. En Latinoamérica también, pero porque estábamos con Chambao de gira, e hicimos Méjico, Argentina y Chile. Y Mari de Chambao nos dio la oportunidad de, en medio de los conciertos, tocar un par de temas de Fuel Fandango.

P. Hablamos de 2008, pero antes de nada. ¿Cómo os conocéis?

C. Pues mira, yo lo conocí en el Silos [se empieza a reír]… Era de mis primeras salidas, con mis dos hermanas y una amiga. Con dieciséis años. Y él estaba pinchando, y Bony Stuche, a quien conozco desde chica, me dijo “ven que te voy a presentar al chico de Mojo Project”. Y subí y me lo presentó. Yo tenía 16 años. Tú tendrías 23. Y ahí nos conocimos, y después de ahí seguimos viéndonos por Córdoba, por muchos amigos en común… Yo luego entré de camarera en la discoteca, y él venía a pinchar y charlábamos y hablábamos de música.

A. Y una vez que fuimos a Sevilla con el Bony en el coche, puso…

C. Yo [le interrumpe], me traje yo la maqueta…

A. Claro. Trajo una maqueta que había hecho con el Panky espectacular. Y la puso y yo me quedé flipando. “¿Pero ésta eres tú?”. Y ahí fue la primera vez que la escuché cantar.

C. También él no estaba haciendo nada con Mojo. Estaba muy parado. Yo había hecho eso con el Panky, pero los temas eran de ellos. Yo quería componer, hacer mi rollo en inglés, y meterlo a mi rollo flamenco, y ellos no me dejaban. Yo les decía “dejadme cantar en inglés”, y nunca me han dejado. Y entonces, de repente pensé, “a ver si con Alex puedo componer algo que de verdad sea lo que yo quiero, expresarme en todas mis facetas, que no tenga que ser, o la cantaora ”sentá agarrá“ o la cantante de Funky. Yo quería hacerlo todo junto.

P. Antes de vosotros, con esa mezcla de flamenco y electrónica, estaba Chambao, que había superado prejuicios y sí que había llegado a un público más amplio…

A. La idea de Fuel era, “vamos a utilizar flamenco, pero con pinceladas y explotándolo más en la estética”. Ella el flamenco lo tiene ya, porque aunque esté cantando Soul, suena gitano…

C. Nosotros no queríamos tampoco hacer flamenco fusión. Intentábamos hacer algo original y nuevo, y el flamenco fusión ya lo hace mucha gente, igual que mezclado con pop y rock. Nosotros queríamos meterle electrónica, porque Chambao lo hizo con el Chill Out, y nosotros queríamos mezclarlo con algo potente que de verdad se pueda bailar… A mí me llena mucho poder estar bailando de fiesta y poder estar cantando flamenco. Eso para mí es como cuando nos vamos a las discotecas y nos liamos a hacer compás… Y también es una manera de exportar el flamenco.

A. Eso nos lo ha dicho mucha gente: “No me gusta el flamenco, pero por ustedes he empezado a escucharlo”. Algo que me pasó a mí y a mucha gente de mi generación, salvando las distancias válgame dios, con el Omega de Morente y Lagartija Nick. Que veníamos del rock y no nos gustaba el flamenco...

C. Que yo eso no lo entiendo, que no te guste el flamenco.

A. No es que no me guste, sino que no lo había escuchado…

C. Ah claro, porque allí escucháis bachata. [Risa generalizada].

A. Claro, yo había escuchado merengue y salsa toda mi vida… y rock.

C. Allí en la feria y la verbena no hay flamenco, ni sevillanas, ni nada de eso. Allí hay bachata… [silencio y risas]…

A. Bachata y merengue.

P. Bueno, en vuestros discos hay mucha percusión, que es algo muy latino.

A. Si… Hay mucho ritmo.

La idea de Fuel era, "vamos a utilizar flamenco, pero con pinceladas y explotándolo más en la estética"

P. Vosotros lo veis claro, pero no se si las discográficas se llevaron las manos a la cabeza cuando les llega un proyecto que mezcla flamenco y electrónica de baile.

