Pasión Vega: “Lo que Noa y yo queremos es emocionar a la gente”
Pasión Vega (Málaga, 1976) tuvo una intuición. Supo que su voz y la de una de sus cantantes favoritas, la israelí Noa, podían llegar juntas a lugares que antes no habían explorado. Fruto de este encuentro surgió una amistad que trasciende los estudios de grabación y los escenarios. Una conjunción que ya es una gira que, bajo el nombre de Medieterráneas, les trae este jueves al Teatro de La Axerquía, en el marco del Festival de la Guitarra.
PREGUNTA. Todo comienza con una llamada.
RESPUESTA. Hace más de dos años, cuando estaba preparando la edición especial de Pasión por Cano -basado en una serie de duetos- conseguí unas colaboraciones maravillosas. Pero es verdad que cuando pensé en Noa -porque es una de mis cantantes favoritas- me dije que iba a ser bastante complicado contar con ella. Para empezar, ella vive en Israel y suele cantar en otros idiomas -aunque lo hace genial en castellano y ya lo habla bastante bien-; pero también por la temática de un disco dedicado a Carlos Cano, a quien ella no conocía. En fin, que pensé que la cosa no iba a ser fácil... pero claro, llamé a ver qué pasaba (risas)
P. Y hubo suerte.
R. Aquella canción, que se llama Sonata de la luna en MarraKesh, le enloqueció, le gustó muchísimo. A partir de ahí, surgió una conexión a nivel musical y personal que me ha dado la oportunidad de conocer a una mujer de una fortaleza y una sabiduría y talento impresionantes.
P. Cómo se organizan dos solistas de personalidades tan fuertes y distintas para llegar a un punto de entendimiento como el vuestro.
R. (Risas) Sobre todo hay que tener capacidad de escuchar a la otra persona. En el caso del arte, Noa y yo tenemos una manera muy diferente de entenderlo, aunque no la música porque tanto lla como yo entendemos la música como nuestra pasión; es lo más importante que tenemos en nuestra vida y somos dos mujeres a lasque nos gusta lanzar mensajes con aquello que hacemos, conmoviendo a los demás. Hacemos cosas muy diferentes y tenemos maneras distintas de organizarnos el trabajo. Y todo los hemos solventado escuchándonos. Así lo hemos ido justificando el porqué de las canciones, el porqué del repertorio, cómo hacer las cosas juntas. No ha habido problema y en general hay mucha armonía y respeto.
P. ¿Y con el idioma?
R. Ese quizás ha sido un pequeño inconveniente pero ella se ha esfrozado mucho y ya habla bastante castellano y yo me he esforzado y hablo lo mejor que puedo en inglés. Y ahí nos intentamos entender (risas).
P. El Mediterráneo que da nuembre a vuestra gira tradicionalmente se ha querido ver también como un cruce de caminos, un lugar donde también se comparte.
R. Sí, el espectáculo es un cruce de caminos y un compartir todas las experiencias vitales que ambas hemos ido teniendo a lo largo de nuestras respectivas vidas artísticas. Ella vive en Haifa y si yo me asomase desde un balconcito en Málaga casi que nos veríamos, aunque tendríamos que recorrer todo ese mar Mediterráneo. Un mar que ha sido básico para el entendimiento de tantas y tantas culturas; es el marco de muchísimas cosas positivas pero que también tiene sus zonas y lugares mucho más críticos ahora mismo. Pero queremos compartir todo eso con la música de Noa que es mucho más oriental -no olvidemos que ella es originaria de Yemen- y con la mía, que es de procedencia mucho más occidental. Pero lo que hacemos son incursiones de una y otra en esos otros espacios, canto canciones que podrían ser más cercanas a su mundo y ella hace lo mismo con el nuestro.
P. En el espectáculo cantáis muchas canciones juntas.
R. Sí. Hemos elegido un repertorio que pensamos que es el más apropiado para esto de lo que estamos hablando. El Mediterráneo nos ha marcado a las dos. Las dos vivimos muy cercanas al mar y es importante para nosotras como mujeres y como artistas.
P. ¿Qué queréis que el público de Córdoba encuentre?
R. Queremos que disfrute; se emocione y que entienda todo el colorido del Mediterráneo a través de nuestras voces; que se emocione con nuestra amistad y nuestras ganas de compartir esa alegría y esos mensajes de agradecimiento y también de crítica a la sociedad. Por eso, el espectáculo, en muchos momentos, se convierte en una celebración y una fiesta de las dos por estar tan agradecidas por poder dedicarnos a esta profesión tan hermosa. Y todo eso, acompañadas de unos músicos maravillosos, un montaje muy colorido y un ritmo que va a impedir que el espectador se canse. Noa puede cantar tres temas y luego aparezco yo, estamos juntas un rato; luego yo canto sola... también hay momentos para la intimidad y escuchar las voces tranquilamente. Porque lo que queremos es emocionar a la gente.
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