Fernando Vacas recibe respuesta del Papa Francisco tras enviarle una carta y una canción
Este verano Fernando Vacas se levantó recordando un sueño muy real: Que el Papa Francisco escuchaba su canción Despertaré, compuesta por él y por Estrella Morente. Ambos grabaron el tema hace unos meses para la banda sonora de una película titulada La vida era eso, aún no estrenada y que se presentará en el próximo Festival de Cine Europeo de Sevilla, dirigida por David de los Santos y producida por Lolita Films.
A la mañana siguiente de ese sueño “místico”, en su “cueva de Alí Babá”, una especie de estudio B que tiene en su casa del Juramento lleno de lámparas, al músico y productor se le volvió a cruzar la idea, pero tampoco hizo caso. Ya por la tarde se pasó por una librería a comprar una revista, el Rockdelux, y vio un extraño papel de pergamino. Preguntó por lo que era y le contestaron“es un pliego para cartas con historia”. Después de eso, y ya sin duda alguna, tomó la decisión de “hacer realidad esa idea”: enviarle la canción al Papa vía postal.
Escribió a Estrella para darle la noticia y ella se rió con un “anda como estás”. Pero días después, en cuanto se restableció el envío de paquetes, ya que esto ocurrió en época de confinamiento, Fernando y su hija se encaminaron a la Oficina de Correos y mandaron la canción al Vaticano. Consiguieron la dirección del domicilio del Papa gracias a una amiga de Fernando que vive en Roma y también con la complicidad de Nati Gavira, periodista del gabinete de prensa del Obispado de Córdoba.
“Ha sido cosa mía”, confiesa el músico. “Tuve un sueño muy real y reconozco que el Papa siempre me ha caído muy bien porque ha unido y une a gentes de diferentes religiones y etnias, cosa que también he hecho yo en alguno de mis conciertos en La Magdalena, como el de Navidad de hace dos años, por ejemplo. Y los sueños a veces son la antesala de cosas que están por pasar. Así lo sentí y por algo sería, así que lo envié”.
Seguía siendo verano cuando mandó el paquete al Vaticano. Vacas se marchó de vacaciones y al volver, dos semanas después, una carta lo esperaba en casa. Firmada el 24 de agosto por el monseñor L. Roberto Cona, asesor del Santo Padre, este agradecía en su nombre el hecho de compartir la canción, además de “la muestra de cordial simpatía” y le impartía “de corazón”, tanto al músico como a Morente, “la implorada Bendición Apostólica que complacido hace extensiva a su familia y demás seres queridos”.
Era la respuesta a la carta “muy punky”, en palabras de Fernando, que él había enviado. “En ella compartía impresiones sobre la vida, los momentos tan difíciles que estamos viviendo y también era crítico con la iglesia de otros momentos, a la que comparaba con un mercadillo. Francisco, el Papa, entendió el mensaje, escuchó y, por lo que se ve, le gustó la canción. Nos tendremos que conocer algún día”, fantasea el músico.
Despertaré tiene a “la esperanza como vehículo”, expresa. En su estribillo Estrella Morente canta: Despertaré/ Como nunca yo recordé despertar/ Para ver como el sol sale otra vez.
Lo siguiente sería tocar algún día la canción delante del Papa Francisco, como ya hiciera Franco Battiatto en los años 70, uno de los primeros músicos pop en tocar en el Vaticano, o la cantante Noa, Bono o Bob Dylan, estos tres últimos ante Juan Pablo II. Sin olvidar a los españoles Diego Torres y Niña Pastori, quienes también cantaron ante este pontífice.
Y es que Fernando Vacas es un músico de acción siempre a su manera, que no recela de hacer las cosas que le pasan por el corazón sin hacerle caso a prejuicios propios y extraños. Sabiendo manejar muy bien el mundo del revés, justo ahí donde reside su radicalidad. Una energía que lleva años centrada en su ciudad, Córdoba, sobre la que también tiene sueños: “hacer una revolución cultural”.
Vacas piensa que este es el mejor momento para ello. “Existe un sustrato cultural con gran potencial y es el momento de atraer a artistas y con los locales crear por fin una escena. Córdoba se lo merece”.
Dicho esto hará todo lo posible porque sea un hecho. Si lo dejan, claro.
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