C. Es que la discográfica vino cuando el disco, la marca y la estética estaban hechos.

P. ¿Pero no hablastéis con ninguna?

A. Si que tentamos a un par de ellas, pero una nos dio calabazas…

C. No, calabazas le dimos nosotros, te recuerdo…

A. Sí, pero había otra, que ya te lo cuento luego (Risas).

C. Pues sí, nos daría calabazas, pero yo lo que recuerdo es que a una le dijimos que no, y nos quedamos con Warner. Después de que nos pelearan mucho, porque nos perseguían de bolo en bolo. Y al final nos convenció. Y muy contentos, la verdad, con la compañía, porque vemos que les encanta lo que hacemos y nos apoyan mucho, y lo sienten de verdad como nosotros, y eso es muy importante sentir ese apoyo y…

(Silencio) Voy a llorar [bromea].

Nosotros no queríamos tampoco hacer flamenco fusión. Intentábamos hacer algo original y nuevo

P. Pero ¿os ha cambiado el salto a Warner?

A. Bueno, la furgo sigue siendo la misma… Pero hombre, sí que se nota el salto de calidad. Ahora ya llevamos un espectáculo más grande, con técnico de luces, que hace que todo sea más fácil. Pero sigue siendo lo mismo, el mismo equipo desde que empezamos. Muchos cambios no hemos notado.

C. La compañía lo que hace es darte un apoyo, tanto económico como moral. Yo personalmente me siento muy bien cuando voy allí. Me siento muy arropada.

A. Además, fuimos la primera banda que canta en inglés que firmó Warner.

P. Hablando de inglés, este año habéis tocado en Estados Unidos, en Austin…

C. Sí, en Austin y en un montón de ciudades más. En Washington, Nueva York, Chicago…

A. Luego África y China.

C. Europa, que hicimos Holanda, Francia, Alemania, Bélgica… Cuba también. Bueno es que llegamos de Estados Unidos y nos fuimos a China. Veníamos con jet lag americano y para China. Yo no pegué ojo. Estuve dos días en China sin comer, porque no me gustaba la comida y sin dormir.

P. Y ¿cuál es el sitio que más os ha impactado?

C. Uff… Es que Mozambique, macho… Con todo el público gritando … Y por como bailan, y ese arte que tienen…

A. Fue la hostia. Y aparte unos festivalazos que ya quisiéramos aquí en España, de organización, infraestructura, cartel… No conoces a nadie, pero son como los Black Eyed Peas de África…

C. Bueno, iba Salif Keita…

A. Si bueno, dos o tres que son conocidos en Europa, pero el resto son superestrellas en África.

C. Pero tienen mucho gusto haciendo las cosas… El de Cuba también fue impresionante, tocamos con los Van Van, que son un grupo consagradísimo de allí… De hecho vimos a Juan Formell, que es el creador del grupo, y murió al mes de tocar con nosotros. Además tocamos con un montón de bandas del mundo increíbles, eso es una oportunidad para nosotros tremenda… Y poder tocar con los cubanos, compartir con ellos. Esas cosas no están pagadas.

A. Fue la hostia.

C. Además, que luego eso se refleja en nuestras composiciones.

Tocar en Mozambique, macho… Con todo el público gritando … Y cómo bailan y ese arte que tienen…

P. Hombre, habláis de Cuba y de África, y creo que vuestra música llega muy bien a ellos porque tiene un componente rítmico muy fuerte.

A. Sí, puede ser, pero nosotros íbamos acojonados, porque tocar antes de los Vam Vam, que son los Rolling Stone cubanos… Pensábamos “nos van a matar cuando salgamos antes que ellos”…

C. Los cubanos no son de saltar, pero bailar, bailan que te mueres. Los mejores hombres que yo he visto bailar en el mundo, con todos mis respetos, son los cubanos. La verdad es que he tenido mucha suerte este año.

A. Además los promotores nos decían, “el público cubano es súper sincero, si algo no le gusta, ni aplaude, te puede silbar”… Y acabaron todos gritando.

P. Me imagino que en Cuba la música es una parte muy importante de su cultura.

A. Es que allí, cualquiera toca mil veces mejor que aquí.

C. Y en África también había muchos artistas. Pintores, escultores… Aquí también hay pero igual menos. La cosa de estar en tu casa sin hacer nada, allí no pasa. Eso en Cuba es imposible, allí todo el mundo tiene una carrera, o tiene una vocación, o tiene un algo, y eso me parece súper interesante.

P. ¿Vosotros sois autodidactas?

A y C (Al unísono). Sí [Risas]

A. Yo me he apuntado a clases de armonía y solfeo quince o veinte veces en mi vida, y las he dejado a las dos o tres semanas. Me aburro. Vamos aprendiendo conforme giramos.

