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ANÁLISIS

Las declaraciones de la renta en favor de la Iglesia caen en Córdoba casi 5 puntos en una década

Edificio de la Diócesis de Cordoba

Aristóteles Moreno

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Un total de 170.227 contribuyentes marcaron en la pasada campaña de la renta la X de la Iglesia católica. La cifra incrementa en 4.305 las declaraciones de IRPF del año anterior y representa un récord histórico en la recaudación eclesiástica provincial. En 2015, el número de declaraciones a favor de la Iglesia ascendió a 152.946 personas. Es decir, la organización episcopal ha captado un 11,3% más de declaraciones en los últimos nueve años.

La cifra neta de contribuyentes que marcan la equis eclesiástica se ha incrementado en una década. No hay duda. Pero el dato esconde una pequeña trampa. En ese periodo, el número global de declaraciones de la renta se ha disparado de forma notable. Mientras que en 2015, Córdoba presentó un total de 330.839 declaraciones ante la Agencia Tributaria, en el año 2022 esa cifra se disparó hasta las 386.797, un 17% más. Y es más que probable que cuando se hagan públicos los datos provinciales de 2023, las presentaciones tributarias en Córdoba superen las 390.000.

La realidad aritmética, sin embargo, refleja claramente que cada vez menos cordobeses y cordobesas quieren que sus impuestos se empleen en financiar al clero. Los datos facilitados por la propia Diócesis de Córdoba así lo indican. En 2014, el porcentaje total de cordobeses que marcaban la X en su declaración de la renta representaba el 46,27% del conjunto de formularios. Un año después, en 2015, esa cuota había descendido hasta el 45,93%. Y en 2016 volvió a caer hasta el 43,58%. Una década después la Iglesia logra seducir al 41,88% de los contribuyentes. O sea, ha perdido casi 5 puntos porcentuales de declarantes.

Resulta paradójico que en la campaña de la renta de 2023, la jerarquía católica haya logrado el techo histórico neto de contribuyentes (170.227) a la vez que ha caído también a su suelo histórico en términos relativos (41,88%). De igual manera, en la última campaña ingresará en caja una cifra récord sin precedentes: 5,3 millones de euros. Es decir, un 72% más que en 2015, cuando se embolsó 3,1 millones de euros de los cordobeses.

La serie histórica de contribuyentes que marcan la X católica describe una línea descendente, en consonancia con la acusada secularización de la sociedad española, tal como indican los sondeos de opinión. La Diócesis de Córdoba publica cada año el incremento neto de declaraciones, pero oculta que el dato entraña una pérdida persistente de contribuyentes en términos porcentuales. En su última nota de prensa, reconocía una caída de 0,9 puntos con respecto al pasado año, aunque la justificaba en el “fuerte ascenso del número de declarantes de la provincia”. La pérdida relativa de contribuyentes que marcan la X no se explica por el robusto incremento neto de declaraciones de la renta, sino por la incapacidad de la Iglesia para seducir a nuevos tributarios.

Ese es el argumento que maneja también Juanjo Picó, expresidente de Europa Laica y experto en las cuentas eclesiásticas. “De todos los nuevos contribuyentes, la Iglesia católica solo logra capturar una pequeña parte. Ese dato lo oculta”, sostiene. Picó ha examinado en detalle el incremento neto de declaraciones de la renta entre 2022 y 2023 y lo ha cotejado con el aumento de contribuyentes que marcan la X. El resultado, según sus cuentas, es un desfase claramente desfavorable para la Iglesia católica.

El análisis estadístico del expresidente de Europa Laica se refiere a datos globales de España. De los 22,8 millones de declaraciones correspondientes a 2023, más de 7,8 millones han marcado la casilla de la Iglesia, lo que representa el 30,43% del total. Igual que sucede con los datos desagregados de Córdoba, en el ámbito nacional se produce la paradoja de registrar un nuevo récord de contribuyentes que marcan la X eclesiástica, al tiempo que un mínimo histórico en números relativos. Recordemos que en 2010 las declaraciones favorables a la Iglesia representaban el 35,71%. Cinco puntos más.

Cada vez menos ciudadanos deciden participar en la financiación de la jerarquía católica y, sin embargo, sus ingresos aumentan de forma sostenida desde, al menos, el año 2010. Según recoge la última memoria económica de la Conferencia Episcopal Española, los ingresos por asignación del IRPF de 2023 superan los 382 millones de euros, 24 millones más que en 2022 y 61 por encima del año anterior. Si lo comparamos con la recaudación de 2010, la diferencia es ya muy abultada: 134 millones más.

Cada día hay más gente que no marca ninguna de las dos casillas de la renta

Juanjo Picó Ex presidente de Europa Laica

La razón del incremento recaudador de la Iglesia pese al descenso relativo de contribuyentes no solo reside en el aumento neto de declaraciones. Según Picó, quienes marcan generalmente la X son las rentas más altas. Con todo, subraya el expresidente de Europa Laica, la caída paulatina de impositores es un hecho indiscutible ligado a la secularización social de España. Las franjas de edad más jóvenes ya se declaran no creyentes en casi un 60%, recuerda Picó. “Y cada día hay más personas que no marcan ninguna de las dos casillas de la renta. Eso es un argumento más para la autofinanciación de la Iglesia católica”, reclama.

Pese a la pérdida de 5 puntos porcentuales de contribuyentes pro eclesiásticos, Córdoba se sitúa todavía muy por encima de la media nacional. Los cordobeses expresan su preferencia por la financiación pública de la Iglesia en torno a un 11% más que en España. Y se colocan también por encima de la media andaluza, que es, a su vez, una de las comunidades autónomas más beatas del país en términos fiscales.

Más de 1,6 millones de declaraciones de andaluces marcaron la X en favor de la jerarquía eclesiástica en la última campaña de la renta. Esa cifra representa el 37,51% del total de formularios tributarios, un 4,37% menos que Córdoba y un 7,08% más que la media española. Castilla La Mancha es la región más devota de la X católica, con un 43,24% de declaraciones, seguida de La Rioja (42,31%), Extremadura (42,28%), Murcia (41,87%) y Castilla y León (40,67%). Cataluña se sitúa como la más agnóstica en clave tributaria. Solo el 15,34% de los contribuyentes marcan la casilla de los obispos, según datos suministrados por Juanjo Picó.

Todas las comunidades autónomas, sin excepción, rebajaron porcentualmente su respaldo fiscal a la Iglesia católica en relación con el año anterior, aunque lo incrementaron en cifras absolutas de declarantes y en volumen económico recaudado.

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