Acérquense, señores: tenemos que hablar

Vuelta al trabajo con tareas urgentes. Hay mucho que hablar, pero también mucho más que hacer en este Córdoba renqueante, que parece que quiere pero que no acaba de poder.  Su vida en este curso sigue siendo un tremendo y doloroso amago, una promesa sin cuajar. De momento, hay datos lacerantes: el equipo es penúltimo en la tabla clasificatoria después de su derrota en el Carlos Tartiere (2-0) ante un Oviedo que usó -como otros- las desgracias de los blanquiverdes para salir a flote.

Si, hay mucho que hablar en este grupo bajo sospecha. Y Juan Merino lo hizo en el primer entrenamiento de la semana. Este lunes, la comitiva cordobesista acudió a la Ciudad Deportiva para acometer su primera jornada laboral. Hubo terapia, como no podía ser menos. Antes del inicio del trabajo físico se montó un corrillo en el que seguro que salieron a la luz opiniones y atisbos de solución. La primera parte del análisis se produjo en El Arcángel, antes de que todos se desplazaran hasta el recinto de entrenamiento. Después de once partidos y un cambio de entrenador, las perspectivas han cambiado. El equipo ofreció una mejor imagen en Oviedo e incluso Merino, al final, reveló que estaba en cierto modo satisfecho pese a la derrota en su estreno.

En las instalaciones del Camino Carbonell -por cierto, con un césped cuyo aspecto deja bastante que desear- se desarrolló la primera práctica con vistas a otro partido al que le encajan todo tipo de calificativos trascendentes. El próximo domingo llega a El Arcángel (16:00) el Numancia, en lo que promete ser una sobremesa intensa. El entrenamiento de este lunes fue el primero a puerta abierta desde que llegó el entrenador linense. Habrá otro más con acceso libre a público y medios de comunicación en la tarde del miércoles 25, a partir de las 17:30. Ese día habrá doble jornada de trabajo, después del asueto del martes. El jueves, viernes y sábado se ejercitarán los blanquiverdes en régimen de clausura. La persiana se volverá a subir ya el domingo, cuando se afronte la décimo segunda batalla liguera. Otro examen para un Córdoba que busca con denuedo fórmulas para crecer.

Con una estadística en contra demoledora -ocho derrotas en once partidos, una marca que sitúa al Córdoba en la cima del top de equipos más vencidos en las cuatro tres primeras categorías del fútbol español-, el desafío vuelve a estar en la parcela defensiva. El equipo sólo ha ganado en liga los partidos en los que no recibió gol y se adelantó en el marcador. En ese escenario se ha desenvuelto bien. Se dio tres veces y sumó los nueve puntos: Albacete (0-3), Tenerife (2-0) y Alcorcón (3-0). En los demás encajó gol y no sólo fue incapaz de remontar, sino que ni siquiera empató y terminó en varias ocasiones duramente goleado. ¿Fragilidad anímica? ¿Ausencia de liderazgos en el césped? De todo eso seguramente se estará hablando, y mucho, en el vestuario y los entrenamientos del Córdoba.