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Los padres de Hugo, el niño que cayó a una piscina en 2017, venden mascarillas para costear sus terapias

Hugo, en una de sus terapias tras el confinamiento.

Alejandra Luque

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El próximo 25 de agosto hará tres años que a Víctor García, Araceli Esquina, Adrián y Hugo les cambió la vida por completo. Aquel día de 2017, el pequeño Hugo cayó a una piscina, provocándole graves secuelas neurológicas. Para mejorar su calidad de vida, Hugo recibe terapias desde que fue dado de alta del Hospital Reina Sofía en octubre de 2017. Desde entonces, muchas han sido las personas que se han volcado con esta familia para recaudar fondos debido al coste de las terapias. Sin embargo, el confinamiento echó al traste una exposición benéfica de bebés reborn y ya los actos solidarios han disminuido bastante.

Por ello, su madre ha puesto en marcha la venta de mascarillas de tela artesanales para seguir haciendo frente a los gastos. Tanto ella como Víctor se encuentran en paro y el progreso que Hugo ha experimentado en estos tres años no puede dar marcha atrás. Las mascarillas, cuyo precio son siete euros, son lavables, tienen un filtro incorporado TNT, son resistentes a 25 lavados y son aptas tanto para adultos como para niños.

Cabe recordar que fue el hermano mayor, Adrián, quien sacó a Hugo del agua. En cuestión de minutos, y gracias a la ayuda de un vecino, el menor llegó al hospital en parada cardiorrespiratoria. Tras reanimarlo, estuvo durante seis días en la Unidad de Cuidados Intensivos y después pasó a la planta de la unidad pediátrica del hospital. Aquellos segundos en el agua provocaron al menor de dos años una hipoxia cerebral.

Víctor hace balance de estos tres años y señala la dureza que para su familia fue afrontar todo lo que ocurrió aquel día. Sin embargo, las necesidades de Hugo le llevaron tanto a él como a Araceli a empezar una carrera a contrarreloj para mejorar su estado de salud. Hasta el confinamiento, el pequeño recibía terapias de lunes a viernes, tanto por las mañanas como por la tarde, en el Reina Sofía, en San Juan de Dios y en otra clínica privada. Por el momento, las visitas a los dos primeros centros sanitarios se han eliminado para no poner en riesgo al menor.

Además, la situación económica les ha llevado a reducir también las terapias a lunes, miércoles y viernes y tan sólo por las mañanas. A ello se suma que la atención que Hugo recibe en San Juan de Dios es gratuita hasta que tenga los seis años. El pequeño cumplirá ahora los cinco y tan sólo le quedará un año de terapias costeadas a través de la seguridad social.

Sobre su avance, Víctor reconoce que las expectativas eran “muy altas debido al esfuerzo y a la constancia”, pero los resultados están siendo más lentos. “Sabemos que el daño cerebral es diferente en cada niño, pero nuestra ilusión y esperanza son mayores”, afirma el padre que, junto a su mujer, han estado realizándole terapias en casa. La familia espera una mejora de su situación económica y, a ratos, Víctor se prepara las oposiciones para Sadeco. Las mascarillas puede solicitarse escribiendo un WhatsApp al número de teléfono 658926196. Para ayudar a la familia se ha habilitado también una cuenta en Teaming.

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