La burguesía (espacios) o “Un hombre que duerme” (remake)

Hay certeza de tranquilidad desde este punto de vista. Apenas hace unos minutos hemos dejado atrás la una de la tarde. El silencio se mezcla cíclicamente con el sonido de una máquina, que podría ser una aspiradora y que alguien está utilizando en uno de los pisos que quedan a la izquierda de la imagen. Pero no molesta. Desde la derecha, cuando la aspiradora calla, llega la voz de una soprano -podría ser Victoria de los Ángeles- que sale desde un reproductor de sonido y va desde allí al jardín a través de alguna ventana abierta. En la sombra se está bien, al sol empieza a hacer calor en estos últimos días de mayo. Aquí mayo no suena a feria, sino a atún de almadraba y a matrimonios adecentando apartamentos de playa. La urbanización es fea y el paseo desde ella hasta las urbanizaciones vecinas no está urbanizado. Cada una es una unidad en si misma, independiente de las demás. Alicia reclama atención mientras leo “Un hombre que duerme”, Georges Perec, Impedimenta.

Remake (páginas 57, 58 y 59)

“Te sientas al fondo de un café, lees Le Monde Diario Córdoba línea por línea, sistemáticamente. Es un excelente ejercicio. Lees los titulares de la primera página, el Tema del día, los artículos de Opinión, Local, Provincia, Clasificados, los anuncios por palabras: propuestas comerciales, pisos (venta), pisos (en construcción), fondos de comercio, capitales, las recepciones, los nacimientos, las peticiones de mano, las bodas, las necrológicas, las subastas en el Hotel Boston, los crucigramas que resuelves casi mentalmente (el artículo de la muerte: la, astro rey más azar da un miliciano: soldado), las previsiones meteorológicas, las noticias del extranjero, las noticias breves… Quinientas, mil noticias han pasado bajo tus ojos, tan escrupulosos y atentos que hasta has llegado a conocer la tirada del número, pero tu memoria se ha cuidado de no retener ninguna: has leído con la misma ausencia de interés que La cautela marca el inicio de las negociaciones para gobernar el Ayuntamiento, que hay tres mil millones de daños materiales en Florida tras el paso del huracán Bárbara, que la Junta autoriza 15 proyectos de formación profesional dual en 13 centros cordobeses, que medio centenar de peluqueros se concentra para reclamar la bajada del IVA al 10% en el sector, que Jean Paul y Lucas se complacen en anunciar la venida al mundo de su hermanita Lucía, que han sido intervenidos 20 kilos de cocaína líquida en latas de zumo: leer Diario Córdoba es solamente perder, o ganar una hora, dos horas; es medir una vez más hasta qué punto todo te da igual. Todavía puede sorprenderte que la combinación de una treintena de signos tipográficos sea capaz de crear, cada día, miles de mensajes... Tu propósito es no conceder ningún privilegio a tus lecturas”.

La burguesía es alquilar un apartamento en la playa, conducir a media tarde a observar los chalets de los ricos en la colina de Atlanterra, perder el tiempo en hacer castillos de arena en la playa, cocinar tras ir al mercado a ver a la gente, beber gazpacho recién hecho y enfriado, comprar mojama de atún rojo… La burguesía está lejos, y no en las afueras.

Ahora hay que conducir mucho para encontrar pandillas renegridas por el sol, inventando cabañas en los solares abandonados de la periferia. Entre los espacios electorales para hacer campaña no está el aparcamiento de Leroy Merlin. Si fuera candidato haría campaña allí, voceando subido a una caja de cervezas El Águila. En una tarde cualquiera no cabe un alma y los vecinos llenan sus carros de mangueras, césped artificial cortado al gusto, balaustradas de piedra para la parcela, programadores de riego, cojines para las tumbonas del jardín, perfiles, premarcos, latas de pintura, mantas guías para puertas corredera, celosías, tornillos, arandelas, sacos de mantillo para plantar geranios y gitanillas en macetas de plástico marrones.