Primo Jurado: “La Semana Santa de Córdoba es pujante ahora mismo”
Apenas unos días restan para que comience, un año más, la Semana Santa. Resulta perceptible en Córdoba, que antes de las procesiones tiene una cita fundamental. No es otra que el Pregón, que esta vez correrá a cargo de una persona conocida en muy diversos ámbitos. Se trata de Juan José Primo Jurado, quien durante más de un lustro estuvo al frente de la Subdelegación del Gobierno en la provincia. Pero su currículo es mucho más amplio.
El pregonero es actualmente director del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, un organismo para el que está más que preparado. No en vano, es doctor en Historia, así como licenciado en Filosofía y Letras y diplomado en Magisterio. Su hoja de servicios recoge también diferentes obras literarias. Por supuesto, es cofrade. Concretamente, de la Sentencia, la Expiración y la Virgen de Linares. La suya será una voz experta en el Gran Teatro, precedida por la Banda de Música María Santísima de la Esperanza.
PREGUNTA (P). Si me permite la broma, ¿qué es más complicado escribir un libro o el Pregón?
RESPUESTA (R). (Ríe). En los dos casos lo importante es tener un esquema. Para escribir un libro tienes que preparar un esquema y para escribir un pregón, también. Por tanto, yo creo que eso es lo esencial.
P. Anunciar la Semana Santa de Córdoba no es una responsabilidad menor. ¿Cómo lo afronta?
R. Es un honor inmenso y una responsabilidad tremenda. Es anunciar la fiesta religiosa más importante que hay en Córdoba. Y para un cofrade, para un cordobés creyente, es la pieza oratoria más importante que hay al año. Lo afronto con un sentido de servicio a Córdoba y a la Semana Santa.
P. Hasta dónde pueda contarse, ¿cuáles serán las claves de su texto?
R. Las claves… Ante todo se trata de hacer una ruta por las calles y las plazas de Córdoba. Y relacionarlas con la Semana Santa. Es hablar de la Semana Santa y de la ciudad.
P. ¿Qué considera esencial de un Pregón de Semana Santa?
R. Desde la Edad Media un pregón se presenta como anunciar una fiesta. Hay que anunciarla con alegría, canto y poesía. Y al mismo tiempo dándole contenido. Según los viejos manuales, un pregón no debe ser nunca ni conferencia, ni sermón. Y siempre con un toque personal, por supuesto.
P. ¿Y cuál será su toque personal?
R. Será mi experiencia personal como cofrade y mi experiencia de haber visto la Semana Santa todos los años de mi vida. Puedo decir orgullosamente que nunca me he ido de Córdoba, ni a la playa ni a otra ciudad. Desde que tengo uso de razón la he vivido en Córdoba.
P. Vayamos a la propia Semana Santa. ¿Qué cree que la hace diferente o especial en Córdoba?
R. Creo que la Semana Santa es diferente y especial en cada ciudad y en cada pueblo. No creo que haya una más bonita que otra. A los ojos del corazón la tuya es la más bonita. Córdoba tiene señas de identidad muy concretas. Tiene imágenes de una gran antigüedad y valor artístico, cofradías antiguas, que se remontan al siglo XVI como las Angustias, y ese impulso que tuvieron las cofradías a partir de la Guerra Civil provocó que algunas miraran a Sevilla. En la variedad está la riqueza.
P. Le planteo la pregunta no sólo como cofrade sino como doctor en Historia, ¿en qué momento cree que se encuentra la Semana Santa de la ciudad?
R. Es pujante ahora mismo. Las hermandades que hay están consolidadas, con buen cortejo y buena devoción. Y están surgiendo nuevas. La Semana Santa goza de buena salud a nivel de patrimonio físico y devocional, que al final es lo importante. Si no hay cofrades, no tiene sentido.
P. En los últimos tiempos existe cierto debate sobre la implantación de otra Madrugada, porque ya existe con la Buena Muerte, en Córdoba. ¿Qué opinión tiene al respecto?
R. Es algo que no puede surgir desde arriba sino de los propios cofrades. En Córdoba se intentó. Ya estuvieron el Nazareno, la Merced y la Buena Muerte y se quedó sólo la Buena Muerte. Es algo que tiene que surgir desde abajo, no tiene que salir de una imposición. Otra cosa que yo apunto es por qué no fortalecemos el Sábado Santo, que sería un gran día.
P. A veces parece que la vida de las hermandades se resume en el boato procesional, por así decirlo, pero hay mucho más. Sería importante saber de todo ello, ¿no?
R. Lo del boato es lo de menos. Quien esté en una hermandad pensando que es sólo eso no es un hermano. Una hermandad es el sentido fraterno de la historia y la vida. Y, por supuesto, tener una formación cofrade adecuada y dar testimonio.
P. Le pregunto de nuevo a modo de broma. ¿Es más difícil ostentar la Subdelegación del Gobierno o pregonar la Semana Santa?
R. (Ríe). Es una muy buena pregunta. Pregonar la Semana Santa es una hora. Y la Subdelegación eran 365 días, 24 horas. Pero a veces en una hora se puede meter la pata mucho. (Bromea). No sé qué decirte. Ser subdelegado también fue un honor y un servicio.
P. Por terminar, si hubiera algo, ¿qué cree que habría que cambiar de los días de Pasión en Córdoba?
R. Creo que más que cambiar, recordar. Recordar a las personas que van a ver las procesiones que mantengan el respeto ante el paso de las estaciones de penitencia. A los que salimos en procesión que sepamos dignificarlas. Y a todos que no olvidemos que durante la Semana Santa en la calle también está la Semana Santa de los templos, que no se queden vacíos.
0