La aventura del filial rescata el orgullo del cordobesismo

El Córdoba B de Pablo Villa se prepara ya para certificar su clasificación para el 'play off' de ascenso a Segunda B en El Arcángel

En su eterna búsqueda de inyecciones de felicidad, el cordobesista de base ha encontrado en la fascinante aventura del filial de Tercera División un motivo para el orgullo. Chicos formados en la casa, algunos de ellos desde muy pequeños, se pelean contra el mundo para llegar a donde nadie lo ha hecho antes. Ese tipo de historias que emocionan a los aficionados añejos y atrapan a las jóvenes generaciones, que se identifican de un modo brutal con el papel que desempeñan sobre el césped -o sobre cualquier superficie que se tercie, que eso es otro cantar- unos futbolistas que ven su hazaña como una plataforma para el futuro. Pueden hacerlo. Lo tienen en la mano. Este fin de semana, un centenar de seguidores se desplazaron a Montilla para comprobar que el “B” va en serio. Con su victoria ante el vecino de la localidad vinícola -al que, por cierto, deja muy malparado: al borde del descenso matemático- por 1-2, la formación blanquiverde se coloca en una situación ideal para certificar el primer paso de su hazaña: la obtención de una plaza en los play offs de ascenso a Segunda B.

Ese fantástico logro, sin embargo, no sacia completamente el hambre del grupo. Al menos hoy, no. Miran al Algeciras, líder del Grupo X de Tercera, con el deseo declarado de desbancarlo para ser los primeros. El título encierra, además de los honores estadísticos, un premio poderoso. El campeón se cruza en eliminatorias directas con otros campeones de grupo para conseguir subir a Segunda B sin tener que afrontar -como sí deben hacerlo los situados en los puestos segundo, tercero y cuarto- un posterior rosario de eliminatorias de alto riesgo. ¿Será posible? Las matemáticas lanzan un mensaje optimista. Las sensaciones van a la par.

Éste es el panorama. Faltan tres jornadas por disputarse y el Córdoba B, con 66 puntos, es segundo por detrás del Algeciras (69) y por delante del Coria (64) y Mairena (61). Son los cuatro que optarán a subir a Segunda B. La amenaza más cercana -y única- la representa el Ceuta, con 60 puntos. El equipo de Villa tiene seis de renta sobre el conjunto norteafricano y quedan 9 en disputa. Tres partidos. Dos de ellos serán en casa y de forma consecutiva. El Arcos y el Alcalá visitarán al Córdoba B los dos próximos fines de semana y el club, sensible a la trascendencia deportiva y de imagen, ha determinado que ambos duelos se disputen en El Arcángel. En la última jornada, el B comparecerá en Mairena. Quizá allí se esté jugando el título, quién sabe. Pero, de momento, el primer objetivo está definido: quiere sellar su billete para las rondas por el ascenso en El Arcángel, el que se entiende como destino natural de la mayor parte de este grupo de prometedores talentos tanto en el campo como en el banquillo.

En Montilla se vivieron escenas de las que reactivan los espíritus. Después de un partido tenso, con quejas de los locales por la actuación del árbitro y sobresaltos contínuos, el Córdoba B se llevó los tres puntos con un gol en el tiempo añadido de su delantero Javi López, un jugador que ya ha tenido minutos de competición con el primer equipo y que tiene en su trayectoria unos cuantos goles trascendentes. Se habían adelantado los amarillos con un tanto de Chía, pero apenas minutos después equilibró el tanteo Juan Guerra. La explosión de júbilo, compartida con los aficionados, fue el preludio de dos fines de semanas decisivos. Para cuando llegue la Feria, el Córdoba podría tener amarrado un play off de ascenso. Quizá un título. Lo nunca visto.