Un año más, y son ya veintiuno, Córdoba abre sus puertas a Cosmopoética, uno de los eventos culturales más importantes de la ciudad. En esta edición, el mensaje del festival internacional de poesía apela a la pausa en un mundo tan frenético como el de hoy. Dice en su programa: “la poesía convierte en trascendente lo intrascendente y en leve lo que parecía definitivo… es el reino pausado, el reino de la palabra, de las emociones y del ahora”.
Cosmopoética (poesía sin fronteras) viene reuniendo en sus distintas ediciones a escritores de todo el mundo, y este año lo ha inaugurado la poeta rumana Ana Blandiana, último Premio Princesa de Asturias de las Letras. Pero, a la vista del programa, Cosmopoética no apuesta sólo por disolver las fronteras geográficas de la poesía, sino también las literarias, abogando por la fusión de géneros, estilos y expresiones creativas.
En la literatura actual, y en el arte en general, las fronteras entre los distintos espacios creativos (poesía, teatro, narrativa, pintura, fotografía, música…) se han diluido tanto, que es difícil deslindar unos espacios de otros, y más en un mundo digital que abre inmensas posibilidades a la fusión en el ámbito de la creación artística.
Se escuchan audios de poemas en prosa que están próximos al relato breve o al microrrelato, y textos narrativos de tanta carga lírica que parecen largos poemas; se ven fotografías que son conmovedores poemas visuales, y se leen poesías que describen el paisaje con una plasticidad tal, que parecen lienzos pintados con palabras; se oyen canciones en las que el lirismo de sus letras destaca sobre el ritmo de la música…
Asimismo, cada vez es más habitual la colaboración entre artistas de diversos géneros para dar lugar a creaciones de una belleza singular: poemarios ilustrados con dibujos que realzan aún más el lirismo del poema; montajes audiovisuales que son verdaderas creaciones literarias; lienzos que incorporan retazos de textos poéticos a sus colores; novelas que atrapan al lector con la fuerza de algunos versos introductorios…
En fin, una interesante fusión de géneros que enriquecen la literatura, abriendo horizontes creativos de una fuerza extraordinaria. En definitiva, poesía sin fronteras, en este caso literarias, que se refleja en la programación de Cosmopoética.
Como una modesta aportación a Cosmopoética 2024, y como una apuesta por la fusión de géneros, me permito incluir en este artículo el poema “Maitines”. Es un poema que escribí este mes de junio al contemplar la plasticidad de las horas previas al amanecer en un pueblo costero, mientras leía la novela “El enigma del convento” del escritor peruano Jorge E. Benavides.
Maitines
Muere junio, y el silencio de la madrugada
sobrecoge ante un Júpiter que se alza brillante
por entre las rocas del acantilado.
Duermen aún los moradores de la casa,
acompasando el latido de sus corazones
con el suave batir de las olas de un mar hoy en calma.
Se oye el gemido de alguna gaviota en celo,
y a lo lejos dos luces parpadean con el balanceo
de un barco pesquero de bajura buscando coquinas.
Abro la novela “El enigma del convento” de Jorge E. Benavides
y viajo al Perú de principios del siglo XIX, cuando el virreinato
está a punto de ser derrocado por las fuerzas secesionistas.
Allí, la joven María Micaela se consume de dolor a solas
en su celda del cenobio de Santa Catalina de Arequipa,
apartada del mundo, de sus pompas y vanidades.
Se levanta antes de la amanecida a la hora de maitines,
y camina somnolienta por el frío empedrado que conduce
a la capilla para las primeras oraciones del día.
Recuerda entonces con nostalgia cuando su padre la llevaba
de niña a ver llegar los barcos a la bocana de El Callao
guiados por el faro grande y luminoso del puerto.
Adivino tan honda la pena que le invade, que mi alma
se estremece atravesando el tiempo y el espacio
a lomos del mágico corcel de la literatura.
Sobre este blog
Soy ingeniero agrónomo y sociólogo. Me gusta la literatura y la astronomía, y construyo relojes de sol. Disfruto contemplando el cielo nocturno, pero procuro tener siempre los pies en la tierra. He sido investigador del IESA-CSIC hasta mi jubilación. En mi blog, analizaré la sociedad de nuestro tiempo, mediante ensayos y tribunas de opinión. También publicaré relatos de ficción para iluminar aquellos aspectos de la realidad que las ciencias sociales no permiten captar.
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