C. Es que al final la escuela es la calle. En mi caso, mis padres me han ayudado mucho.

P. En este caso, mejor preguntarle a ellos, ya que están aquí. ¿Qué hacía la niña de chica?

Los Tres (Al unísono). Pues cantar.

C. Yo no tenía vergüenza. Ahora tengo más. De hecho, tengo una entrevista en Onda Mezquita en la que el presentador ya me dice que me siente en la silla de lo que me movía, y tenía yo 12 años. Es que empecé a cantar con esa edad.

P. ¿Copla?

C. Sí. A ver, me gustaba también el flamenco, lo que pasa es que, ¿tú te acuerdas papá? costaba 12.000 pesetas. Tú querías llevar a un guitarra flamenco a una peña y tenías que pagarle 12.000 pesetas al guitarra, y a ti te pagaban las 12.000 pesetas. Osea que te cuesta a ti el dinero ir. Y la copla es muy fácil, porque llevas una música grabada. Tu la pones y cantas, y muchas veces sin equipo. Había veces que te decían “la megafonía, venga niña a pulmón”. Y yo empecé por ahí. Pero siempre me habían gustado otras cosas, porque en mi casa mi padre me ponía otras cosas. Yo en mi casa escuchaba rock y escuchaba de todo, y cuando empecé a estudiar inglés, yo lo que quería era cantar otras cosas y mezclarlo todo. Era mi sueño, y aquí he podido mezclarlo todo. Pero cuando era pequeña, yo iba a los concursos. Mis padres me llevaban a todos. Que los tengo fundíos, míralos… Y luego, con 14 o 15 años ya empecé a hacer coros a gente de Operación Triunfo y a otras bandas. Hasta que acabé en Chambao, que ha sido la banda más grande con la que he trabajado, y el proyecto que hice con Lin Cortés y el Panky.

Yo me he apuntado a clases de armonía y solfeo quince o veinte veces en mi vida, y las he dejado a las dos o tres semanas. Me aburro.

P. ¿Y en tu caso?, Alejandro.

A. En mi caso no hay nadie en mi familia que toque ni nada. Mi hermano mayor si que escuchaba mucho rock. Es un flipao de U2 y The Cure, y ahí empecé ya a escuchar rock y me flipé con Nirvana. Y con la batería, así que mi madre me compró una batería y empecé a tocar. Y a la vez, estaba con grupos de folclore canario.

C. Venimos del folcore. [Risas]

A. Me lo pasaba que te cagas tocando malagueñas. Y luego ya con bandas de Punk Rock. [Más risas]

C. Y mira donde ha acabado.

A. Hasta que Daft Punk sacó el primer disco y me cambió la cabeza.

C. Y Beck.

A. Hostia, sí. Beck.

P. ¿Del Odelay de Beck estamos hablando?

A. No. El Mellow Gold. Además me acuerdo que fue en el viaje de fin de curso, que fuimos a Madrid, y fue la primera vez que entré en un Corte Inglés. Me fui enseguida a la sección de música y me compré el CD de Beck, el primer disco que me compré en mi vida.

P. En mi caso el primero fue Odelay.

A. ¿Ah sí? Hostia, que bueno. Bueno, el Mellow Gold me lo sabía de pé a pá. Y luego Daft Punk, con el Homework, y también en esos años, los Chemical Brothers, y esa onda electrónica, así que me puse con un ordenador a ver que se podía hacer.

P. ¿Y qué se podía hacer entonces?

A. De momento, pegarme unas amanecidas hasta las ocho de la mañana yo solo investigando con los cascos… Es que hoy está súper fácil con internet y los tutoriales de Youtube, antes era…

C. Mira, yo he visto a Alex en la tienda de discos de Rough Trade de Brick Lane (Londres) meterse en una habitación llena de botones y agujeritos…

A. Sí un sinte modular.

C. Sí, eso mismo… Pues no sabes la traca que lió. No sabes la que formó metiendo cables en esa movida. Que yo le decía “¿pero cómo coño haces eso?”.

P. Y ¿cómo te dejaron? Con lo bordes que son en esa tienda.

A. Sí, son súper bordes. Pero le pedí permiso, y como vio que no estaba trasteando, sino que iba a tiro hecho, pues me dejó.

