“¿Dónde están los millones?”

Llovía fuerte y llegaron con sus paraguas y sus consignas clásicas. Se arremolinaron en torno a la Puerta 0, tal y como estaba previsto. Y comenzó el concierto de los indignados. “¡González, vete ya!” fue el tema central. Después se corearon los lemas más recurrentes del cordobesismo en los últimos tiempos. “¿Dónde están los millones?”, “¡González, fuera de Córdoba!”... Los prolegómenos del Córdoba-Huesca tuvieron su ración extra de tensión.

La protesta fue pacífica. La tristeza compensaba la rabia y la concentración derivó en un episodio más que muestra la grieta que se ha abierto entre un sector importante del cordobesismo y los dirigentes del club. En especial, Carlos González. El dueño del paquete mayoritario de acciones fue la diana de los dardos verbales más ácidos. Apenas se hizo referencia a su hijo Alejandro, que con 25 años es desde diciembre el presidente más joven del fútbol profesional español. Tampoco a Carrión, un entrenador que trata de domar el potro desbocado de un equipo despersonalizado y en declive. Ni a los jugadores, que estaban en lo suyo y bastante tienen.

Faltaban minutos para el arranque de un partido crucial para el Córdoba, que lleva sin tocar los puestos de descenso a Segunda B desde hace un buen puñado de años. Desde antes de que llegara a la entidad Carlos González, que no sólo no logró el cariño de los aficionados sino que -a la vista volvió a quedar- se ha ganado la repulsa de sectores muy significados. Brigadas, Incondicionales, Cordobamanía, Minoritarios CCF... Representantes de todos estos colectivos y algunos más, además de aficionados sin más filiación que su carné de abonado, se apostaron en las puertas de El Arcángel para expresar su desacuerdo con todo lo que está sucediendo. ¿Tendrá algún efecto?