El lotero que repartió dos premios de Navidad
Pepe Villarrubia, que han vendido el Segundo premio y un Cuarto de la lotería del Gordo, lleva más de tres décadas repartiendo suerte en el Carrefour Zahira
Nada más y nada menos que dos premios importantes de la Lotería de Navidad vendidos en una misma administración. Del establecimiento de José Villarrubia han salido el Cuarto Premio y el Segundo. No ha sido el Gordo, pero como si lo fuese. 20.000 euros al décimo en el primer caso y 200.000 en el segundo. No está mal para este hombre risueño y sociable al que muchos saludan cuando va por la calle. “A mí todos me conocen pero yo a ellos no. Es normal”, justifica el lotero. Lo mismo le ha ocurrido a lo largo de este intenso lunes. Ninguno de los agraciados que ha contactado con él le ha querido dar su nombre. “Me han llamado tres por teléfono y los tres creen que les conozco. 'Soy el currito', me ha dicho uno. 'Soy el periquillo', me ha dicho otro... Pero yo no les pongo cara, la verdad”.
José Villarubia, Pepe, como le llaman todos, lleva casi 40 años vendiendo ilusiones y esperanza en forma de décimo de lotería, damero de Primitivas y tricotomías diabólicas de quinielas. “En concreto llevamos 38 años funcionando. Estuvimos una década como establecimiento mixto, es decir, que solo vendíamos décimos y sellábamos primitivas, pero luego nos convertimos en administración”, recuerda Villarrubia. Desde detrás del cristal blindado el lotero -su esposa Pilar Expósito es la titular- ha visto cambiar el paisaje y el paisanaje de la administración de loterías. “Cuando vinimos esto era el Híper, luego se convirtió en el Pryca y ahora es el Carrefour”, señala.
Los cambios de nombre del establecimiento comercial acompañan a una mutación más profunda y preocupante para Villarrubia. “Ahora se juega menos que antes”, lamenta. “El impuesto del 20% que se aplica a los ganadores ha hecho que muchos apostantes se echen atrás. Lo hemos notado con las peñas, las asociaciones, las hermandades y las cofradías”, se queja el lotero.
Otro cambio ha sido la forma de comprar los números de la suerte. Ahora se vende mucho telemáticamente. Eso hace que los décimos repartan mucho más los premios geográficamente. Y en cierto sentido, ni las propias administraciones controlan exactamente cuántos números venden ni adónde van a parar. De hecho, la administración de Carrefour Zahira todavía no sabía a las seis de la tarde cuántos millones había repartido. Extraoficialmente, conocían que habían vendido dos billetes de diez décimos del cuarto premio (400.000 euros) pero del segundo premio no sabían todavía nada.
No son los primeros premios que dan. Hace dos años la administración vendió el número anterior al Gordo, que también se premia en Navidad. Y en octubre de 2012 se selló una Primitiva ganadora de 4,5 millones de euros. Lo que gana Pepe Villarrubia y sus hijos no es más que una fama efímera, un reconocimiento duradero por parte de los ganadores y un prestigio en el gremio. Pero poco más. “No nos llevamos comisión alguna por repartir premios importantes. Esta noche cenaremos como un día cualquiera y mañana a primera hora volveremos a abrir. Será una jornada más”, termina.
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