El 'niño lobo' cordobés que inspiró a Olivares pasa frío en un pueblo gallego
Marcos Rodríguez Pantoja, el niño lobo que sobrevivió durante años perdido en la Sierra Morena cordobesa, es hoy un hombre mayor que malvive en una aldea de Ourense. Tras la muerte de un amigo que lo llevó a Rante, un pequeño pueblo gallego, Marcos vive solo y necesita ayuda. La asociación Amigas das Árbores da Limia, que lo lleva a dar charlas por toda Galicia, ha puesto en marcha una campaña de ayuda para contribuir a sufragar los gastos a los que tiene que hacer frente en su casa.
El colectivo ha abierto una cuenta para que las personas que quieran colaborar puedan ingresar en la misma. Los datos de la cuenta son: ES 49 0081 2172 2400 0105 2706. Principalmente, los fondos están destinados a la compra de una caldera en la vivienda de Marcos, que carece de ingresos suficientes para hacer frente a tal gasto.
Marcos Rodríguez Pantoja nació en Añora pero ha acabado en Galicia tras una vida de película. A los seis años, se fue a vivir con un pastor anciano que murió. Se quedó solo en el monte y fue criado por los lobos. Hasta que a los 17 años fue descubierto por la Guardia Civil y devuelto a la sociedad. Entonces apenas sabía hablar, iba descalzo y se cubría con pieles. El viejo pastor le enseñó a hacer fuego y él siempre dijo que lo aprendió todo de los lobos y de los animales del monte.
Tras trabajar como albañil y vivir en Madrid, Fuengirola y Mallorca, Marcos acabó en Galicia, junto a una familia que lo acogió. En Fuengirola conoció a un policía gallego que se lo acabó llevando a casa para que cuidase una finca. Ahora, Marcos está solo. Tiene más de 70 años y malvive con lo que cobra de una pensión no contributiva que apenas si le da para comer. Mucho menos para calentar la fría casa en la que vive.
En 2010, Gerardo Olivares llevó su historia al cine con Entrelobos. Antes, incluso, fue protagonista de un libro y hasta de un pequeño vídeo, un trabajo de Gabriel Jane y titulado He jugado con lobos.
Ahora, Marcos da charlas en colegios, donde los niños se quedan embobados cuando cuenta sus historias. Y sobrevive en una sociedad que le es ajena desde que con 17 años la Guardia Civil lo sacó del monte.
https://youtu.be/7DpZC6jPat0
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