“25 grados”
Córdoba, 1 de junio de 2036.
La alcaldesa de Córdoba acaba de anunciar que en tan solo catorce días los cordobeses deberán abandonar la ciudad y que no se permitirá el regreso a la misma hasta el próximo 23 de octubre. Era un secreto a voces pero ya es una decisión firme que cuenta con el apoyo unánime del gobierno y la oposición que a través del pleno municipal ha suscrito el decreto que regula esta inédita medida. “Córdoba no es un lugar seguro para vivir”, dijo la primera edil, después de que las temperaturas se mantuvieran por encima de los 55 grados durante la Feria de Nuestra Señora de la Salud provocando los ya conocidos y graves episodios de violencia en el recinto del Arenal y específicamente en una de las líneas de Aucorsa. “El dolor de las familias de las víctimas ha estado muy presente en esta decisión”, añadió, amparada por el equipo de gobierno y los portavoces de la oposición. Las previsiones meteorológicas para estos últimos días de primavera y para el verano no son nada halagüeñas y, al igual que en el resto de la Vega del Guadalquivir, las temperaturas máximas podrían mantenerse por encima de los 60 grados durante varias semanas y, lo que es peor, las mínimas no bajarían de 45.
La decisión se ha tomado tras varios días de intensa deliberación y fue anunciada por la propia alcaldesa aunque, según diversas fuentes municipales, no había marcha atrás desde que El Corte Inglés decidiera cerrar este verano sus instalaciones en la ciudad. Es cierto que desde hace una década, los comercios decidieron ir suspendiendo progresivamente su actividad durante agosto. Incluso, algunos optaron por prolongar su cierre desde junio colgando en sus escaparates más que eufemístico “cerrado por vacaciones”. El presidente de Comercio Córdoba justificaba esa decisión en la “escasa población” que permanece en la ciudad durante estos meses, pero tras el anuncio de El Corte Inglés la pasada semana el proceso se aceleró.
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