Los operarios de los vagones de trenes denuncian sobrecarga y sueldos congelados desde hace ocho años

Luchar por los derechos de los trabajadores, sobre todo después de unos contratos que no han sufrido ninguna actualización en los últimos ocho años. Y es que los operarios de la base de mantenimiento de Transfesa Logistics en Córdoba, empresa adjudicataria del servicio de revisión de vagones de mercancías para Renfe, han vuelto a alzar la voz este jueves. Lo han hecho con una concentración frente a las instalaciones, como parte de los paros parciales que la plantilla mantiene desde hace tres semanas -y que se prolongarán, al menos, otras tres- en protesta por sus precarias condiciones laborales.

“Estamos cobrando 1.100 euros por 40 horas semanales, haciendo el mismo trabajo que antes realizaban oficiales de Renfe”, ha denunciado Rafael Gómez, portavoz de los trabajadores, durante su comparecencia ante los medios de comunicación allí presentes. El operario ha descrito la situación como una “precariedad insufrible”, fruto de una externalización del servicio que, asegura, solo ha servido para el beneficio sea mayoritario para la empresa, sin pensar en los empleados.

Según Gómez, la plantilla lleva ya más de cinco años negociando con la empresa para alcanzar unas condiciones “dignas”, tanto salariales como laborales. “No tenemos ni un día de asuntos propios, ni podemos ponernos enfermos sin que eso nos cueste parte de nuestras vacaciones. No se puede seguir así”, ha subrayado. Actualmente, la plantilla debería contar con 30 trabajadores, según el contrato vigente. Sin embargo, solo 22 empleados sacan adelante el trabajo diario, lo que agrava aún más la carga laboral.

Transfesa Logistics mantiene desde hace ocho años la adjudicación del servicio. El conflicto se recrudece ahora, cuando está en marcha una nueva licitación. “Nos dicen que no pueden subirnos el sueldo porque entonces no llegarían al precio que exige Renfe. Y a la vez nos advierten que, si en octubre no hay acuerdo, se van todos a la calle”, ha afirmado el portavoz. Sobre el papel de la empresa pública, Gómez ha lamentado que se lave las manos. “Licitan y luego dejan que la adjudicataria haga lo que quiera mientras salgan los trabajos. No se responsabilizan de nuestras condiciones”.

El trabajo que realiza esta base de mantenimiento incluye la revisión y reparación de los vagones de mercancías, con protocolos exigentes que incluyen desmontajes, comprobaciones y cambios de piezas. “Hacemos el mismo trabajo que antes hacía personal de Renfe con categoría reconocida. A nosotros nos consideran peones. Esa es la manera que tienen de justificar salarios bajos”. El conflicto, lejos de calmarse, parece destinado a continuar. La plantilla ha anunciado que no descarta endurecer los paros si no hay avances, y que seguirán luchando por unas condiciones “dignas y justas”.