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Somos la resistencia

Luso, en el partido ante el Mirandés | LOF

Paco Merino

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El Córdoba resuelve con oficio, corazón, temple y goles su crucial duelo en Miranda (0-3) y multiplica sus opciones de jugar por el ascenso a Primera a falta de dos jornadas

Le salieron los planes en el momento justo. Sin su pareja titular de centrales, mantuvo la puerta a cero. El día en que se despedía -salvo sorpresa de última hora- Florin Andone, su máximo goleador, el Córdoba firmó su resultado más contundente lejos de casa. El rumano no marcó, aunque pudo hacerlo varias veces. Lo hicieron Fidel -excelente-, Domingo Cisma y Raúl de Tomás, al que le tocará de nuevo salir a escena si los blanquiverdes terminan ganándose el billete para el play off. No se rinden. Jamás habían ganado en Anduva, pero esta vez no era una cualquiera. Los de Oltra se comportaron como debían. Estuvieron a la altura de unas circunstancias complejas, con un baile en el filo de la navaja, cuando un desliz se convierte en un drama. Ahí se reconoce bien el Córdoba, que empieza a dar miedo a sus adversarios. Todos recuerdan cómo se las gasta este equipo en situaciones límite, cuando nadie da un duro por él. Los blanquiverdes desempolvaron su etiqueta de candidatos al ascenso con un rutilante 0-3 ante el Mirandés. Los dos últimos encuentros serán ante equipos que pelean por la permanencia: Mallorca y Almería. Hay historia aún.

A Oltra, que se quedó sin sus dos centrales titulares por sanción, le pareció que sería una buena idea componer un dúo que sólo había coincidido una vez en Segunda: Jonathan Bijimine y Rafa Gálvez. Fue en un partido de la primera vuelta: el Córdoba-Mirandés. Uno a dos para los burgaleses, en lo que supuso en su día una decepción mayúscula por ser el fin de una racha impresionante en El Arcángel. Luego vino la crisis que se comió todas las rentas blanquiverdes -seis derrotas seguidas desde enero- y provocó las urgencias finales. El cordobés y el congoleño volvieron a coincidir una vuelta después. Seguramente aleccionados y con un deseo de reivindicación. Estuvieron atentos y expeditivos. Despacharon un partido más que notable.

La efervescente puesta en escena del Córdoba le hizo controlar más la situación ante un Mirandés a la expectativa. Florin empezó a sembrar el pánico en el minuto cuatro, tras llevarse la pelota con un forcejeo brutal ante Sangali y lanzar, muy forzado, con la zurda ante el meta local. Salió fuera. Los de Oltra tocaban bien en esos instantes. A Fidel se le notaba seguro, con ganas de intentar cosas; Xisco daba empaque y se asociaba bien; Luso, en un tramo final de Liga sobresaliente, mandaba en su zona. Y luego está Florin, cuya simple presencia es ya una amenaza. El panorama se alteró pronto. Los de Terrazas empezaron a envalentonarse tras un trallazo de Álex García que salió alto. Luego apareció Néstor para asustar a Razak un par de veces: un disparo que salió alto y otro que no llegó a producirse porque Bijimine, muy atento, se lanzó al suelo para sacarle de la bota un servicio excelente de Sangali. A la media hora, Eguaras, muy solo en el borde del área, aprovechó que nadie le salía para armar un zapatazo que Razak desvió a córner con la punta de los guantes.

Los anfitriones no se jugaban nada. Eso decía la clasificación y también el aspecto del graderío, con menos entrada que nunca. Pero en el campo desplegaron un entusiasmo que llegó a alborotar al Córdoba, que ante un ritmo alto de juego no pudo impedir que se le vieran algunos costurones. Los mirandeses tenían más posesión y los cordobesistas trataban de mantener la posición, no desesperarse y buscar los balonazos largos a Florin -le volvieron a dar una buena paliza al rumano- o las bandas, especialmente la de Fidel. Los de Oltra pudieron dar el golpe en los últimos cuarenta y cinco segundos del primer tiempo. Fidel la tuvo en el corazón de área y soltó un furioso chut que el meta desvió a córner. Tras el saque, Luso conectó un cabezazo que volvió a detener el guardameta del Mirandés.

Tras el descanso, Oltra dejó en la caseta a Xisco para dar un sitio a Víctor Pérez, de nuevo en el campo para un duelo trascendental después de varias semanas fuera de combate por lesión. No le salió mal la jugada. El albaceteño dio una nueva dimensión al partido y el centro del campo fue dominado por los blanquiverdes. En ataque, el Córdoba se echó en manos de Florin Andone, hipermotivado en su último partido como cordobesista. El rumano pudo marcar en un potente lanzamiento en el minuto 50 y percutió constantemente con los defensas mirandeses. Su cuerpo a cuerpo fue espectacular. Y mientras todos miraban a Florin, apareció a Fidel. El onubense se marcó una coreografía bellísima y letal para firmar el 0-1. Se escoró dentro del área, burló a los defensas y chutó con la zurda para colocar la pelota junto al palo. La explosión de júbilo fue notable en el banquillo cordobesista. Aún pudo agrandar la herida mirandesa el equipo de Oltra en una acción combinada que concluyó con un disparo raso de Domingo Cisma que lamió el poste local. El Córdoba tenía las riendas del duelo agarradas.

El Mirandés se empezó a dejar ir y el Córdoba aprovechó para asestar una segunda puñalada. Domingo Cisma coronó una de sus mejores actuaciones con un golazo en el minuto 77. El sevillano conectó un remate inapelable desde el ala y batió a Raúl. Los locales, inevitablemente, empezaron a pensar ya en las vacaciones y en el cierre de otra digna temporada en Segunda. El Córdoba, el equipo que se marcó el objetivo de regresar a Primera, se sintió mejor que nunca. Vencedor, dominante, aguerrido. Salió Raúl de Tomás al campo y marcó un golazo de falta para redondear una goleada en Miranda, donde jamás había vencido. Ya no estaban en el campo Xisco, Fidel y Florin, las tres púas del tridente ofensivo. Y el Córdoba celebró su resultado más contundente lejos de casa. En el mejor de los momentos. Cuando más falta le hacía. Dormirá en zona de play off. Es, ahora sí, un candidato fiable.

FICHA TÉCNICA

CD MIRANDÉS 0: Raúl, Galán, Álex Ortiz (Carlos Moreno, 25'), Kijera, Eguaras, Rúper, Néstor Salinas, Álex García (Provencio, 67'), Sangalli, Abdón Prats (Ion Vélez, 50') y Alain.

CÓRDOBA, 3: Razak, Stankevicius, Rafa Gálvez, Bijimine, Domingo Cisma, Luso, Markovic, Pedro Ríos, Fidel (Nando, 83'), Xisco (Víctor Pérez, 46') y Florin Andone (Raúl de Tomás, 86').

GOLES: 0-1 (58') Fidel. 0-2 (77') Domingo Cisma. 0-3 (89') Raúl de Tomás.

ÁRBITRO: Adrián Cordero Vega (Comité Cántabro). Mostró tarjeta amarilla a los jugadores locales Galán y a los visitantes.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 40ª jornada de la Liga Adelante disputado en el Municipal de Anduva ante unos 3.500 espectadores.

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