El campo cordobés eleva el tono de su protesta y afronta las primeras cargas policiales
Las protestas del campo cordobés han elevado el tono en la segunda tractorada que ha llegado a Córdoba desde distintos puntos de la provincia. En una jornada que arrancó con mucho menor poder de convocatoria (apenas un tercio de los tractores que participaron el pasado viernes y un 20% de los que lo hicieron el 6 de febrero), ha sido el tono hasta ahora conciliador de agricultores y ganaderos de la provincia lo que ha cambiado radicalmente en la jornada de este martes 20 de febrero.
Así, por primera vez desde que empezaron las protestas hace dos semanas, la tensión y el hartazgo de los manifestantes se ha traducido en enfrentamientos violentos con las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado, que han reprimido no pocas intentonas de ruptura de los diversos cordones policiales que había distribuidos por toda la ciudad para impedir la entrada en las principales calles de Córdoba.
Siempre fue ésta la idea inicial de la asociación convocante, la Asociación de Ganaderos y Agricultores de Córdoba (Agacor), creada al margen de las principales asociaciones del sector para coordinar las protestas que comenzaron el 6 de febrero, y cuyo presidente, Joaquín Cortés -un ingeniero agrónomo vinculado a Vox-, no ha logrado atemperar los ánimos de los manifestantes cuando estos decidieron que, en contra de las autorizaciones, iban a llegar a la Subdelegación del Gobierno por las buenas o por las malas.
Al final llegaron. Aunque no todos y no todos de una pieza. Por el camino, los agricultores y ganaderos han dejado varios choques contra la Policía en los que muchos de los participantes fueron reprimidos a golpe de porra. La jornada acabó con tres agricultores detenidos y cuatro policías contusionados, en un segundo enfrentamiento cuando la marcha ya se disolvía.
Primera ruptura de los itinerarios pactados
Pero antes de llegar a Córdoba, ya se empezó a torcer la protesta. Ocurrió sobre las 11:00, cuando un grupo de tractoristas que venían desde la zona norte de la provincia ignoraron las indicaciones de la autoridad y decidieron entrar por Los Villares y la avenida de El Brillante a la ciudad. Era un quebrantamiento claro de los itinerarios pactados con la Subdelegación del Gobierno, que a esa hora emitió un comunicado que dicha entrada no había sido autorizada.
Más o menos una hora después, poco antes de las 12:00, la Policía Nacional establecía un corte total de tráfico y peatones en el puente de El Arenal, a unos metros de donde, según lo autorizado, concluía la tractorada. En ese momento, según presenció este periódico, el presidente de Agacor, se acercó a los agentes de Policía Nacional para solicitar que se dejara entrar a una comitiva de 30 o 40 tractores y peatones hacia la Subdelegación del Gobierno.
Siempre según el testimonio de Cortés, la Policía Local le había autorizado para que esta comitiva circulara por la ciudad, cosa que fue negada repetidas veces por la Subdelegación del Gobierno a través de los agentes de Policía Nacional que formaban parte del dispositivo que había en El Arenal. Cortés, en ese momento, decidió esperar a ver si recibía luz verde de la Subdelegación.
Se rompe la paciencia
A unos metros, dos centenares de agricultores y ganaderos esperaban en la explanada de El Arenal, convencidos de que iban a poder llegar a la Subdelegación del Gobierno. Allí ejerció de improvisado portavoz Pedro, un agricultor de Fuente Palmera, que mostraba un papel que, según él, les permitía llegar a la Subdelegación. Después, el mismo Cortés le explicó que eso era una solicitud, no una autorización.
La explicación tuvo lugar cuando, minutos antes de las 13:00, a un grupo de manifestantes se le agotó la paciencia y se dirigieron andando en dirección al puente de El Arenal con la intención de romper el cordón policial. Allí, los agentes les explicaron que tenían un itinerario autorizado y les recordaron que esa misma mañana ya habían ignorado las instrucciones, por lo que no les iban a dejar pasar.
Ha sido en ese momento, mientras se dirimía esta cuestión, cuando otro grupo se ha montado en el tractor, ha arrancado y han arrollado las vallas que separaban la explanada de El Arenal del inicio del puente, dirigiéndose de forma directa a romper el cordón policial, mientras eran jaleados por el resto. En cabeza iba un agricultor de Hinojosa del Duque, que ha frenado el tractor a escasos metros del cordón policial, momento en el que uno de los agentes ha entrado en la cabina y le ha quitado un juego de llaves, entre los gritos del resto de manifestantes, que se han lanzado a impedirlo.
