La Córdoba que se mueve a dos piernas y a dos ruedas como ejemplo de economía circular
A priori, el principal nexo de unión entre los últimos ponentes de las Jornadas de Economía Circular de Cordópolis es el camino que recorren. Tanto Felipe Molina, ganadero extensivo y uno de los últimos trashumantes de la provincia de Córdoba, como Manon Pivot, impulsora de la empresa Revelociona y activista del transporte sostenible (a dos ruedas, pero sin motor), se conocen bien los caminos verdes que recorren la ciudad de Córdoba.
Pivot los recorre con grupos de ciclistas, y Molina con su rebaño de ovejas. Y cada uno, a su manera, lucha y trabaja para su preservación, en un momento en el que la ciudad de Córdoba parece vivir ignorando lo que siempre ha sido: un cruce de caminos.
“Hoy, la gente que se piensa que eso es por la autovía y la Renfe, pero Córdoba tiene la Cañada Real Soriana o el Cordel de Écija”, contaba Molina, el pastor que cada año sale en los periódicos cuando se mete hasta la Torre de la Calahorra con su rebaño de ovejas, siguiendo el camino que se han seguido los pastores desde hace siglos.
Este viernes, durante su intervención en las jornadas, Felipe Molina ha hecho un alegato en defensa de la ganadería extensiva, que ha definido como “la que aprovecha, come y subsiste a partir de los recursos pastables del campo, y lo transforma en un producto: carne y leche. Eso es un ciclo cerrado y la economía más circular que existe”.
En este ámbito, ha considerado que la trashumancia es la ganadería extensiva al extremo, porque además se mueve geográficamente en función de la posibilidad de regenerar los suelos que va dejando atrás. Además, desde hace años, las ovejas también apagan preventivamente los incendios en Andalucía.
Una marca diferenciada para la ganadería extensiva
Para Molina, pastorear no apaga un incendio, pero sí reduce mucho la violencia del mismo gracias al desbroce que hacen los animales. Y, aunque considera que este tipo de cuestiones no deben estar regidas por los números, sí que ha dado datos al respecto.
Así, ha explicado que un desbroce para un cortafuegos son casi 12.000 euros por hectárea, que se eleva a 15.000 si hay que apagar incendio y regenerar la zona. En Andalucía, desde hace años, se le paga al ganadero por pastar. Y cobra unos 100 euros por hectárea.
Además, Molina ha aprovechado su intervención para reclamar al Ministerio de Consumo una marca diferenciada para la ganadería extensiva. “Los productos tienen que llevar una etiqueta que ponga: Producto extensivo”, ha pedido este pastor trashumante, que ha dejado una pregunta en el aire: “¿Cómo compite un ganadero que tiene un animal con hectárea con otro que tiene 3.000 por hectárea?”.
La economía que circula
Por su parte, Pivot ha abogado por ir más allá, plantear, no sólo la economía circular, sino la economía que circula. “Estamos en una superparadoja: todos tenemos claro los beneficios de moverse en bici, tanto individuales como públicos, pero en Córdoba y España el sistema no cambia y la bici se usa muy poco”.
En este sentido, ha recordado los problemas políticos que suele haber en España cada vez que en una ciudad se plantean medidas que fomentan el uso de la bicicleta en detrimento de los vehículos a motor. “En Nueva York han hecho políticas exprés de retirar carriles de tráfico y dedicarlos al peatón y la bicicleta, y eso generó un drama y finalmente han sido muy positivos”, ha recordado.
A nivel local, ha trazado otra gran paradoja sobre Córdoba: la de los ciclistas de fin de semana, que cogen una bici carísima y hacen rutas de cien kilómetros, pero entre semana se mueven en coches de dos toneladas de acero para ir a Las Quemadas.
En este ámbito, ha contado su iniciativa de autoreparación de bicicletas, que es un buen ejemplo de economía circular: “En las bicicletas lo reparamos todo y fomentamos mucho que los ciclistas aprendan a reparar sus propias bicis”, ha señalado, remarcando que además tienen un proyecto de ciclomensajería en marcha, pensado para cambiar las furgonetas de reparto por un triciclo de carga y una bicicleta.
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