C. Este es el hombre cable. Todo lo tiene lleno de cables.

P. ¿Y qué tiene más peso en Fuel, la guitarra o los cables?

A. Bueno, al final lo componemos todo con la guitarra. Luego lo decoramos.

C. A veces con bases… Es que va cambiando, nos vamos mandando ideas, pero no tenemos una regla fija de composición. Nos vamos mandando cosillas y lo vamos viendo. Pero yo creo que tienen el mismo peso al final.

Me lo pasaba que te cagas tocando malagueñas

P. Eso de mandarse cosas es lo que hicieron Postal Service.

C. ¿Ah si? ¿Por eso se llaman Postal Service? No lo sabía. Me gusta a mí esa banda.

A. Siempre hemos compuesto un poco a nuestra bola. Por separado.

C. Pero luego nos juntamos en un lugar neutro. Una vez fue en casa de mis padres, y de ahí salió el primer disco. Y este año nos juntaremos en un lugar recóndito.

A. Sin cobertura.

C. Y allí nos pondremos a pelearnos con lo que se queda y con lo que no.

A. De cualquier lado puede salir un tema y hay que seguir la intuición. Yo siempre voy con la grabadora a todos los viajes.

C. De hecho, Trece Lunas empieza con sonidos de aviones que tú has grabado.

A. Si. Son instrucciones de azafatas en un montón de idiomas, todo mezclado… Y el Tai, una rueda de una fuente de Tailandia…

C. Que tenía el compás de una bulería.

A. Pero no hicimos una bulería.

C. Bueno, es una especie de bulería. Es una bulería en realidad, lo que pasa es que nadie se ha dado cuenta [risas] [Alejandro repiquetea en la mesa el compás de la bulería]. Es algo que la gente no llega a percibir, pero todo tiene un porqué.

P. Bueno, yo creo que la intencionalidad en vuestra música se ve clarísimamente. En el primer disco, pero, sobretodo, en el segundo.

C. Él es productor. Y yo confío mucho en él, que siempre ha pensado que había que mantener la frescura de los temas. Lo que sí es verdad es que, en el tercero, queremos estar más tiempo masticándolo todo. Porque hay expectativas. Y no es por demostrar, sino por hacerlo bien con uno mismo. Porque yo pienso que, como cantante y compositora, me queda aún mucho por sacar de mí. Y Alejandro igual. Yo todavía no he enseñado lo que tengo que enseñar. Y en este disco la prisa no puede influir.

A. El segundo se compuso durante la gira en un par de meses, y ya nos metimos a grabar. Y en éste, pues sabemos lo que queremos, y ahora es momento de encerrarse y conseguirlo.

P. Yo no quiero meter presión, pero ¿sabéis lo que se dice del tercer disco no?

C. Ya estamos. Alejandro me mete una presión…

A. Yo lo he hablado con un montón de productores, y el otro día lo hablé con Javier Limón. Y decía que, si te fijas, casi todas las bandas que hacen un tercer disco luego ya hacen un cuarto o un quinto…

C. Pero como pinches, te vas a tu casa… [Risas] De todas maneras, yo no puedo trabajar con esa presión, ni con la cosa de que le tiene que gustar a los demás. Yo trabajo con la premisa de que sea lo que a mí me sale. Trabajar por expresión artística. Es verdad que la música se hace para los demás, pero, al final, si no eres fiel a tí mismo, ¿de qué te sirve?

P. Entre tu anuncio en la tele, y las promociones, ahora sois más famosos, sin duda…

[Risas]

C. Pues del anuncio lo mejor es que yo ya era muy fan de Jamie Cullum, y tocar con él, y que él dijera “¿cómo haces eso con la voz?” pues fue cumplir un sueño... [La semana pasada, con motivo de su concierto en Madrid, el cantante británico invitó por Twitter a Fuel Fandango al concierto]. Y rodar un anuncio, que a mí me encanta el cine, pues me pareció muy interesante, pero no es una cosa que te cambie.