Tras unos momentos de tensión, decenas de tractores se han colocado detrás del primero, y han amagado durante veinte minutos con cruzar el cordón policial. Ante la imposibilidad, han decidido hacerlo por la avenida del Arcángel, cruzando en ese momento decenas de tractores por mitad de los jardines que hay frente a El Arenal, acompañados de centenares de personas. Los tractores los han aparcado en frente del Centro Comercial El Arcángel para seguir a pie por esa avenida y bajar por la Ribera.
Primeras cargas y llegada a la Subdelegación
Ha sido en La Ribera donde se han producido las primeras cargas. La Policía Nacional estableció un dispositivo a la altura del Molino de Martos. En ese momento, un centenar de personas ha intentado cruzar el cordón policial y los agentes han repelido a golpes de porra y empujones al grupo. Han sido minutos de gran tensión en los que finalmente los agentes han podido contener a los manifestantes.
En ese momento, se han separado. Un grupo se ha metido por la calle Ronquillo Briceño en dirección a la plaza de La Corredera, mientras que otros han permanecido en la Ribera, dudando de si seguirlos o no, incluso preguntando a los transeúntes y curiosos si sabían a donde daba la calle.
Al final, a pesar de la dispersión, a través de los grupos de mensajería ha quedado clara la comanda de acudir a la Subdelegación del Gobierno, que estaba en esos momentos sitiada por la Policía Nacional y la Policía Local. A su llegada, han decidido cortar el tráfico tanto en Vallellano como en avenida del Aeropuerto, así como en la rotonda que hay frente al Hotel Eurostars Palace.
Apoyo de la ciudadanía
En todo momento, allí por donde han ido los manifestantes, las muestras de apoyo a su protesta por parte de la ciudadanía han sido inequívocas. Ni los cortes de tráfico en hora punta, ni las consignas y los gritos, ni algunas banderas antidemocráticas perfectamente visibles han hecho que los cordobeses den la espalda a las protestas del campo.
Especialmente notable ha sido el apoyo en la arteria principal de la ciudad, en Vallellano. Allí han permanecido los manifestantes hasta pasadas las 15:00, cuando han comenzado poco a poco a dispersarse. El grupo más numeroso ha comenzado a realizar cortes intermitentes de tráfico (en avenida de Medina Azahara, República Argentina, Cervantes y Vial Norte). Otros se han ido camino de vuelta a la avenida del Arcángel, convertida en un gigantesco concesionario de tractores desde las 13:00, y donde apenas una veintena de tractoristas que se habían quedado vigilando la flota.
A unos metros, en El Arenal, un anciano con un sombrero de paja y evidentes signos de cansancio se acercaba a un peatón y le pedía que le dejara llamar por teléfono. “Es que me he venido sin móvil y no sé donde está mi hijo”, explicaba. Era probablemente el único agricultor cordobés de los que han asistido hoy a la tractorada que permanecía totalmente ajeno a lo que acababa de ocurrir en la ciudad: Córdoba había sido escenario de un estruendoso día de furia del campo cordobés.
Epílogo: las detenciones y la acampada
Un día de furia que ha tenido consecuencias: al menos tres detenidos entre los manifestantes y cuatro policías contusionados. Los arrestos se produjeron sobre las 17:00 de este martes, cuando los manifestantes regresaban a sus tractores, aparcados en el acceso a Córdoba, junto al recinto ferial de El Arenal. A esa hora, un fuerte dispositivo de agentes de la Policía Nacional esperaba a los manifestantes, que en ese momento ya eran menos de un centenar.
Los agentes tenían rodeados a los tractores. Se vivieron momentos de tensión cuando los policías han tratado de identificar a los manifestantes. En ese momento ha habido pequeñas cargas policiales, las segundas tras las del mediodía en el Paseo de la Ribera, con el resultado de tres personas detenidas y cuatro agentes contusionados que han requerido atención médica.
Los arrestados fueron conducidos a dependencias policiales, muy próximas, en la Comisaría de Campo Madre de Dios, donde serán acusados de atentado contra la autoridad y desórdenes públicos. Mientras tanto, los agentes han conminado a identificarse a todo aquel que quisiera abandonar la ciudad y sacar su tractor.
El resultado ha sido una improvisada acampada que se ha prolongado durante buena parte de la noche de este martes. “Hasta que no soltéis a nuestros compañeros, de aquí no nos vamos”, decía alto y claro un agricultor a un policía. Esto ocurrió sobre las 2:00 de la madrugada. Para entonces, como expresaba un agricultor, algunos de los presuntos líderes de la protesta habían desaparecido y se habían marchado a su casa. Aunque también, algunos agricultores y ganaderos llegados de toda la provincia hacían acto de presencia para dar su apoyo al grupo que se había quedado acampando en Córdoba.
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