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Una estafa en Colombia, un falso duque y una duquesa cordobesa de verdad

Miembros de la Policía Nacional de Colombia , en una fotografía de archivo.

José María Martín

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El ducado de Cardona existe, y quien ostenta su representación no es un duque, sino una duquesa con fuerte vinculación con Córdoba (España): Casilda Ghisla Guerrero-Burgos Fernández de Córdoba, nacida en 1982. La XXI Duquesa de Cardona y su ducado no tienen ninguna relación con Alejandro Estrada Cardona, joven colombiano que ha sido denunciado por estafar 300.000 dólares a casi una veintena de personas de su país haciéndose pasar por el futuro duque de Cardona. Fuentes de la Casa de Cardona recalcan a este periódico lo obvio: no tienen absolutamente nada que ver con este asunto.

La presunta estafa la desveló Radio Ambulante, el prestigioso podcast narrativo que desde hace diez años cuenta las historias de América Latina y que ha obtenido numerosos premios, el más reciente el Premio Ondas Global del Podcast a la Trayectoria y Consolidación del Podcast en España y Latinoamérica. En su episodio ‘Lord Alejandro’, las víctimas de Alejandro Estrada y su madre Olga Cardona narran cómo este joven universitario de Medellín les cautivó con su relato: Alejandro decía ser nieto de un duque español, el supuesto Duque de Cardona, que había migrado a Latinoamérica en la Guerra Civil Española y que le había dejado en herencia en España una importante cantidad de dinero, propiedades y empresas. 

El falso heredero y su madre sedujeron a abogados, profesores universitarios, comerciantes y otros de sus conocidos, reclutándolos para el supuesto equipo de profesionales con el que gestionarían todo ese patrimonio. Paradójicamente, los supuestos nobles millonarios empezaron a pedirles prestado dinero para conseguir desbloquear la herencia, que –decían– estaba bajo custodia de un juzgado de Madrid. El podcast avanza narrando todas las tretas puestas en marcha por el supuesto estafador: viajes a Europa, promesas de recepciones de la Casa Real Española, gastos en ropas de marca y expertos en protocolo, delirantes fotos con castillos de fondo, etc. 

El caso está sub iudice, pero Alejandro Estrada Cardona ha negado los hechos que se le imputan en varias entrevistas en medios colombianos asegurando que nunca esgrimió el argumento del ducado, sino que en realidad fue él el timado por quienes ahora se presentan como víctimas.

La duquesa de Cardona, la de verdad, tiene 41 años y heredó de su madre el título nobiliario; ha vivido una parte de su vida en Córdoba donde ahora tiene su segunda residencia. Casilda Ghisla Guerrero-Burgos Fernández de Córdoba es el último eslabón de una casa nobiliaria española cuya creación se remonta al siglo XV y que se vincula geográficamente al municipio barcelonés de Cardona. Su ducado ha sido heredado históricamente de unos a otros familiares. Ahora, esta mujer, Grande de España y recientemente casada en segundas nupcias con un primo segundo del rey Felipe VI, es quien luce el título. Como explicábamos al principio, no tiene nada que ver con la estafa en Colombia, simplemente el presunto estafador ha usado el nombre de su ducado para cimentar la estafa.

Casilda Ghisla Guerrero-Burgos es propietaria de la finca El Patriarca, de la que el Ayuntamiento de Córdoba expropió 50 hectáreas por las que pagó 1,5 millones de euros, tras años y años de pleitos y una sentencia del Tribunal Supremo. La duquesa, claro, quería mucho más por estos terrenos. En 2017 fue condenada a pagar 84.000 euros al guarda de una de sus fincas que resultó herido por arma de fuego después de que a la duquesa se le disparara el rifle que manejaba en una cacería nocturna en 2012. El guarda quedó cojo y fue despedido.

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