Yo todavía no he enseñado lo que tengo que enseñar. Y en este disco la prisa no puede influir

P. Sentís que los temas del principio han cambiado en este tiempo.

C. Supongo. Es que hace años ya.

A. Hay temas que hemos recuperado en esta gira, y a mí me flipa tocarlos.

C. Always Searching siempre se suele tocar para cerrar, y es del primer disco.

P. ¿Van mutando?

A. Sí. Vamos haciendo diferentes arreglos.

C. Sino sería una monotonía.

A. Un coñazo.

C. A mí es que, sino arriesgo, ¿Para qué?

A. Vamos tirando más hacia la electrónica en los directos. Este año sí que hemos hecho más arreglos electrónicos. Estamos escuchando mucha música electrónica también, y, a lo mejor, pese a que el segundo disco quedó más rockero, nos hemos ido a la electrónica en el directo.

C. Pues yo nos veo con más actitud rockera.

A. Si, pero tenemos más arreglos… todos los sintes que metemos ahora… Y el tercero pues a ver por donde sale la cosa.

C. Sí es que eres pulpo man.

A. No. Es que en esta gira tenemos a Alberto, que es el bajista, y coge la guitarra de vez en cuando, y me quedo yo con los sintes.

C. Bajo, teclado, sintes, guitarra… El hombre pulpo. Lo toca todo… Los cantos…

A. Los desafines.

C. Las equivocaciones de letra.

A. Meto unas gambas que flipo.

C. Yo le pego unos pellizcos al pobre.

Vamos tirando más hacia la electrónica en los directos

P. Hombre eso en grandes conciertos pasa desapercibido, pero en uno más pequeñito.

C. En uno más pequeñito, él se calla y lo hago yo [Risas] Pero vaya, yo a veces meto la gamba también.

P. Recuerdo el concierto en la Iglesia de La Magdalena, que agarraste el piano de cola.

A. Yo soy un caradura. Yo no se tocar el piano. Sé cuatro cosas. Pero vi el piano allí y dije “eso hay que tocarlo”.

C. No no… él toca bien la batería, toca bien la guitarra, toca bien el bajo, toca bien el teclado… Pulpo Man.

A. ¿Quieres que te invite a algo? [Risas]

C. Es verdad, no eres un virtuoso pero tocas muchas cosas.

P. Además, los dos habéis hecho vuestros pinitos en cabina, pinchando discos.

C. Sí, pero yo no soy dj. Ha sido por circunstancias de la vida.

A. Hombre, yo es que me he ganado la vida pinchando durante un montón de años. Aunque he estado algunos años renegado, y me aburría un montón,

C. Y yo convenciéndolo.

A. Y el año pasado me picó otra vez el gusanillo, y he vuelto a pinchar todo lo que puedo. Y la verdad es que me he dado cuenta de que me mola. Pero acabé asqueado. Porque en Madrid yo pinchaba todos los fines de semana en garitos y acabé cansado.

P. Y ahora en la radio, acabas de estrenar una colaboración. ¿Qué haces?

A. Básicamente, las instrucciones que tengo es poner la música que me da la gana. Le tengo que dar las gracias a Toni Garrido por ello.

Yo no se tocar el piano. Sé cuatro cosas. Pero vi el piano allí en la Magdalena y dije “eso hay que tocarlo”

P. ¿Y qué estás poniendo?

A. Pues mira, lo estoy haciendo por temática. El primer día puse bandas que están sacando el tercer o cuarto disco, como Caribou. Y esta semana son bandas que sólo han sacado uno o dos Eps. He puesto a Gabriel Garzón Montano, que lo descubrí por tí, a Benjamin Clementine, Movement y Kwabs… Mola. Estoy preparando el siguiente que va a ser más folk, y pondré Fink, el nuevo tema de Ben Howard, que me parece brutal.

C. No lo he escuchado. Me estás poniendo los dientes largos.

P. Venga Cristina, recomiéndanos algo tú. Da igual si es conocido o desconocido.

C. Ayer estuve escuchando a Frank Sinatra, ¿te suena? (risas) Curtis Mayfield… Son cosas totalmente atemporales, da igual el tiempo que pase. Y Little Dragon, que es una banda que siempre recomiendo. Y en flamenco Maite Martín, que es una cantaora que me flipa. He escuchado mucho últimamente a un chico que se llama James Vincent Macmorrow, y luego Nick Drake. Y José Gonzalez, que es el artista por excelencia, y el que más me ha emocionado de los que he visto. Y me he hinchado de llorar. Tuve la suerte de verlo en la Casa de América de Madrid sólo con la guitarra y me tiré todo el concierto llorando y con un nudo en la garganta.

P. Pues se parece a Alejandro.

C. Sí se parece. Pero Alejandro es más mono. Tengo que decirlo.

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