La pasión según Lourdes

https://youtu. be/1L-I6SZCFjk

Al calor de su hogar, en la pista donde empezó todo, al lado de sus compañeras de entonces en el Club Liceo y con miradas encendidas desde el graderío. Lourdes Mohedano, la mejor deportista cordobesa de todos los tiempos, vivió en el Palacio de Deportes Vista Alegre una jornada muy especial, con un alto nivel emotivo. La medallista de plata en los Juegos Olímpicos de Río 2016 -la primera mujer cordobesa en conseguirla- ofreció una exhibición en el final de la jornada del Torneo Nacional Ciudad de Córdoba de gimnasia rítmica. Este evento está enmarcado en el programa de actos del trigésimo aniversario del Club Liceo, en el que Lourdes empezó a forjarse como una gimnasta de nivel superior. Desde hace unos años, esta competición lleva el nombre de Lourdes Mohedano como homenaje permanente a la que es, a día de hoy, un ejemplo de inspiración y motivación para las niñas que se apuntan a sus clases.

En los ojos infantiles de las gimnastas -más de mil trescientas compiten este fin de semana en el torneo cordobés- se reflejó, mejor que en ninguna otra parte, el poder de seducción que ejerce Lourdes Mohedano dentro de su disciplina. Delante de ellas protagonizó una excelente coreografía una mujer que está por derecho propio entre los mitos del deporte cordobés, pero que bailó con el espíritu de la niña que nunca dejó de ser y que revivió entre los muros de Vista Alegre.

A Lourdes Mohedano le tocó firmar autógrafos, hacerse fotos y saludar a todo el mundo. Lo hizo con gusto, con ese aire cercano que nunca perdió. Ella ganó una medalla olímpica para la gimnasia rítmica española -al lado de sus compañeras Sandra Aguilar, Artemi Gavezou, Elena López y Alejandra Quereda- en Río de Janeiro. Hacía veinte años, desde Atlanta 96, que un equipo español de esta disciplina no subía a un podio en unos Juegos. Nadie puede saber cuánto tiempo pasará hasta que un episodio de este calibre se vuelva a repetir. Quizá lo protagonice alguna de las cientos de niñas que este fin de semana en Córdoba, durante un torneo nacional de base, no podían apartar su mirada de Lourdes.