No se quiere soltar
El Córdoba combina oficio y suerte para mantener sus opciones de ascenso | Un Florin hipermotivado, autor de dos goles en su adiós a El Arcángel, y Pedro Ríos dan a los de Oltra un triunfo clave
Ahí sigue, sin rendirse. El Córdoba tuvo agallas para sacar adelante una de las citas más delicadas de la temporada, una verdadera caja de bombas a poco que se le hubieran torcido las cosas. No lo permitieron los blanquiverdes, que se aferraron al carácter indomable de Florin Andone para ganarse el crédito, los puntos y hasta la suerte. El “sí se puede” que se oyó en el graderío retrató las sensaciones de un cordobesismo que iba con ganas de fiesta pero mucho resquemor. La ilusión se la lleva puesta, lo que no es poca cosa. Vencieron a un Elche que era un enemigo directo -llegaron con un punto más que los locales, se van con dos menos-, que comparecía crecido después de once jornadas sin conocer la derrota. Los de Oltra hicieron pasar a sus seguidores una tarde entretenida y a ratos angustiosa. Terminaron ganando un encuentro que en el primer tramo de la segunda parte se había convertido en una pesadilla después de haber despachado una primera mitad primorosa, con empaque y oleadas de ataque contínuas.
Al Córdoba no parecía apetecerle, rodeado por el bullicio de la fiesta y por las urgencias clasificatorias, que le cuestionaran el entusiasmo en un partido que algunos bautizaron como “el último de verdad” en esta extraña temporada en Segunda. No ganar, desde luego, implicaba que el resto del curso quedara como farfolla. Así que se aplicaron el cuento y fueron consecuentes con los mensajes que se han venido pregonando desde el Arcángel. A saber: que mientras haya opciones se van a explotar hasta el límite. No había tanta gente como otras veces. Con la Feria en El Arenal, entrar en El Arcángel es en sí mismo una atracción de riesgo. El estadio se queda escondido entre una maraña de vallas y obstáculos y los aficionados se iban detrás de cualquiera que pareciese saber por dónde se escapaba del laberinto como los hebreos seguían a Moisés. Una vez dentro, y después de comprobar que el minuto de silencio que se merecía Pepe Urbano -murió a los 60 años y jugó más de 170 partidos con la blanquiverde- no se guardó, por razones de difícil explicación, los aficionados se encontraron con un Córdoba radiante.
Florin estaba caliente. Con ganas. Así que el Córdoba también. Desde luego que el equipo blanquiverde es más que el rumano, como bien se encargó de recordar en las vísperas Oltra, pero resulta indiscutible que el pulso del equipo depende en gran medida del tono que exhibe el internacional. Un centro de Florin al que no llegó Nando en el minuto ocho fue el primer aviso de un Córdoba que dominó, generó oportunidades y dejó al Elche metido en un embrollo. Los de Baraja, a la expectativa, no veían el modo de salir de manera fluida y se encomendaron a su defensa para evitar lo que se les venía encima. Sólo una contra del palmeño Sergio León pudo llevar la zozobra a la meta de Razak, pero Deivid se lanzó al suelo para sacar limpiamente la pelota de las botas del máximo goleador de Segunda. Los frajiverdes no tiraron entre los tres palos. Un zapatazo de Espinosa, que se fue desviado, fue el mejor testimonio en ataque. El Córdoba expuso más. Atrás, el personal andaba dispuesto a resolver sin alardes. A Sergio León, el pichichi de Segunda -ya no en solitario, tras la exhibición de Florin-, ni se le vio. El goleador de Palma del Río deambuló por el área sin protagonismo.
Pudo marcar Luso en el minuto 22 con un cabezazo desde cerca que desvió Javi Jiménez con el brazo. Con los testículos detuvo en la línea de gol Armando Lozano un tirazo desde cerca de Fidel. El central motrileño se retorció después de dolor sobre el césped. El defensa excordobesista se las tuvo tiesas con Florin Andone, que encontró a un oponente ideal para el estilo que a él le va. Le gusta jugar al límite, sin sonrisas, intimidando. Ambos tuvieron que más palabras. En el minuto 27, el estadio estalló. Florin Andone cogió un balón en el área tras un centro de Luso, se revolvió y armó un disparo que batió al meta ilicitano. El rumano lo celebró con rabia al lado de los aficionados del Fondo, que le jalearon con la vehemencia de quienes saben que esos episodios podrían no volver a repetirse en mucho tiempo. Quizá nunca.
