Intenso quinto viernes de Cuaresma en Córdoba
El tiempo litúrgico avanza inexorablemente. Tanto que se aproxima a su final para dar inicio a la Semana Santa, que anunciará el sábado Juan José Primo Jurado. Será una hora después de que recorra las calles de La Fuensanta Nuestro Padre Jesús de la Bondad en las Negaciones de San Pedro. Pero mientras llega tan importante fecha la Cuaresma alcanzó su quinto viernes de Cuaresma con gran intensidad cofrade. Desde por la mañana fueron numerosos los cultos y diferentes Vía Crucis cerraron el día.
A las once de la mañana abrió sus puertas la parroquia de San José y Espíritu Santo. Fue con motivo de la especial jornada dedicada por su hermandad al Santísimo Cristo del Descendimiento. La imagen de Amadeo Ruiz Olmos permaneció expuesta en su templo en devoto besapiés hasta las ocho de la tarde, antes de que la corporación del Campo de la Verdad celebrara su tradicional misa por los hermanos difuntos.
La actividad en el templo siguió con el también acostumbrado concierto de la Banda de Cornetas y Tambores Caído y Fuensanta. El recital se intercaló con cante jondo por el X Memorial a la Saeta Rafael Fernández. Todo acabó en San José y Espíritu Santo con la salida en Vía Crucis del Santísimo Cristo del Descendimiento. Como es norma, el rezo de las Estaciones se desarrolló por las calles del barrio.
Noche de Vía Crucis
Pero éste no fue el único Vía Crucis que se celebró en Córdoba en la tarde noche del quinto viernes de Cuaresma. No muy lejos, pero sí mucho antes, el Santísimo Cristo del Amor presidió la oración pública en la feligresía de Jesús Divino Obrero, de forma muy emotiva además. Como siempre se acercó la talla a los enfermos del Cerro. Eran las ocho y un cuarto de hora después comenzó su tránsito en torno a Puerta Nueva de Nuestro Padre Jesús de la Salud en su Divina Misericordia.
Y de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen a la de Santa María de Guadalupe. Desde el franciscano templo arrancó el Vía Crucis con el Crucificado que sus muros custodian de la mano de la hermandad de la Soledad. También hubo dos actos de tipo claustral, fueron el presidido por Nuestro Padre Jesús de los Afligidos en su Sagrada Presentación al Pueblo en Cañero y el siempre relevante en torno al Santísimo Cristo de la Expiración en San Pablo.
Se trata en el último caso de una de las citas más significativas de la Cuaresma en la ciudad. El rezo de las Estaciones tuvo lugar como siempre en unas naves iluminadas sólo por cirios de la real iglesia. Como en todos los anteriores, el Vía Crucis aportó un año más estampas únicas. Hubo acompañamiento musical de De Profundis, por cierto.
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