Lo que el Córdoba se lleva de Campoamor
El equipo pone fin a su concentración en Alicante en medio de un proceso de reconstrucción que aún no ha terminado | Dos partidos y cuatro fichajes sirven a Oltra para ir dando forma a su boceto
De domingo a domingo. Una semana en Campoamor para seguir cociendo un equipo al que le han colocado la etiqueta de aspirante sus propios constructores. En Segunda, lo de los favoritismos adquiere una dimensión distinta. Ya saben. Cualquiera puede ganar a cualquiera en cualquier campo. En el Córdoba lo tienen todos (o casi) bastante claro y así se lo cuentan a los que llegan al proyecto. Los recién llegados entienden pronto que aquí se les va a exigir desde que se enfundan la camiseta de Acerbis y empiezan a escuchar las consignas de Oltra, un tipo con oficio en la categoría al que le han encomendado la misión de resucitar a un club al que la Primera División le pasó por encima como una apisonadora. Lo pasó horrible, pero quiere volver. Se está recomponiendo. Está fichando nuevas piezas. Ha batido el récord histórico de abonados en la categoría de plata con más de quince mil fieles. Habrá presión, algo que dadas las circunstancias se debe interpretar como una auténtica bendición. Cuando el cuerpo hubiera pedido desbandada y desintoxicación tras una campaña que fue puro veneno, el cordobesismo vuelve a mirar con ojos golosos a su equipo.
La expedición blanquiverde cargó los bártulos este domingo por la mañana para emprender el camino de regreso a Córdoba, donde le aguardan temperaturas de extrema crueldad y jornadas de trabajo cada vez más intensas. Se espera que en los próximos días continúen los movimientos en el grupo, tanto en llegadas como en salidas. Al stage llegaron 22 y se van 25 futbolistas. La revolución sigue en marcha. ¿Qué se lleva el Córdoba de Campoamor?
Dos partidos y un puñado de detalles
Un par de adversarios de Tercera División, el Orihuela y el Torrevieja, ejercieron como sparrings del nuevo Córdoba. Hubo de todo. Al margen de los resultados, Oltra puso la lupa en los aspectos tácticos que ha ido entrenando en Campoamor. El técnico valenciano dijo al llegar que quería un equipo con afán protagonista, que tuviera el balón y buenos planes con él. Frente al Orihuela se vio una notable primera parte, con presión y un juego de ataque fluido. La generación de ocasiones -ante un rival manifiestamente inferior- fue constante y el resultado, 3-0, fue rotundo. Marcaron, además, los tres delanteros: Arturo, Florin y Xisco. Y volvieron a hacerlo en Torrevieja. El tridente dejó su marca para un 1-3. Hubo detalles prometedores y también muchos aspectos por mejorar. Es pretemporada.
Tres fichajes: Paul, Nando y Víctor Pérez. Y a Córdoba llega Cisma
No hubo salidas durante el periodo de concentración, pese a que varios jugadores tienen el cartel de transferibles. Sí se abrió la puerta de entrada para tres futbolistas de perfil muy dispar. El primero en llegar fue Jean Paul Pineda, que rápidamente advirtió que le gusta que le llamen “Paul”. El punta chileno de 26 años, que puede actuar en cualquier posición de la zona de ataque según las referencias que de él se manejan, pasó por un periodo de aclimatación acelerado. Se recorrió medio mundo en un viaje desde Santiago de Chile, llegó el lunes y se puso a entrenar al lado de sus compañeros el martes. Vistió por primera vez la blanquiverde -es el primer chileno que lo hace- el miércoles en el amistoso ante el Orihuela. Marcó un gol, pero el árbitro se lo anuló. El jueves le tocó el turno a Nando García, tras el cierre de unas conversaciones con el Valencia para la cesión por una temporada del joven interior del Valencia Mestalla. El canterano, de 21 años, presenció el partido ante el Orihuela y se sumó a los entrenamientos unas horas después.
Apenas veinticuatro horas más tarde apareció en Campoamor otro refuerzo. Víctor Pérez, de 27 años, recaló desde el Levante, donde estaba cedido por el Real Valladolid. Después de jugar los últimos meses de la temporada en el Chicago Fire de la MLS se encontró sin sitio en el equipo de Lucas Alcaraz. El sábado ya se integró de pleno a la disciplina de Oltra. El sábado, unos minutos antes del partido en Torrevieja, el club anunció un acuerdo por tres temporadas con el lateral de 33 años Domingo Cisma. El cuarto en Campoamor... y el sexto en total. Los primeros fueron el serbio Markovic y el valenciano Héctor Rodas.