Aún pudo Florin redondear una primera parte de ensueño con dos o acciones que no terminaron en gol de milagro. En una robó en la frontal del área y se fue directo al marco rival, con Armando por delante. El rumano trató de burlarle con un movimiento de cintura, pero el experto zaguero le aguantó el gesto y a Florin se le fue el control. Antes del descanso, Florin remató a la cruceta tras un centro de Fidel. Y Nando, poco después, se inventó una acción individual que concluyó con un tiro raso que lamió el poste. El Córdoba se marchó a la caseta con la sensación de no haber aprovechado del todo el viento a favor.
En el regreso al verde, el escenario se alteró. El Elche, tal y como se podía esperar, apretó y generó un par de ocasiones en los dos primeros minutos. En una, Sergio León estuvo poco listo; en otra, Armando Lozano marcó el empate tras conectar un cabezazo a saque de un córner. El granadino llegó en carrera, libre de marca, para colocar la pelota junto al palo. Razak se tiró sin demasiada esperanza de atrapar el balón, en una acción en la que el ghanés estaba tapado. La pelea se recrudeció. Fidel, en el lanzamiento de una falta, pudo reparar el costurón pero Javi Jiménez desvió al balón.
Los cordobesistas tragaron saliva en el minuto 55. Mandi lanzó una falta al borde del área y el balón dio en el larguero y botó dentro de la portería de Razak. Gol. Pero el juez de línea no vio nada ni el árbitro tampoco. Los de Oltra no lo estaban pasando demasiado bien. Es más, el Elche se le había subido a la chepa y en la grada se escuchaba el clásico murmullo de la inquietud. Y entonces salió Pedro Ríos. El primer balón que tocó el jerezano fue para marcar gol. La agarró dentro del área y le pegó suavemente para colocarla lejos del alcance de un desesperado Javi Jiménez. Los ilicitanos se miraban con incredulidad mientras los blanquiverdes formaban una piña. Habían recuperado el control y no parecían dispuestos a perderlo más. El Elche, consciente de que su racha se iba al garete, trató de recomponerse a toda prisa. Baraja metió cambios ofensivos, pero los de Oltra lo veían más claro.
Después de un intercambio de golpes al aire, Córdoba y Elche despacharon unos últimos minutos raros. Los locales recularon, tanto por iniciativa propia como por empuje de los de Baraja. En los últimos minutos Razak sacó dos balones a Mandi y Armando. Y en medio del agobio, penalti a favor. Fidel cayó en el área, agarrado tibiamente por un rival. El lanzamiento se lo cedió a Florin Andone para que el rumano se despidiera marcando su gol número 20 del campeonato. Los jugadores se abrazaron en el centro del campo y los cánticos se escucharon en el graderío. Dicen que se puede. Y a día de hoy, en este carrusel sin lógica ni cuartel, nadie podrá negarle al Córdoba el derecho a seguir creyendo en los milagros.
FICHA TÉCNICA
CÓRDOBA, 3: Razak, Stankevicius, Héctor Rodas, Deivid, Domingo Cisma, Luso, Caballero (Eddy Silvestre, 83'), Nando (Pedro Ríos, 57'), Fidel, Xisco (Markovic, 78') y Florin Andone.
ELCHE, 1: Javi Jiménez, Caro, Armando, José Ángel, Noblejas (Álex Martínez, 75'), Espinosa, Lolo (Cristaldo, 57'), Mandi, Álex Moreno, Héctor (Álvaro, 63') y Sergio León.
GOLES: 1-0 (27') Florin Andone. 1-1 (48') Armando.
2-1 (59') Pedro Ríos.
3-1 (90') Florin Andone, de penalti.
ÁRBITRO: Ocón Arráiz (Comité Riojano). Amonestó con cartulina amarilla a los locales Luso, Héctor Rodas, Deivid, Caballero y Fidel y a los visitantes Armando, Álvaro y Caro.
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 39ª jornada del campeonato nacional de Liga Adelante disputado en el Estadio Municipal El Arcángel ante 9.498 espectadores.
0