El Córdoba se vuelve del revés
Ancelotti solía compartir con los jugadores del Real Madrid una fábula africana. El entrenador italiano desveló en una rueda de prensa que usaba un discurso de motivación para mantener a sus hombres siempre activados. Es una leyenda sobre leones y gacelas. El león se levanta pensando en correr para poder comer. Si no corre, no caza. Y la gacela se levanta pensando en correr para que no le cace el león. “Yo les he dicho a mis futbolistas que da igual si son leones o gacelas, que lo importante es que cuando se levanten cada día sepan que tienen que correr”, relataba el entrenador. El cuento aparece en los manuales de coaching y cada cual lo aplica a sus circunstancias. Quizá Sandoval conozca el relato. Si quiere adaptarlo a la realidad del Córdoba, lo tiene fácil: “La gacela no debe correr más que el león para salvar la vida, solo hacerlo más rápido que otras gacelas”. Para entendernos: dejar a cuatro detrás. Y actuando como lo hizo ante el Oviedo no lo tendrá nada fácil.
El Córdoba puede tener tener un equipo apañado para competir. Con carencias en algunas zonas, cierto, pero con un nivel suficiente como para aspirar a moverse con decoro por la Liga. Eso sí, que no se le caiga nadie del cartel. Admitamos como posible que un grupo rinda siempre al cien por cien. Vale. Pero creer que los rigores del campeonato no van a afectar al Córdoba no es de valientes, sino de ilusos. También necesita, además, realizar partidos perfectos. O casi. Como el que le enfrentó al Oviedo no lo fue -especialmente en defensa-, pues no le quedó más remedio que rumiar su derrota.
Sandoval empleó un once similar al de la primera jornada. Por confianza y por necesidad. Sólo un retoque: dejó en el banquillo a Álex Vallejo para hacer debutar a Franck Bambock. Sin Edu ni Kieszek. Es más que probable que no vuelvan más a enfundarse la blanquiverde. El 13 del portero ya lo tiene Carlos Abad, que llegó el viernes y el sábado ya estaba en el banquillo para lo que fuese menester. El Córdoba se queda sin uno de sus héroes. San Pawel. Es, sin duda, un buen motivo para echarse a llorar. Nadie podrá culpar a quien se agobie con negros presagios. Pero este Córdoba se ha convencido de estar en una tesitura histórica.
Quien mejor lo ha visto es Sandoval, al que le dieron la patada después de ser el entrenador con mejores números que haya pasado por el banquillo blanquiverde y que volvió para protagonizar otra película inolvidable. Si el Córdoba dio “una lección de vida” -en palabras del técnico de Humanes- salvándose cuando estaba desahuciado, ahora le toca destrozar todas las teorías que enlazan el desembolso en fichajes con el crecimiento deportivo. El Córdoba quiere crecer tras haber perdido a los mejores y no poder hacer fichajes más allá de jóvenes cedidos. Todo el mundo del fútbol mira hacia El Arcángel, el lugar donde suceden milagros. Pero esos sucesos paranormales hay que merecerlos y pelearlos del modo adecuado. Y el Córdoba esta vez estuvo poco lúcido.
Sin embargo, pronto se comprobó que no era el día. A los seis minutos, Saúl Berjón dejó en evidencia al Córdoba en una acción de contragolpe que llevó de modo perfecto acompañando a Yoel Bárcenas. La jugada comenzó con una falta a favor del Córdoba que lanzó Javi Galán. El balón salió rechazado y cogió a todos a contrapié: 0-1. Los locales tuvieron una puesta el escena impetuosa, pero poco más. Javi Galán lo intentó por su lado, con Alfaro tratando de inventar algo y Jovanovic muy impotente ante los centrales carbayones. En el medio, Bambock se ofreció y estuvo muy activo, con más voluntad que acierto. A los de Anquela se les puso el partido muy de cara ante un Córdoba desafortunado.