Dos psicólogos con mucha tarea por delante
Nicolás Sainz y Manuel Padilla se incorporaron a la concentración del Córdoba en Campoamor a mediados de semana. Ambos, onubenses, han trabajado anteriormente dentro del equipo de José Luis Oltra. Estuvieron junto a él en la etapa del Recreativo de Huelva, en la pasada campaña. Después de ser presentados a la plantilla, ambos pasaron a la acción. La labor del entrenamiento mental será importante de manera especial con jugadores que llegan de la traumática experiencia de un descenso de categoría. En la jornada del jueves tuvieron, junto a Oltra, una charla especial con Crespo, un futbolista que atraviesa por una situación compleja.
Un lío de consideración con Crespo
Crespo no está bien en el Córdoba. ¿Podría llegar a estarlo? Sobre esa base están trabajando en el club, que tiene los derechos sobre el futbolista y un contrato firmado por él mismo para la próxima temporada. El defensa de Lora del Río tiene la pretensión de seguir en Primera División y, sobre todo, mantener sus remuneraciones económicas en un nivel similar o parecido al que disfrutaba en el Bolonia. El equipo italiano, que lo cedió al Córdoba, no contaba con él y los blanquiverdes aprovecharon la situación para realizar una operación en la que el futbolista veía sustancialmente disminuida su ficha. Hay una cláusula de rescisión en torno al medio millón de euros. Si alguien los pone sobre la mesa, Crespo saldría. Sin embargo, en el club se mantiene aún la esperanza de poder reconducir la línea con el jugador si finalmente no hay opciones para salir. En Campoamor no jugó ningún partido por sufrir, según versión del club, molestias en el pubis. La situación de tensión ha llegado a tal punto que el futbolista sevillano no posó para la foto oficial realizada ayer en las instalaciones de Campoamor.
Un dilema con Fran Cruz
Tiene el cartel de transferible, igual que Damián Petkoff, Arturo y Adri Cuevas. Sin embargo, sus cartas para permanecer en el Córdoba siguen en juego. Fran Cruz ha dejado el sello de su profesionalidad con un desempeño intachable en Campoamor, donde se ha mostrado plenamente identificado con el equipo e implicado tanto en las sesiones de entrenamiento como en los partidos. Al lado de su hermano Bernardo, que sí cuenta para el Córdoba tras volver de su cesión en el Racing de Santander, formó en una línea defensiva en la que Oltra tuvo que solventar distintos contratiempos por los percances físicos de Crespo y Héctor Rodas. Fran, que jugó el pasado curso en el Alcorcón, espera una decisión sobre su porvenir. Tanto el técnico valenciano como Emilio Vega, el director deportivo, declararon en las vísperas del stage que la situación de los descartados no era irreversible. El Llagostera, entre otros, espera la resolución del caso Fran para echar sus redes sobre el canterano cordobesista.
Preguntas bajo la portería
El Córdoba rastrea el mercado buscando un portero. En Campoamor hubo tres especialistas en el puesto: Juan Carlos, Saizar y Sillero. El primero fue el titular en el curso en Primera. También en la última fase de la temporada del ascenso a Segunda. Parece fiable, y hasta renovó su contrato en enero, pero su situación sigue teniendo grietas. Si hay ofertas por él se escucharán. ¿Y Saizar? En el pasado mercado invernal estuvo cerca de salir y estuvo cerca de Osasuna. También se vinculó su nombre durante algún tiempo al Alavés. En los últimos días se habló de un interés del Cádiz. El alcarreño tiene contrato hasta 2017 y el vasco hasta 2016. A Sillero ya le han marcado su destino en el filial de Tercera. No es descartable ningún movimiento. Si al final nada se mueve, el Córdoba batirá un récord histórico al contar por tres temporadas consecutivas con la misma pareja de guardametas, algo inédito en sus sesenta años de historia.
Xisco, de nuevo goleador
Ha vuelto para quedarse. El delantero de Santa Ponça sabe que va a tener sobre él un foco muy especial. Si al Córdoba le van a exigir, a él se lo harán el doble. Cuando se marchó dejó atrás una imagen turbia, mezcla de su poca productividad en el campo -también es cierto que no tuvo demasiadas oportunidades y Ferrer lo sentenció rápidamente- y una lista de salidas nocturnas aireadas a través de las redes sociales. ¿Cómo se arregla la situación? Exacto: con goles. En Campoamor salió al campo y a los veinte minutos sobre él ya había marcado uno, el 3-0 contra el Orihuela. Contra el Torrevieja, el sábado, desatascó un partido que iba 1-1 con un espectacular tanto desde el borde del área. Se le ve participativo, bromista, integrado. Sus defensores vuelven a blandir el argumento clásico: si juega, hará goles y marcará diferencias. Si juega, claro. Ha acreditado su valía con una buena tarjeta en Mallorca, donde actuó como cedido en el tramo final de la pasada campaña y firmó nueve tantos. Hay ganas y cierto morbo por verle de nuevo. Es una de las atracciones del equipo. Oltra le conoce. Xisco hizo el gol del ascenso del Deportivo de La Coruña campeón de la 11-12.
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