El ‘Quejío’ andaluz vuelve en tiempos complejos
Casi medio siglo después, mantiene la vigencia de su sentido. El significado no varía, quizá sólo la visión que desde la butaca se pueda tener. Lo cierto es que los tiempos actuales invitan a alzar la voz desde las entrañas del pueblo aun cuando tampoco es el mismo siglo. El Quejío de Andalucía cobra toda su intensidad ahora, de nuevo, en los días en los que la situación lo requiere. Igual que en 1972 pero de diferente forma. El contexto es distinto, pero no más sencillo. De ahí que la compañía La Cuadra y el propio Salvador Távora, su creador, decidan retomar el pulso de una de las obras que son imprescindibles en la historia reciente del teatro andaluz y nacional. Espectáculo éste que también va a tomar presencia en el Gran Teatro de Córdoba, escenario en lo que resta de octubre de un ciclo de creación escénica de la comunidad.
La cultura andaluza gana peso en la ciudad gracias al serial Teatro Andaluz, con inicio el próximo viernes (20 de octubre). Ese día Atalaya sube a las tablas para montar Marat-Sade y abrir un ciclo que permitirá disfrutar en el Gran Teatro del mítico Quejío de Salvador Távora. Una obra que se estrenara en plena dictadura franquista, con una huída de la censura y que significara una reivindicación de la verdadera Andalucía, la alejada de tópicos y cierta en sus problemas. Después de 45 años, La Cuadra vuelve a pasearla por los escenarios. Principalmente porque los tiempos son difíciles una vez más. “Que a los 45 años un espectáculo como Quejío resulte ser actual me parece significativo, y es porque nuestra sociedad ha vuelto a aquel 72. Se ha vuelto a la confusión política y cultural. En algo hemos avanzado, pero vamos a volver a suspirar, a entender lo que es la cultura, a ver para qué sirve el teatro. Queremos una Andalucía clara, limpia y unida”, explicó el propio Távora.
El maestro de la interpretación andaluza presentó el espectáculo en Córdoba, y formó parte también del acto de puesta de largo del ciclo en el que se encuadra. El motivo por el que regresa su Quejío fue asunto principal. Sobre todo, porque es momento de defender de nuevo la identidad andaluza. “Estoy casi igual, me encuentro un poco mirando hacia atrás, pensando que estos 45 años han sido nada más que un paso y que tenemos que dar más”, expresó Távora acerca de la evolución de la comunidad y el sentido para su gente. “Cambiamos el teatro, sin el sentido pequeño burgués y literario del teatro, y lo hicimos con el flamenco. Pero no para disfrutar, sino para concienciar, para las emociones”, indicó también acerca de la obra. “Hace falta un quejío de unidad, un grito por nuestra identidad”, apuntó después, con una leve mirada a Cataluña.
Salvador Távora impartió una breve lección acerca de lo que es realmente el teatro, y la unión que ha de tener con la gente. “Los artistas no pueden andar por un lado y los pueblos por otro”, afirmó en un momento dado. Es lo que hizo La Cuadra desde que estrenó Quejío, para no cambiar nunca, además, su sello. “A partir de ahí entendimos que el teatro era más que un arte, era un compromiso, y el nuestro era con Andalucía, con nuestra gente, con nuestra cultura, que no es sólo lo literario”, expuso en este sentido el dramaturgo. El mítico espectáculo, por cierto, llegará a Córdoba tras pasar por Málaga, Sevilla y Niebla.
La Zaranda celebra sus 40 años
“Es una tremenda alegría tener en Córdoba a tres compañías con una trayectoria inmejorable, tres compañías que han trabajado en medio mundo”, aseveró Ramón López, director-gerente del Gran Teatro. Sus palabras precedieron a las de Salvador Távora e iban referidas al conjunto del ciclo Teatro Andaluz. Un programa que “que viene para quedarse”, tal y como señaló poco antes David Luque, delegado de Cultura del Ayuntamiento y presidente del Instituto Municipal de las Artes Escénicas (IMAE). “Es obligación de las instituciones públicas fomentar a sus artistas, productores y todo el elenco de personas que trabajan en el ámbito de las artes escénicas”, añadió acto seguido para valorar el serial de obras que presentará el principal espacio escénico de la ciudad a partir del viernes. Ese día la compañía Atalaya representará nada más y nada menos que Marat-Sade. El grupo, que mantiene su actividad desde su inicio en 1983, dará forma a uno de los textos emblemáticos del siglo XX y al que aportará su propia visión.
Una semana después, el viernes 27, será turno para otra compañía de largo recorrido y gran prestigio. Se trata de La Zaranda, que celebra su 40 aniversario con Ahora todo es noche. Ése es el título de la obra en la que presenta todo el universo que ha creado a lo largo de su historia, con la autoría de Eusebio Calonge. Y al día siguiente, el sábado 28 de octubre, será cuando Quejío regrese con toda su fuerza. Cada una de las tres citas tendrá su comienzo a las 20:30 y un precio de 15 euros con descuento del 50% para los alumnos y profesores de la Escuela Superior de Arte Dramático y del Conservatorio de Danza. Además, el IMAE ofrecerá la ocasión de disfrutar de las tres representaciones por sólo 30 euros gracias a un bono en el que se incluye la entrada para todas.
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