El Córdoba notó el golpe psicológico y no encontró el modo de buscar la portería de Herrero, que apenas pasó por ningún apuro. Un trallazo lejano de Bambock que se le fue a las nubes el primer testimonio ofensivo del Córdoba en el minuto 30. Ahí detuvo el árbitro el partido para que los jugadores se hidrataran. Después de echarse unos tragos, todo fue a peor. En todos los sentidos. En otro contragolpe, Yoel Bárcenas desmontó a la defensa cordobesista y anotó un 0-2 que dejó el camino expedito para los de Anquela, cuyo control de la situación era absoluto ante un nervioso Córdoba.
El tramo hasta el descanso fue una cadena de faltas y malos gestos, con el público y jugadores desahogando su frustración ante un Oviedo que se engrandeció y trató de aniquilar al Córdoba. Sagués Oscoz echó del banquillo a Sandoval en el minuto 44 por realizar observaciones tras una trifulca en la que intervinieron, justo delante del técnico cordobesista, Bárcenas y Aythami, con una tarjeta amarilla para el panameño. El intermedio tuvo como banda sonora una bronca monumental destinada al colegiado.
Tras el intermedio, Quintanilla protagonizó un susto al estar a punto de marcar en propia puerta en el minuto 49. Sandoval metió en el campo a Jaime Romero en lugar de Bambock y el extremo albaceteño tuvo la ocasión más clara de los blanquiverdes en el minuto 50, con un remate a bocajarro que despejó Herrero con una espectacular estirada. El Córdoba iba muy alocado, pasando las de Caín en la parte de atrás, pero no se rindió. Un brillante centro de Javi Lara y un cabezazo de Alfaro llevaron el delirio a las gradas. El 1-2 despertó la ilusión, pero no duró demasiado. Un error defensivo lo aprovechó Saúl Berjón para abrir brecha apenas unos minutos después.
Ya no quedaba más remedio que la heroica. Salió Federico Piovaccari para chocar con todo el que se le pusiera por delante. El italiano, que salió por Javi Lara -por lo que el centro del campo blanquiverde se quedó con Aguado peleando contra el mundo-, logró anotar el 2-3 tras porfiar con su marcador y aguantar hasta armar el disparo que batió a Herrero y abrió otro resquicio a la esperanza.
Los locales se volcaron con todo lo que tenían y el Oviedo, de nuevo a la contra, sentenció con el cuarto gol, firmado por Bárcenas. En el tiempo añadido, el Córdoba pudo adecentar el marcador e incluso haber aspirado a una de esas situaciones de remontadas surrealistas que se han dado en El Arcángel. Piovaccari fue derribado en el área y Sagués Oscoz señaló penalti. Se fue hacia la pelota el joven Álvaro Aguado y su disparo lo rechazó Herrero. Ahí terminó todo.
FICHA TÉCNICA
CÓRDOBA, 2: Stefanovic; Fernández, Quintanilla, Aythami, Jesús Valentín, Javi Galán (Quezada, min. 78); Bambock (Jaime Romero, min. 46), Aguado, Javi Lara (Piovaccari, min. 64); Alfaro y Jovanovic.
OVIEDO, 4: Herrero; Johanesson, Carlos Hernández, Bolaños, Mossa; Javi Muñoz, Tejera, Boateng (Forlín, min. 62); Bárcenas, Saúl Berjón (Aarón Ñíguez, min. 75) y Toché (Joselu, min. 82).
GOLES: 0-1 (6') Saúl Berjón. 0-2 (34') Yoel Bárcenas. 1-2 (52') Alfaro. 1-3 (56') Saúl Berjón. 2-3 (73') Piovaccari. 2-4 (80') Yoel Bárcenas.
ÁRBITRO: Gora Sagués Oscoz (Colegio Vasco). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Bambock y Quintanilla y a los visitantes Bárcenas, Javi Muñoz, Saúl Berjón y Carlos Hernández. Expulsó al entrenador del Córdoba, Sandoval, en el minuto 44.
INCIDENCIAS: Partido de la segunda jornada de LaLiga 1/2/3, disputado en El Arcángel ante 12.754 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Ernesto Hita, ex presidente de honor de la Fundación Córdoba CF, recientemente fallecido.
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