May López: “El cine sin música sería un cine sordo”
selfie cordopolita La cantante extremeña afincada en Córdoba llega esta semana al ciclo Jueves de Orive con su espectáculo Boleros de cine
Jueves de OriveBoleros de cine May en realidad es Granada. Ese es el hermoso nombre al que responde esta cantante tan ligada a Córdoba como a la Música Brasileña y al Jazz. Vocalista en diferentes formaciones desde 1997, autora del disco Latitud Norte y de la gira Brasileando dos miradas, su nuevo espectáculo se estrena el jueves 14 de abril en un plató tan impresionante como es la Sala Orive (21,30 y entrada libre), dentro del ciclo Jueves de Orive.
Boleros de cine une el pasional género musical al séptimo arte. “Una forma de revivir y disfrutar de la música con ambiente de cine”, explica, en formato cuarteto que la hace estar “borracha” de historias de amor y desamor, ademas de “feliz”, según confiesa en su muro de Facebook.
Días antes de gritar ¡acción! a su nuevo proyecto, se ha dejado retratar, tanto a ella como a su espectáculo, en este particular selfie.
P. ¿Un bolero que no te haya abandonado nunca?
R. Sin duda, Toda una vida. Lo he visto siempre como una especie de resumen que te acompaña durante tú vida y que con los años lo transformas en tu pequeño homenaje al amor de tu vida diciéndole que no lo cambiarías por nadie.
P. El tuyo será un concierto audiovisual ¿Qué veremos y qué oiremos?
R. Un concierto con dos grandes protagonistas el Bolero y el Cine. Por un lado despertaremos en el espectador boleros que tenían adormecidos en su memoria y que forman parte de películas y por otra mediante la proyección de algunas secuencias daremos un ambiente de cine que no va a quedar indiferente a nadie. Un concierto que comienza con un pulso intimista y va creciendo en intensidad poniendo a prueba el corazón.
P. ¿Qué músicos te acompañarán?
R. Al cambiar digamos de “honda” me apetecía mucho probar con otros músicos a los que habitualmente estaba ligada. He agrupado a tres musicazos a los que les presenté el proyecto y les gustó mucho, el resultado ha sido explosivo, ellos son Alfonso Aroca, Pedro Delgado y Álvaro Maldonado. Con los tres había tocado en diferentes ocasiones pero nunca juntos, los he reunido y estoy realmente contenta con el sonido que han creado.
P. Tu espectáculo llega al escenario íntimo más impresionante de la ciudad, la sala Orive ¿intimidada?
R. Siempre invade una especie de miedo a la hora de estrenar un nuevo espectáculo por la responsabilidad que conlleva, es casi inevitable, pero sin embargo Orive es un espacio que conozco bien ya que allí hace unos años estrené mi disco Latitud Norte, ¡fíjate el destino! Sin yo buscarlo y me ha puesto en el mismo lugar. Guardo un grato recuerdo de aquel estreno en un lugar lleno de magia en el que alzas la mirada mientras cantas y es tan bonito que te eleva. Estoy deseando volver a repetir la experiencia.
P.¿Qué sería del cine sin la música?
R. Me parece un recurso perfecto y fundamental para el cine. El papel de la música en el cine es el de jugar con las emociones, es imprescindible. No podemos negar que hay cientos de escenas que sin música no hubieran dejado el recuerdo en nuestra memoria. Una y mil bandas sonoras… El cine sin música sería un cine sordo.
P. Dime una película que sea como un bolero y un bolero que sea como una película.
R. Me lo juego todo a Tacones Lejanos con Piensa en mí, a veces parecen la misma cosa, película y bolero juntos.
P. ¿Cuál es, a tu juicio, el mejor bolero que suena en un filme?
R. Tanto como el mejor no sé… uno muy importante desde luego es Perfidia en Casablanca.
P. ¿Hay que ser un poco actriz para cantar boleros?
R. No necesariamente, pero los boleros en concreto lo que manda es la palabra, estás narrando historias y hay que saber cómo contarlas y está claro que si no interpretas es muy posible que no llegues a decir nada. Hay muchos actores que cantan y muchos cantantes que actúan, será por algo, ¿verdad?
P. ¿Por qué un bolero no funciona en otro idioma que no sea el español?
R. De la misma manera que el aceite no se puede mezclar con el agua. Es por el carácter que impregna la propia fonética de cada idioma, fíjate en el fado y el portugués, imagínate por un momento el flamenco cantado en inglés o japonés, te resulta difícil ¿verdad?
P. Del jazz y la música brasileña habitual de tu repertorio saltas al bolero ¿Cómo ha sido el viaje?
R. Ha sido un proceso de cambio intencionado sin abandonar en ningún momento lo que hasta ahora ya tengo en marcha como es Brasileando. Necesitaba respirar y sentir otras armonías y emocionarme con historias de amor y desamor y de paso, contentar a gran parte de mi público que me estaba pidiendo a gritos que les cantara en castellano. Un viaje realmente apasionante, estoy gozando cada segundo.
P. ¿Cómo ser cantante en Córdoba y no morir en el intento?
R. (Risas) No sé si viviendo en otra ciudad la película, nunca mejor dicho, seria diferente, creo que no. Lo cierto es que soy feliz, me dedico a cantar y eso me parece fascinante y doy gracias a la vida, cuanto más tiempo pasa más tengo los pies en el suelo y más sé disfrutar de esta emocionante profesión.
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