Los productores alertan que la inesperada bajada del precio del aceite convierte en inviables algunos cultivos
Un escenario de profunda preocupación se cierne sobre el sector del aceite de oliva en España. A pesar de que la presente campaña proyecta una producción casi dos veces mayor a la del año anterior, una ola de ventas masivas está impulsando una caída en picado de los precios, poniendo en jaque la viabilidad económica de numerosos cultivos, especialmente los de tipo tradicional.
El observatorio de precios de Infaoliva reporta una situación crítica: el aceite de oliva virgen extra ha descendido a cuatro euros el kilo, el virgen se sitúa en 3,93 euros y el lampante apenas supera los 3,60 euros. Estos valores, que nos remontan a los niveles de hace dos años, resultan insuficientes para cubrir los costes de producción en muchos casos, conduciendo al sector, según las palabras de Cristóbal Cano, responsable del sector de Olivar y Aceite de UPA y secretario general en Andalucía, a una situación “suicida”.
Cristóbal Cano, de UPA Andalucía, alerta sobre la “espiral suicida” del sector
Cano denuncia que la ansiedad de los agricultores por vender ante la incertidumbre del mercado, junto con la actitud de las cooperativas que “regalan el aceite” al venderlo por debajo de los costes de producción, están creando una “espiral suicida” que beneficia a unos pocos en detrimento del sector en su conjunto.
Las cifras de ventas son alarmantes: a pesar de una mayor producción, el ritmo de comercialización es tan elevado que los almacenes se encuentran un 15% más vacíos que en el mismo periodo del año anterior, cuando los precios alcanzaron récords históricos.
Esta situación ha llevado a organizaciones como Olivérica, la Asociación Ibérica de Olivar en Seto, a exigir un “precio justo y equilibrado” que asegure la sostenibilidad del sector.4 Argumentan que un precio justo beneficia a todos los actores de la cadena, desde los agricultores hasta los consumidores finales.
Olivérica aboga por un precio justo que refleje la realidad del sector
Olivérica destaca que el olivar, independientemente de su modelo de cultivo, es un pilar fundamental de la economía y la sociedad en la península ibérica. Recuerdan que la producción de aceite de oliva requiere esfuerzo, dedicación e inversión constante para mantener los estándares de calidad que demandan los mercados.
La organización considera que las dinámicas actuales del mercado están distorsionando el precio en origen. Apelan a que las fuerzas de la oferta y la demanda actúen con transparencia y justicia, evitando movimientos especulativos que perjudiquen a los agricultores.
Un llamamiento a la responsabilidad compartida para un futuro sostenible
Olivérica hace un llamado a la reflexión, instando a todos los actores del sector - productores, industriales, distribuidores y administraciones públicas - a trabajar unidos por un mercado más justo y transparente.89
Subrayan que el olivar no solo es una fuente de riqueza, sino también un elemento clave para la sostenibilidad ambiental y el desarrollo rural.8 Defender un precio justo para el aceite de oliva es asegurar el futuro de las comunidades, los paisajes y la economía local.
El estudio de costes de AEMO presentado ante la Unión Europea
La Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO) presentó en noviembre ante la Unión Europea un estudio que revela la cruda realidad de los costes de producción del aceite de oliva en España. Este estudio, actualizado a 2024, ha analizado los costes de producción en diferentes escenarios de cultivo (montaña, tradicional de baja pendiente, intensivo y seto).
Los resultados del estudio muestran que la producción de un kilo de aceite de oliva en España varía entre los 2.81 €/kg en el olivar en seto de regadío, hasta los 4.61 €/kg en el olivar de montaña, pasando por los 3-4 euros en olivares tradicionales de baja pendiente según regadío o secano.
AEMO considera fundamental que los responsables comunitarios comprendan que producir aceite de oliva virgen extra, el producto más saludable y apreciado, conlleva unos costes elevados, propios de un cultivo leñoso como es el olivar.
La bajada acelerada de los precios en origen es una señal de alarma que no debe ser ignorada. Es crucial que los precios finales no vuelvan a situarse por debajo de los costes de producción, poniendo en peligro la viabilidad del sector.
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