El obispo estima que la rehabilitación de la Mezquita-Catedral tras el incendio finalizará a mediados de 2026
El obispo de Córdoba, Jesús Fernández, quien acaba de cumplir sus primeros seis meses al frente de la Diócesis, periodo en el que se inscribe el incendio que sufrió la Mezquita-Catedral el pasado 8 de agosto, ha afirmado al respecto que, más allá de la reconocida y “ejemplar” gestión del Cabildo Catedral de Córdoba, lo cierto es que “no queda otra que seguir perfeccionando los sistemas” de autoprotección del principal templo de la Diócesis cordobesa.
En este sentido y en una entrevista concedida a Europa Press, el obispo ha argumentado que, “partiendo de que el riesgo cero no existe, tengo que decir que la gestión que el Cabildo lleva sobre la Mezquita-Catedral no solo es buena, sino que es ejemplar, como lo han reconocido organismos de máximo prestigio internacional, como la Unesco”.
“Conviene recordar --ha proseguido-- que el Cabildo ejerce esta responsabilidad desde el año 1239, cuando fue constituido y asumió la custodia de este monumento universal, y desde entonces ha mantenido una línea continuada de cuidado, conservación y puesta en valor que se extiende hasta nuestros días”. Es decir, “no se trata de una labor reciente, ni improvisada, sino de una trayectoria de casi ocho siglos de compromiso estable y eficaz”, siendo “prueba” de ello que “el Plan de Autoprotección y el Plan de Salvaguarda están siendo estudiados por otros monumentos para aplicar este modelo a otros espacios”.
En cualquier caso y ante la pregunta de qué medidas se pueden tomar para intentar evitar, en la medida de lo posible, que un suceso así se repita, Fernández ha asegurado que “para que un hecho así no se repita, no queda otra que seguir perfeccionando los sistemas, formando al personal y teniendo la máxima interrelación con las demás instituciones, como se está haciendo desde hace tiempo”.
En cuanto a la ejecución de la prevista restauración de la parte de la Mezquita-Catedral que resultó afectada por las llamas, el calor y el humo, el obispo ha señalado que ya “está prácticamente concluida la fase de emergencia”, mientras que “la primera fase de la restauración, que se centra en la restitución de las cubiertas afectadas, ha sido remitida a la Delegación Territorial de Cultura” de la Junta de Andalucía en Córdoba, “y a la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU)”.
“Estamos en ese proceso de estudio de los documentos presentados y confío en que los trabajos puedan comenzar muy pronto, una vez obtenidas todas las autorizaciones. La previsión general, si no hay contratiempos, es que la rehabilitación completa, tanto de cubiertas como del interior, pueda estar finalizada hacia mediados del año 2026. Trabajos que serán íntegramente costeados por el Cabildo Catedral”.
Centro de Recepción de Visitantes
Por otro lado, y respecto al previsto Centro de Recepción de Visitantes de la Mezquita-Catedral, que se ubicará en el Palacio Episcopal, a pocos metros del monumento, el obispo ha destacado que “la necesidad de un Centro de Recepción de Visitantes es evidente, para mejorar la gestión del flujo turístico y, sobre todo, para enriquecer la experiencia de los miles de visitantes que llegan a nuestra ciudad”.
La buena noticia, según ha subrayado, es que “las obras están prácticamente finalizadas y su puesta en marcha será en los próximos meses”, de forma que la apertura de “este nuevo espacio servirá para retirar elementos que enturbian la visión del Patio de los Naranjos”, mejorar “la gestión de las colas” y evitar “la dispersión de servicios, concentrándolos en un espacio adecuado, justo al lado del monumento”.
Según ha detallado, habrá “taquillas centralizadas para la compra de entradas, aseos, área de descanso, tienda de recuerdos y un punto de información más completo. Además, ofrecerá nuevos espacios expositivos con piezas arqueológicas, maquetas y proyecciones audiovisuales, que permitirán al visitante conocer la historia profunda del templo, ofreciendo una contextualización previa a la visita”.
Conservación del Patrimonio
Más allá de la siempre necesaria labor de conservación de la Mezquita-Catedral y al ser preguntado por la situación en la que están el resto de templos de la Diócesis de Córdoba, Jesús Fernández ha explicado que “la situación es diversa”, pues “muchos templos requieren intervenciones urgentes de conservación, especialmente en cubiertas, estructuras y tratamiento de humedades, para garantizar su estabilidad y evitar deterioros mayores”. Ante ello, el Cabildo y la Diócesis “mantienen un compromiso constante, invirtiendo de manera recurrente en el mantenimiento ordinario y extraordinario”, y es la Diócesis de Córdoba la que “asume la responsabilidad principal en la conservación de su patrimonio, financiando gran parte de las intervenciones con sus propios recursos. Sin embargo, dada la magnitud del legado, la colaboración es necesaria”.
De hecho, según ha señalado, “la Diócesis busca el apoyo institucional, principalmente a través de convenios con la Junta de Andalucía y otras administraciones, para hacer frente a las intervenciones de mayor envergadura o aquellas que afectan a bienes de especial relevancia cultural, que superan las posibilidades de los recursos parroquiales o diocesanos. Trabajamos en una línea de coordinación y corresponsabilidad para proteger este legado común”.
Además, la Diócesis de Córdoba cuenta con un Departamento de Patrimonio, “que se encarga de la gestión y conservación de sus bienes culturales. Este servicio reúne a técnicos expertos en la preservación del patrimonio histórico, lo que permite mantener un seguimiento constante del estado de los templos y planificar las intervenciones necesarias”.
En términos generales, según ha concluido, “la situación de los templos de la Diócesis es buena, fruto del esfuerzo continuado que se realiza para garantizar su adecuada conservación. No obstante, en los edificios con mayor valor histórico y catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC), suelen ser prioritarias las actuaciones en cubiertas, ya que la protección frente a la entrada de agua es esencial para la preservación del conjunto arquitectónico”.
También, según ha detallado, se aborda de manera habitual la corrección de patologías derivadas de asentamientos del terreno mediante técnicas de recalce, así como la eliminación de diversos tipos de humedades. A esto se suman intervenciones relevantes en muros de piedra o adobe, en estructuras con problemas de estabilidad y en elementos ornamentales como yeserías.
De igual modo, la restauración de bienes muebles, tales como pinturas, retablos, esculturas y otros elementos litúrgicos, “constituye una línea de trabajo permanente. La mayor parte de estas obras se financian con recursos propios de la Diócesis y gracias al apoyo de los fieles a través de las parroquias, cuya colaboración resulta fundamental”. Además, según ha resaltado el obispo, “en los últimos años la Diputación de Córdoba ha impulsado una línea de ayudas significativas que está permitiendo reforzar el mantenimiento y conservación del patrimonio diocesano, facilitando la ejecución de actuaciones que, por su envergadura, serían más difíciles de asumir únicamente con fondos propios”.
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