El hospital de Montilla realiza con éxito su primera extracción de órganos
El hospital de Montilla ha llevado a cabo, por primera vez, una donación de órganos procedentes de un paciente en asistolia, es decir, en paro cardiaco controlado. En este tipo de casos, los donantes son pacientes con daño neurológico irreversible, en situación terminal y que requieren de medidas de soporte vital. En el caso de que los familiares decidan retirar las medidas de soporte vital, dada las constatación de que la persona se encuentra en un estado irrecuperable, o bien que el paciente haya dejado constancia de su rechazo a este tipo de medidas en su testamento de voluntad vital anticipada, si el paciente cumple los requisitos para la donación y la familia así lo desea, tras ser desconectado -y una vez constatado el cese irreversible de la función cardiorrespiratoria- se llevan a cabo los pasos necesarios para la donación, de acuerdo a la legislación vigente.
La limitación del soporte vital es una decisión que el equipo clínico, con el consentimiento de la familia, toma por consenso cuando se llega a un punto en que cualquier tratamiento adicional se considera inútil, de acuerdo con las Recomendaciones de los Cuidados al final de la vida de la Sociedad Española de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias (Semicyuc).
Por parte de un equipo de urólogos desplazado a este hospital desde el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, junto a un oftalmólogo de este mismo centro, y un equipo multidisciplinar médico-quirúrgico del hospital de Montilla, se ha procedido a la extracción ultra rápida, de riñones y corneas. Hasta entonces este centro solo había concluido extracciones en personas en muerte encefálica y para este caso se ha recibido una autorización expresa.
Todo ello ha sido posible gracias a la decisión de la familia del paciente fallecido. Esta donación en asistolia, la primera realizada en el hospital de Montilla, se ha llevado a cabo en colaboración con la Coordinación de trasplantes del Hospital Universitario Reina Sofía, desplazada a este hospital, permitiendo que cuatro pacientes en lista de espera puedan recibir su tratamiento, el trasplante.
Hay que señalar que más de 500 personas se encuentran en lista de espera en Andalucía, por ello es tan importante la generosidad de los donantes, y que este deseo de donar sea conocido por su familia la cual será consultada llegado el momento.
Desde la Coordinación de trasplantes del Hospital Reina Sofía se agradece la labor de los profesionales implicados en esta intervención y se destaca que donar es un derecho de los ciudadanos y ofrecerles esta opción debe también formar parte de los cuidados al final de la vida.
También resalta la importancia del acto de generosidad, que agradece a la familia de este caso y que es esencial cuando se trata de trasplantes, que supone, en momentos de dolor tras la pérdida de un ser querido, tomar la decisión de donar sus órganos y tejidos permitiendo que los pacientes en lista de espera puedan recibir su tratamiento: el trasplante. De esta forma, surge la posibilidad de transformar una muerte en vida para los demás.
Tipos de donación
La donación tras la muerte encefálica, la más habitual en España, es aquella en la que el donante ha fallecido por el cese completo de la actividad cerebral, como consecuencia, por ejemplo, de una hemorragia cerebral o de un traumatismo craneoencefálico. En este caso, durante unas horas deben continuar las medidas de reanimación para que la sangre siga circulando, lo que permite a la familia tomar la decisión de donar, sin que eso suponga un riesgo para la supervivencia de los órganos y su buen funcionamiento, una vez trasplantados.
En cambio, existe otro tipo de donación, que a su vez se divide en varios grupos; se trata de la donación en asistolia, o a corazón parado. Dentro de este grupo está la donación en asistolia no controlada, que es aquella en la que una persona sufre una parada cardiorrespiratoria irreversible, en la calle, en el trabajo, en su casa, etc. y en la que fracasan todas las maniobras de reanimación y el esfuerzo del personal sanitario para conseguir restablecer sus funciones circulatoria y respiratoria. Con estos donantes el tiempo para efectuar la donación y el trasplante en mucho más limitado, ya que al pararse el corazón y dejar de bombear sangre, el oxígeno ya no llega al resto de órganos (tiempo de isquemia), reduciendo la capacidad de supervivencia y la validez de los órganos. De ahí la importancia de una respuesta rápida y coordinada de todos los profesionales implicados en el proceso de la donación, así como de la pronta autorización de la familia.
Y, por otro lado, está el donante en asistolia controlada, grupo en el que se incluye la donación que se ha llevado a cabo recientemente en el Hospital Reina Sofía. En este tipo de donaciones no todos los órganos son susceptibles de ser trasplantados ya que al tratarse de pacientes que han fallecido tras una situación de parada cardiorrespiratoria irreversible muchos órganos, como el corazón, quedan inutilizables. Sin embargo, sí pueden ser donados, por ejemplo, los pulmones, el hígado o los riñones, siendo estos últimos los más trasplantados.
En este sentido, la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) aspira a lograr aumentar la donación en asistolia (parada cardiaca) del 8 por ciento actual al 30 por ciento del total de donaciones que se hacen en nuestro país. Los expertos están convencidos de que la asistolia controlada es la mejor vía de crecimiento de la donación en parada cardiaca.
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