La amistad como pilar de las relaciones
Veréis. Esta entrada me surge de la forma más sencilla y humana. Chateando una noche entre semana con un buen amigo: Francisco Elías. Paco tiene una empresa de publicidad exterior (Saile) y hablábamos de un nuevo proyecto suyo y de colaboraciones (ya pasaré a Paco la comisión por publicidad subliminal ;-)). Una cosa llevaba a la otra y comentábamos varios aspectos de empresas, personas y proyectos. Y al final, llegamos a la conclusión de la desconfianza por un riesgo. Esa capacidad de saber que el criterio del otro es respetado y que además, nos ayuda a afianzar nuestros pasos, no tiene precio creedme.
En este mundo que nos rodea, a veces es muy difícil encontrar profesionales en los que confiar. Todos vendemos nuestra “moto” y al final, parece que lo que hacemos y decimos siempre tiene una dirección oculta hacia nuestro propio beneficio. Y eso es un error.
Tener un profesional que se convierta en tu amigo, en el que sabes que puedes depositar tu confianza, es probablemente una de las claves más grandes para el crecimiento profesional. Porque su experiencia te ayudará, sus fallos, sus virtudes, su apoyo, y todas aquellas ventajas que tiene el que pueda estar a tu lado cuando lo necesites, ya sea una risa o una solución a una duda que puedas tener sobre cómo actuar.
Las relaciones no son fáciles. Las personas cada vez desconfiamos más. En el mundo profesional es aún peor pues siempre hay recelo. Por lo que es un auténtico lujo el poder tener personas en las que confiar.
Actualmente pertenezco a un grupo de empresarios de diferentes sectores, donde las relaciones de confianza son la clave para el éxito de las operaciones profesionales. Y esto muchas veces se olvida: si no confías en las personas, serias capaz de confiar en la empresa? Una respuesta difícil.
Considero que la amistad es el pilar de las relaciones. Seguramente estaré equivocado, y es más que probable que por eso me las den por todos lados. Probablemente me equivoco en dar confianza a quien no debiera o en brindar mi amistad a quien en verdad se aprovecha de ella. Pero me resulta difícil vivir en desconfianza.
El que quiera mi amistad y confiar en mi solo tiene que venir a por ella, yo estaré encantado. Como hizo Paco. ¿Seremos Paco y yo más diferentes en aficiones, vida, ideología, religión, y un largo etcétera? Pero ambos nos mostramos respeto profesional en su momento, y acabó terminando en una buena amistad.
Soy un auténtico convencido de las personas. Las hay buenas y menos buenas (para nosotros, seguramente serán buenas para otros). Pero creo que las personas son la clave de todo.
Y no hay mejor “pegamento” de personas que la amistad. Porque de ella se deriva algo clave, la Confianza, y sin ella, tus relaciones profesionales no serán iguales.
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